/ viernes 2 de febrero de 2024

Taza de soles | De mujeres luminosas y sus legados

En días pasados han fallecido dos mujeres poseedoras de una luminosidad especial. Ana Luisa Topete Ceballos y Chuy Tinoco. La primera, hija del maestro Alejandro Topete, un hombre dedicado a la docencia y al estudio de la Historia, fue una mujer que ocupó cargos de relevancia en el ámbito académico de la UAA y publicó algunos libros. La segunda, fue periodista, activista de los derechos humanos y poeta. Ambas son sensibles perdidas en esta sociedad aguascalentense donde la mujer apenas empieza a ocupar espacios relevantes en distintos ámbitos. El motivo de este artículo es defender la postura de que las dos dejaron una obra, que además de los recuerdos sensibles por sus cualidades de empatía, bondad, alegría y entusiasmo que las caracterizaron, y que suelen ser las más recordables, también está su obra escrita que forma parte esencial de su legado. Por ejemplo, de Ana Luisa Topete quiero destacar su libro titulado Los valores morales del caciquismo en la novela de la revolución mexicana, cuyo subtítulo es El discurso de Rosalío en el compadre Mendoza de Mauricio Magdaleno, México, UAA, 2010.

En cuanto a la periodista, poeta y activista Chuy Tinoco, podemos mencionar que nació en la Ciudad de México en 1971, fue la penúltima de once hermanos y vivió allá hasta los 35 años y luego se vino a radicar en Aguascalientes, desde el 2006.

En entrevista realizada por ALMA, refirió que los primeros libros que le impactaron fueron los de Herman Hesse. “tiempo después tuve la fortuna de conocer algunas escritoras feministas, por ejemplo, Francesca Gargallo y Norma Mogrovejo, ahí en un círculo de escritoras, yo no escribía tanto como ellas, pero con ellas aprendí que había que escribir diario, es una disciplina sentarte y escribir”.

Aquí en Aguascalientes, Tinoco llegó al ámbito literario por Juan Pablo de Ávila “con quien compartía muchas visiones ideológicas, gustos en música. Leíamos muchas cosas, hablamos de muchos textos que ya habíamos leído o que leíamos en este círculo. Algunas compañeras y compañeros formamos el colectivo “La gata negra””.

Su primera publicación fue Un cuento y algunos poemas de madrugada. Ha participado en compilaciones latinoamericanas como Las desobedientes, ha sido columnista de diarios locales como Página 24 y la Jornada Aguascalientes. Respecto de otras escrituras, confió a Arlette Luévano que tiene escrita una novela que “honestamente tiene muy buena calidad, pero lo que nos enfrenta cotidianamente a quienes escribimos es la sobrevivencia pues necesitas trabajar y eso te quita todo el tiempo y la energía ¿a qué hora escribimos?”

Y una confidencia inapreciable: .- “Y ahí es donde yo escribo, despertando, yo tengo un cuaderno una libreta al lado de mi cama en una mesita de madera, una pluma o un lápiz siempre, porque yo puedo despertar a las 4:00 de la mañana y se me vino algo, ahora con del Podcast no le hallaba el nombre porque yo quería algo que tuviera que ver con el bosque, algo que tuviera que ver con Aguascalientes y con el lugar donde yo vivo que es San Miguel, una comunidad rural que es una loma, creo que desde ahí yo estoy haciendo mi feminismo y por ahí me encontré una frase y que decía “Somos las ramas que arrancan del páramo que siempre vuelven a nacer” y de ahí salió el nombre de mi podcast “Páramo feminista”. No sé a nivel nacional, pero aquí las redes sociales rompen esta hegemonía de los medios, ya es una alternativa, pues la mayoría de la gente ni siquiera lee el periódico, insisto, creo que las redes sociales son la parte alternativa, o sea se puede generar cosas padres, no va a ser fácil, pero a mí eso es lo que me gusta del Podcast, que no te va a escuchar gente que no te quiere, o sea te va a escuchar la gente que te quiere”.

De esta mujer, activista y poeta, además de periodista, transcribo un poema que está publicado en el libro Versas y diversas. Muestra de poesía lésbica mexicana contemporánea, México, UAA, 2020.

ABSURDO Amarte Ana María/ es subir la espalda de una montaña/ ponerme en los ojos de lo negado// sumergirme en tus dientes/ y no ser devorada// Qué absurdo amarte Ana María,/ el mundo no funciona de revés,/ ni siquiera tu nombre es verdad/ porque lo odias.// Y qué si voy por el borde de tu lagrimal inundado/ sí como siempre me llena tu desesperanza// Puedo ser lomo de un caballo que te lleva/ a o espiral que se te hunde en las llamas/ todas formas de un absurdo amarte.//

Lo importante es que como dice en un bello poema Arely Jiménez, del que cito un fragmento:

Partidas así nos revelan /que el amor no para aquí ni allá. /El amor no para, florece//

/El amor no para y son estos lirios, /este llanto que arde/pero nos limpia la mirada.

En días pasados han fallecido dos mujeres poseedoras de una luminosidad especial. Ana Luisa Topete Ceballos y Chuy Tinoco. La primera, hija del maestro Alejandro Topete, un hombre dedicado a la docencia y al estudio de la Historia, fue una mujer que ocupó cargos de relevancia en el ámbito académico de la UAA y publicó algunos libros. La segunda, fue periodista, activista de los derechos humanos y poeta. Ambas son sensibles perdidas en esta sociedad aguascalentense donde la mujer apenas empieza a ocupar espacios relevantes en distintos ámbitos. El motivo de este artículo es defender la postura de que las dos dejaron una obra, que además de los recuerdos sensibles por sus cualidades de empatía, bondad, alegría y entusiasmo que las caracterizaron, y que suelen ser las más recordables, también está su obra escrita que forma parte esencial de su legado. Por ejemplo, de Ana Luisa Topete quiero destacar su libro titulado Los valores morales del caciquismo en la novela de la revolución mexicana, cuyo subtítulo es El discurso de Rosalío en el compadre Mendoza de Mauricio Magdaleno, México, UAA, 2010.

En cuanto a la periodista, poeta y activista Chuy Tinoco, podemos mencionar que nació en la Ciudad de México en 1971, fue la penúltima de once hermanos y vivió allá hasta los 35 años y luego se vino a radicar en Aguascalientes, desde el 2006.

En entrevista realizada por ALMA, refirió que los primeros libros que le impactaron fueron los de Herman Hesse. “tiempo después tuve la fortuna de conocer algunas escritoras feministas, por ejemplo, Francesca Gargallo y Norma Mogrovejo, ahí en un círculo de escritoras, yo no escribía tanto como ellas, pero con ellas aprendí que había que escribir diario, es una disciplina sentarte y escribir”.

Aquí en Aguascalientes, Tinoco llegó al ámbito literario por Juan Pablo de Ávila “con quien compartía muchas visiones ideológicas, gustos en música. Leíamos muchas cosas, hablamos de muchos textos que ya habíamos leído o que leíamos en este círculo. Algunas compañeras y compañeros formamos el colectivo “La gata negra””.

Su primera publicación fue Un cuento y algunos poemas de madrugada. Ha participado en compilaciones latinoamericanas como Las desobedientes, ha sido columnista de diarios locales como Página 24 y la Jornada Aguascalientes. Respecto de otras escrituras, confió a Arlette Luévano que tiene escrita una novela que “honestamente tiene muy buena calidad, pero lo que nos enfrenta cotidianamente a quienes escribimos es la sobrevivencia pues necesitas trabajar y eso te quita todo el tiempo y la energía ¿a qué hora escribimos?”

Y una confidencia inapreciable: .- “Y ahí es donde yo escribo, despertando, yo tengo un cuaderno una libreta al lado de mi cama en una mesita de madera, una pluma o un lápiz siempre, porque yo puedo despertar a las 4:00 de la mañana y se me vino algo, ahora con del Podcast no le hallaba el nombre porque yo quería algo que tuviera que ver con el bosque, algo que tuviera que ver con Aguascalientes y con el lugar donde yo vivo que es San Miguel, una comunidad rural que es una loma, creo que desde ahí yo estoy haciendo mi feminismo y por ahí me encontré una frase y que decía “Somos las ramas que arrancan del páramo que siempre vuelven a nacer” y de ahí salió el nombre de mi podcast “Páramo feminista”. No sé a nivel nacional, pero aquí las redes sociales rompen esta hegemonía de los medios, ya es una alternativa, pues la mayoría de la gente ni siquiera lee el periódico, insisto, creo que las redes sociales son la parte alternativa, o sea se puede generar cosas padres, no va a ser fácil, pero a mí eso es lo que me gusta del Podcast, que no te va a escuchar gente que no te quiere, o sea te va a escuchar la gente que te quiere”.

De esta mujer, activista y poeta, además de periodista, transcribo un poema que está publicado en el libro Versas y diversas. Muestra de poesía lésbica mexicana contemporánea, México, UAA, 2020.

ABSURDO Amarte Ana María/ es subir la espalda de una montaña/ ponerme en los ojos de lo negado// sumergirme en tus dientes/ y no ser devorada// Qué absurdo amarte Ana María,/ el mundo no funciona de revés,/ ni siquiera tu nombre es verdad/ porque lo odias.// Y qué si voy por el borde de tu lagrimal inundado/ sí como siempre me llena tu desesperanza// Puedo ser lomo de un caballo que te lleva/ a o espiral que se te hunde en las llamas/ todas formas de un absurdo amarte.//

Lo importante es que como dice en un bello poema Arely Jiménez, del que cito un fragmento:

Partidas así nos revelan /que el amor no para aquí ni allá. /El amor no para, florece//

/El amor no para y son estos lirios, /este llanto que arde/pero nos limpia la mirada.