/ viernes 24 de mayo de 2024

Taza de Soles | La poesía nos une y nos trasforma

Hay momentos en que los lemas se convierten en experiencia palpable. Eso ocurrió hace unos días en el XI Encuentro latinoamericano de poetas “La Vitoria”, organizado en esta ciudad por Renata Armas, o Renata Bisnácida, poeta y activista. Éste se llevó a cabo en el CIELA, centro de estudios literarios, actualmente bajo la dirección de la poeta Sofía Ramírez. El poder transformador de la poesía nos permite ser testigos de historias significativas, como la de la poeta Marta Gallardo Topete, hija del vate estridentista Salvador Gallardo Dávalos y hermana del poeta Salvador Gallardo Topete, también conocido como Salvador Gallardo El hijo. Ella recibió un homenaje junto con el “poeta urbano” Carolino Serrano Andrade, un hombre que llegó hace algunos años a esta ciudad, procedente de Veracruz y aquí adquirió cierta notoriedad gracias a sus poemas. Por ejemplo: "Ese perrito mi Pinto, /llueve o truene él me acompaña, /haga frío o haga calor, /porque en esta triste vida, / solitos quedamos los dos". Don Carolino falleció hace algunos meses, a los 75 años.

Por su parte, Marta Gallardo, muy joven escribió poesía y la mandó a concursos. Primero, a unos juegos florales del ACA (Asociación Cultural Aguascalentense) en, donde según sus palabras: “concursaron nada menos que Víctor Sandoval y Salvador mi hermano, ¡ y les gané!”. Luego, participó en VII juegos florales Ramón López Velarde en Zacatecas, donde le reconocieron la calidad de sus “Décimas a la presencia de la muerte” y la premiaron con la flor natural. Cito la siguiente estrofa: “Es imposible saber / el porqué de ese temor/ que aleja de ti el amor/ al no poder comprender/ que, si es difícil el ser/ el dejar de ser lo es más./ Por eso en mi encontrarás/ un corazón prevenido,/ que al detener su latido/ en tu olvido fundirás”.

Martha Gallardo, quien fue maestra, directora de la Normal del Estado, madre de varios hijos, estudiosa de la psicología educativa y de la pedagogía, no se olvidó de la poesía. La asociación ALMA, (Asociación lectora de mujeres en Aguascalientes), la entrevistamos hace dos años, después de las referencias proporcionadas por Renata Bisnácida, y en su casa hemos celebrado más de una tertulia, donde ella ha rememorado los tiempos en que su padre transmitió a sus hijos, con su presencia y enseñanzas, el amor por la literatura, las lecturas de Pita Amor, las referencias a Gonzalo de Berceo, la forma de marcar la métrica y el ritmo en los versos. Todas estas conversaciones, a la par que sus versos, son un legado invaluable para esta ciudad y sus poetas, que apenas en estos últimos años hemos aprendido a dialogar con ella.

. La poesía nos revela su fuerza trasformadora siempre, y más cuando nos reunimos los poetas en esta ciudad de tierra adentro, donde nació Dolores Casto, y pasó sus primeros años juveniles Ramón López Velarde. De esta memorable reunión destaco la voz de dos escritores. De la mesa de poetas con trayectoria, me resulta indispensable hablar de América de la Torre, quien actualmente radica en Morelia, y quien viajó a esta ciudad acompañada de su hijo y fiel asistente, el joven Azul. De ella cito estos versos, de su libro Orioles. Palabras: “y ahí también está ella por supuesto, que se hace mujer cada día y va vestida siempre para la guerra. Ahí su mayor deseo de imprimirse a inhalaciones todos los idiomas que pronuncian sonidos incomprensibles en el poema que el pequeño ser construye […]”.p. 51.

De Asunción de León, joven poeta emergente, cito un fragmento de su poema “Nacer” ”En el cálido vientre de la Luna dormía tranquila hasta que ese día, que abrazando el impulso de mi corazón y empujada por la presión del aliento de mi madre, vi nacer la luz en medio de sus ojos llenos de temor. “Es mujer” dijo y plantó una lágrima en mi frente bendiciendo mi paso por este mundo.

“Yo no pedí nacer por eso quise crecer hacia abajo, / hundirme en la oscuridad más húmeda de la Tierra, / quise morir ahogada por su aroma/ quise encontrar a un Dios desnudo/ reclamar mi destino/ convencerlo de transmutar mi esencia a una piedra, / desaparecer de la mirada de los hombres/ y esconderme del miedo que implica vivir.”

Quiero cerrar este artículo, hago referencia a la magia que tiene la poesía, el poderoso influjo de estos encuentros, ya lo decía la poeta Blanca Bátiz, quien con acierto moderó las tres mesas del Encuentro,” la poesía en voz alta transmite una emoción que nos deja con íntimo temblor”. Por último, una disculpa por no mencionar a todos los poetas participantes. Un saludo a Eudoro Fonseca y Paty Ortiz, a Antonio Vargas, a Renata Armas, quien cantó a ritmo de rap y quien fue el alma de esta reunión.

Hay momentos en que los lemas se convierten en experiencia palpable. Eso ocurrió hace unos días en el XI Encuentro latinoamericano de poetas “La Vitoria”, organizado en esta ciudad por Renata Armas, o Renata Bisnácida, poeta y activista. Éste se llevó a cabo en el CIELA, centro de estudios literarios, actualmente bajo la dirección de la poeta Sofía Ramírez. El poder transformador de la poesía nos permite ser testigos de historias significativas, como la de la poeta Marta Gallardo Topete, hija del vate estridentista Salvador Gallardo Dávalos y hermana del poeta Salvador Gallardo Topete, también conocido como Salvador Gallardo El hijo. Ella recibió un homenaje junto con el “poeta urbano” Carolino Serrano Andrade, un hombre que llegó hace algunos años a esta ciudad, procedente de Veracruz y aquí adquirió cierta notoriedad gracias a sus poemas. Por ejemplo: "Ese perrito mi Pinto, /llueve o truene él me acompaña, /haga frío o haga calor, /porque en esta triste vida, / solitos quedamos los dos". Don Carolino falleció hace algunos meses, a los 75 años.

Por su parte, Marta Gallardo, muy joven escribió poesía y la mandó a concursos. Primero, a unos juegos florales del ACA (Asociación Cultural Aguascalentense) en, donde según sus palabras: “concursaron nada menos que Víctor Sandoval y Salvador mi hermano, ¡ y les gané!”. Luego, participó en VII juegos florales Ramón López Velarde en Zacatecas, donde le reconocieron la calidad de sus “Décimas a la presencia de la muerte” y la premiaron con la flor natural. Cito la siguiente estrofa: “Es imposible saber / el porqué de ese temor/ que aleja de ti el amor/ al no poder comprender/ que, si es difícil el ser/ el dejar de ser lo es más./ Por eso en mi encontrarás/ un corazón prevenido,/ que al detener su latido/ en tu olvido fundirás”.

Martha Gallardo, quien fue maestra, directora de la Normal del Estado, madre de varios hijos, estudiosa de la psicología educativa y de la pedagogía, no se olvidó de la poesía. La asociación ALMA, (Asociación lectora de mujeres en Aguascalientes), la entrevistamos hace dos años, después de las referencias proporcionadas por Renata Bisnácida, y en su casa hemos celebrado más de una tertulia, donde ella ha rememorado los tiempos en que su padre transmitió a sus hijos, con su presencia y enseñanzas, el amor por la literatura, las lecturas de Pita Amor, las referencias a Gonzalo de Berceo, la forma de marcar la métrica y el ritmo en los versos. Todas estas conversaciones, a la par que sus versos, son un legado invaluable para esta ciudad y sus poetas, que apenas en estos últimos años hemos aprendido a dialogar con ella.

. La poesía nos revela su fuerza trasformadora siempre, y más cuando nos reunimos los poetas en esta ciudad de tierra adentro, donde nació Dolores Casto, y pasó sus primeros años juveniles Ramón López Velarde. De esta memorable reunión destaco la voz de dos escritores. De la mesa de poetas con trayectoria, me resulta indispensable hablar de América de la Torre, quien actualmente radica en Morelia, y quien viajó a esta ciudad acompañada de su hijo y fiel asistente, el joven Azul. De ella cito estos versos, de su libro Orioles. Palabras: “y ahí también está ella por supuesto, que se hace mujer cada día y va vestida siempre para la guerra. Ahí su mayor deseo de imprimirse a inhalaciones todos los idiomas que pronuncian sonidos incomprensibles en el poema que el pequeño ser construye […]”.p. 51.

De Asunción de León, joven poeta emergente, cito un fragmento de su poema “Nacer” ”En el cálido vientre de la Luna dormía tranquila hasta que ese día, que abrazando el impulso de mi corazón y empujada por la presión del aliento de mi madre, vi nacer la luz en medio de sus ojos llenos de temor. “Es mujer” dijo y plantó una lágrima en mi frente bendiciendo mi paso por este mundo.

“Yo no pedí nacer por eso quise crecer hacia abajo, / hundirme en la oscuridad más húmeda de la Tierra, / quise morir ahogada por su aroma/ quise encontrar a un Dios desnudo/ reclamar mi destino/ convencerlo de transmutar mi esencia a una piedra, / desaparecer de la mirada de los hombres/ y esconderme del miedo que implica vivir.”

Quiero cerrar este artículo, hago referencia a la magia que tiene la poesía, el poderoso influjo de estos encuentros, ya lo decía la poeta Blanca Bátiz, quien con acierto moderó las tres mesas del Encuentro,” la poesía en voz alta transmite una emoción que nos deja con íntimo temblor”. Por último, una disculpa por no mencionar a todos los poetas participantes. Un saludo a Eudoro Fonseca y Paty Ortiz, a Antonio Vargas, a Renata Armas, quien cantó a ritmo de rap y quien fue el alma de esta reunión.