/ viernes 26 de abril de 2024

Taza de Soles | Breve revista cultural del mes de abril de 2024

Múltiples eventos musicales, teatrales, fandangueros, taurinos, que atraen a numerosos públicos, contrastan con eventos de aforo limitado. Algo se mueve en Aguascalientes, cuando a la par de lo que se programa desde lo oficial, también se nos invita a participar en acontecimientos que emergen de la libertad de quienes organizan desde los ámbitos privados. Me voy a referir a dos de estos.

I.- Anti Jornadas de Poesía, 2024. Para introducir este tema, hago mención al fragmento del poema de Fabián Muñoz “Como no aguantar si venimos de tan lejos/ de la humillación /escarnio vivo en la derrota/ venimos de tocar en cada puerta/ de hacer puentes con palabras/ y triunfamos”. Estas primeras Anti-Jornadas se llevarán a cabo el cuatro y cinco de mayo, en esta ciudad. El programa general, que comienza con un homenaje a la memoria de Juan Pablo de Ávila y de Chuy Tinoco, comprende cinco mesas de poesía y una mesa dedicada a exponer el trabajo de algunos narradores y narradoras, un conversatorio acerca de los “Horizontes culturales de Aguascalientes”, un diálogo intergeneracional sobre la escritura en Aguascalientes y otra mesa donde los panelistas aportarán sus reflexiones sobre un tema crucial: la percepción que hay, en algunos sectores de la población, de la poesía como un arte sin vida. Porque si es fuerte preguntarse si la poesía está muerta, lo es más el poco interés de algunas autoridades culturales por dar relevancia a la entrega de uno de los premios de poesía más importantes en la República mexicana.

2.- Otra iniciativa es un evento titulado “El eterno femenino”. Ésta es una exposición que se está llevando a cabo en “Casa Victoria”. Aquí se abre una alternativa cultural, donde Thercy Arvizu y Teresa Leal lograron conjuntar un grupo representativo de mujeres que participamos creativamente en los ámbitos plástico o literario. Transcribo una parte del discurso de Thercy: “El eterno femenino le dicta a la mujer ser: sumisa, sensible, intuitiva, por ende, irracional, emotiva, bella físicamente, modesta, graciosa, pura, delicada, cómplice, casta, amable, afable. Y tal vez lo es, y tal vez quiera serlo y ese es el verbo que es necesario reforzar: QUERER ¿Qué quiero ser como mujer? Y más adecuado para esta noche: ¿Cómo quiero desarrollar mi arte? ¿Qué quiero que manifieste mi escritura? Afortunadamente y por la evolución de la que ya hice mención, en la actualidad tenemos voz, o podemos buscarla, defenderla, ya no dependemos de la descripción que haga de nosotras: “… el poeta, el que nos llama poetisas (…) /No lo entenderá desde esa mesa/ con mantel y una botella de agua, / con un micrófono para leer sus poemas de amor/ dedicados a mujeres pulcrísimas e inexistentes. Escribe Arely Jiménez. La mujer es el fuego: “Soy antorcha que incita eterna sororidad”. asevera Rebeca Mendoza; pero también es el fuego de la lucha, América de la Torre denuncia: “las granadas no eran nuestras/ cada vez que nos incendia el futuro, / nos arranca el amor; así como un fuego que impulsa el deseo que nace en el cuerpo, tal como lo expresan Beatriz Córdova: “Llego perdida y en ti me encuentro/ coto de plenitud pura, absoluta/ al que en erótica simbiosis/ acudimos” .Fernanda Manzo, escribe: “Me ha cimbrado una luna/ de tallos gruesos/ estoy suculenta/ flechada para asirte/ a mi vaina de azufre. Y Josefina Jiménez: “He encendido de ti la zarza que no se apaga”. No obstante que anteriormente, aunque por supuesto puede seguir ocurriendo: “Nacimos detrás del espejo. / Y, en todo el pasado de nuestros días,/ negamos la comida,/ guardamos el sexo, callamos”, apunta Elizabeth Gori, pero “Ahora soy dueña/ con ojos de dignidad/ el pecho al aire pidiendo guerra/ y el vientre germinando flores/ ahora soy/ en mi entendimiento/ una diosa invicta, anota Claudia Alonso, en cuyo poema percibimos esa búsqueda-encuentro que está alcanzando la mujer.

La mujer sí es heroína porque también es la protagonista de la acción […] sin embargo, la maternidad a veces alude al sosiego, como en los siguientes versos de Claudia Santa-Ana: “La luz antracita de la fase de totalidad/ me recuerda a mi hija cuando nació prendida/ de mi pezón mirando de reojo el cielo/ hirviente de estrellas. Además, la mujer ama de un modo peculiar: El amor te pone de pie/ frente a ti misma, / se detiene / lentamente/ y te enseña/ a sujetar entre tus manos el tiempo, afirma Martha Lilia Sandoval […] Es agua porque transmuta las lágrimas del dolor de la pérdida en palabras: “…los muertos que ella guardaba bajo su piel agrietada gritaron” nos cuenta Guadalupe Montoya

“Ser mujer ahora/ significa todo (…) Desandar caminos/ de ataduras vanas/ y aspirar perfume/ de la libertad” Como declara Matilde Arteaga Duarte”.

Necesitamos andar por estos caminos nuevos. Se siente la frescura en este mes tan acalorado.

Múltiples eventos musicales, teatrales, fandangueros, taurinos, que atraen a numerosos públicos, contrastan con eventos de aforo limitado. Algo se mueve en Aguascalientes, cuando a la par de lo que se programa desde lo oficial, también se nos invita a participar en acontecimientos que emergen de la libertad de quienes organizan desde los ámbitos privados. Me voy a referir a dos de estos.

I.- Anti Jornadas de Poesía, 2024. Para introducir este tema, hago mención al fragmento del poema de Fabián Muñoz “Como no aguantar si venimos de tan lejos/ de la humillación /escarnio vivo en la derrota/ venimos de tocar en cada puerta/ de hacer puentes con palabras/ y triunfamos”. Estas primeras Anti-Jornadas se llevarán a cabo el cuatro y cinco de mayo, en esta ciudad. El programa general, que comienza con un homenaje a la memoria de Juan Pablo de Ávila y de Chuy Tinoco, comprende cinco mesas de poesía y una mesa dedicada a exponer el trabajo de algunos narradores y narradoras, un conversatorio acerca de los “Horizontes culturales de Aguascalientes”, un diálogo intergeneracional sobre la escritura en Aguascalientes y otra mesa donde los panelistas aportarán sus reflexiones sobre un tema crucial: la percepción que hay, en algunos sectores de la población, de la poesía como un arte sin vida. Porque si es fuerte preguntarse si la poesía está muerta, lo es más el poco interés de algunas autoridades culturales por dar relevancia a la entrega de uno de los premios de poesía más importantes en la República mexicana.

2.- Otra iniciativa es un evento titulado “El eterno femenino”. Ésta es una exposición que se está llevando a cabo en “Casa Victoria”. Aquí se abre una alternativa cultural, donde Thercy Arvizu y Teresa Leal lograron conjuntar un grupo representativo de mujeres que participamos creativamente en los ámbitos plástico o literario. Transcribo una parte del discurso de Thercy: “El eterno femenino le dicta a la mujer ser: sumisa, sensible, intuitiva, por ende, irracional, emotiva, bella físicamente, modesta, graciosa, pura, delicada, cómplice, casta, amable, afable. Y tal vez lo es, y tal vez quiera serlo y ese es el verbo que es necesario reforzar: QUERER ¿Qué quiero ser como mujer? Y más adecuado para esta noche: ¿Cómo quiero desarrollar mi arte? ¿Qué quiero que manifieste mi escritura? Afortunadamente y por la evolución de la que ya hice mención, en la actualidad tenemos voz, o podemos buscarla, defenderla, ya no dependemos de la descripción que haga de nosotras: “… el poeta, el que nos llama poetisas (…) /No lo entenderá desde esa mesa/ con mantel y una botella de agua, / con un micrófono para leer sus poemas de amor/ dedicados a mujeres pulcrísimas e inexistentes. Escribe Arely Jiménez. La mujer es el fuego: “Soy antorcha que incita eterna sororidad”. asevera Rebeca Mendoza; pero también es el fuego de la lucha, América de la Torre denuncia: “las granadas no eran nuestras/ cada vez que nos incendia el futuro, / nos arranca el amor; así como un fuego que impulsa el deseo que nace en el cuerpo, tal como lo expresan Beatriz Córdova: “Llego perdida y en ti me encuentro/ coto de plenitud pura, absoluta/ al que en erótica simbiosis/ acudimos” .Fernanda Manzo, escribe: “Me ha cimbrado una luna/ de tallos gruesos/ estoy suculenta/ flechada para asirte/ a mi vaina de azufre. Y Josefina Jiménez: “He encendido de ti la zarza que no se apaga”. No obstante que anteriormente, aunque por supuesto puede seguir ocurriendo: “Nacimos detrás del espejo. / Y, en todo el pasado de nuestros días,/ negamos la comida,/ guardamos el sexo, callamos”, apunta Elizabeth Gori, pero “Ahora soy dueña/ con ojos de dignidad/ el pecho al aire pidiendo guerra/ y el vientre germinando flores/ ahora soy/ en mi entendimiento/ una diosa invicta, anota Claudia Alonso, en cuyo poema percibimos esa búsqueda-encuentro que está alcanzando la mujer.

La mujer sí es heroína porque también es la protagonista de la acción […] sin embargo, la maternidad a veces alude al sosiego, como en los siguientes versos de Claudia Santa-Ana: “La luz antracita de la fase de totalidad/ me recuerda a mi hija cuando nació prendida/ de mi pezón mirando de reojo el cielo/ hirviente de estrellas. Además, la mujer ama de un modo peculiar: El amor te pone de pie/ frente a ti misma, / se detiene / lentamente/ y te enseña/ a sujetar entre tus manos el tiempo, afirma Martha Lilia Sandoval […] Es agua porque transmuta las lágrimas del dolor de la pérdida en palabras: “…los muertos que ella guardaba bajo su piel agrietada gritaron” nos cuenta Guadalupe Montoya

“Ser mujer ahora/ significa todo (…) Desandar caminos/ de ataduras vanas/ y aspirar perfume/ de la libertad” Como declara Matilde Arteaga Duarte”.

Necesitamos andar por estos caminos nuevos. Se siente la frescura en este mes tan acalorado.