/ jueves 19 de octubre de 2023

Palabras en violeta | Voto femenino: 70 años después ¿qué sigue?

Hace 70 años las mujeres en México lograron que se reconociera lo que era su derecho: votar y ser votadas.

Pero este camino fue muy difícil, desde los años posteriores a la Revolución Mexicana, las sufragistas en nuestro país exigieron libertad para ejercer sus derechos.

Se toparon con negativas y promesas incumplidas, y poco a poco fueron ganando terreno en la reivindación de sus derechos, primero lograr votar en elecciones municipales y luego en las elecciones federales.

Así, en años posteriores fueron electas las primeras mujeres alcaldesas como Carmelita Martin del Campo en Aguascalientes en 1957 y una gobernadora, Griselda Álvarez en 1979 en Colima.

Las resistencias de los tomadores de decisiones en los partidos políticos eran evidentes: desde 1979 al 2018 solamente habían sido electas 9 gobernadoras en México

Como medidas para derribar obstáculos históricos por la desigualdad en la participación de hombres y mujeres en política y para hacer el piso más parejo comenzaron a hacerse obligatorias las cuotas de género que obligaban a que al menos el 30% de las candidaturas fueran para mujeres, pero hasta en eso había trampas: recordemos el caso conocido como “Las Juanitas” en referencia a un grupo de legisladoras federales que fueron obligadas a pedir licencia y dejar a hombres en sus cargos por lo que para evitar esas trampas también se hizo obligatorio que las suplentes de las mujeres candidatas fueran mujeres.

Años después llegó una segunda gran reforma a nuestro país en la que se logró la paridad en todo para garantizar que las cámaras federales, locales, cabildos, gabinetes y candidaturas de todos los niveles fueron mitad para hombres y mitad para mujeres.

Pero también se han tenido que regular hasta los espacios en los que competimos las mujeres, los llamados bloques de competitividad básicamente son para evitar que las mujeres sean candidatas en espacios perdedores, es decir, en distritos o municipios donde esos partidos nunca ganan y \u0009que se garantice que participen en lugares realmente competitivos.

Hoy tenemos esta realidad, muchas más mujeres gobernadoras en funciones y también, hasta el momento, 2 candidatas a la Presidencia de México.

¿Pero qué sigue entonces?

Sigue que las mujeres lleguen a los espacios de toma de decisión no olviden este camino andado, que tuvo muchos obstáculos derribados gracias a otras mujeres que desde el feminismo en espacios políticos y desde las organizaciones civiles.

Hoy a 70 años les pedimos a las mujeres en cargos públicos que no olviden que las mujeres siempre hemos estado y seguimos estando en una posición de desigualdad en la política y en todos los ámbitos, a ellas les pedimos una mirada distinta para reconocer y trabajar para disminuir estas desventajas de millones y niñas y mujeres en México.

Y de los hombres no necesitamos que sonrían en los eventos de aniversario del voto femenino, no queremos que se cuelguen de la bandera de la igualdad, exigimos que cambien las formas machistas de hacer política, que no nos excluyan porque para hacer un país más igualitario necesitamos acciones de todas y todos.

Necesitamos legislaciones y políticas públicas apoyadas por todas y todos para cambiar la división sexual del trabajo, para prevenir el abuso sexual, el embarazo adolescente, para disminuir la brecha salarial de género y también para erradicar la violencia de género porque vivimos en un país donde siguen asesinado a diario a 10 mujeres por el hecho de ser mujeres.

Hace 70 años las mujeres en México lograron que se reconociera lo que era su derecho: votar y ser votadas.

Pero este camino fue muy difícil, desde los años posteriores a la Revolución Mexicana, las sufragistas en nuestro país exigieron libertad para ejercer sus derechos.

Se toparon con negativas y promesas incumplidas, y poco a poco fueron ganando terreno en la reivindación de sus derechos, primero lograr votar en elecciones municipales y luego en las elecciones federales.

Así, en años posteriores fueron electas las primeras mujeres alcaldesas como Carmelita Martin del Campo en Aguascalientes en 1957 y una gobernadora, Griselda Álvarez en 1979 en Colima.

Las resistencias de los tomadores de decisiones en los partidos políticos eran evidentes: desde 1979 al 2018 solamente habían sido electas 9 gobernadoras en México

Como medidas para derribar obstáculos históricos por la desigualdad en la participación de hombres y mujeres en política y para hacer el piso más parejo comenzaron a hacerse obligatorias las cuotas de género que obligaban a que al menos el 30% de las candidaturas fueran para mujeres, pero hasta en eso había trampas: recordemos el caso conocido como “Las Juanitas” en referencia a un grupo de legisladoras federales que fueron obligadas a pedir licencia y dejar a hombres en sus cargos por lo que para evitar esas trampas también se hizo obligatorio que las suplentes de las mujeres candidatas fueran mujeres.

Años después llegó una segunda gran reforma a nuestro país en la que se logró la paridad en todo para garantizar que las cámaras federales, locales, cabildos, gabinetes y candidaturas de todos los niveles fueron mitad para hombres y mitad para mujeres.

Pero también se han tenido que regular hasta los espacios en los que competimos las mujeres, los llamados bloques de competitividad básicamente son para evitar que las mujeres sean candidatas en espacios perdedores, es decir, en distritos o municipios donde esos partidos nunca ganan y \u0009que se garantice que participen en lugares realmente competitivos.

Hoy tenemos esta realidad, muchas más mujeres gobernadoras en funciones y también, hasta el momento, 2 candidatas a la Presidencia de México.

¿Pero qué sigue entonces?

Sigue que las mujeres lleguen a los espacios de toma de decisión no olviden este camino andado, que tuvo muchos obstáculos derribados gracias a otras mujeres que desde el feminismo en espacios políticos y desde las organizaciones civiles.

Hoy a 70 años les pedimos a las mujeres en cargos públicos que no olviden que las mujeres siempre hemos estado y seguimos estando en una posición de desigualdad en la política y en todos los ámbitos, a ellas les pedimos una mirada distinta para reconocer y trabajar para disminuir estas desventajas de millones y niñas y mujeres en México.

Y de los hombres no necesitamos que sonrían en los eventos de aniversario del voto femenino, no queremos que se cuelguen de la bandera de la igualdad, exigimos que cambien las formas machistas de hacer política, que no nos excluyan porque para hacer un país más igualitario necesitamos acciones de todas y todos.

Necesitamos legislaciones y políticas públicas apoyadas por todas y todos para cambiar la división sexual del trabajo, para prevenir el abuso sexual, el embarazo adolescente, para disminuir la brecha salarial de género y también para erradicar la violencia de género porque vivimos en un país donde siguen asesinado a diario a 10 mujeres por el hecho de ser mujeres.