/ miércoles 14 de febrero de 2024

Advierten sobre el “Día Cero”: un México sin agua

La realidad ha superado la ficción y el futuro nos ha alcanzado.

Lo que hace apenas unos meses parecía lejano e improbable ha venido a darnos un golpe de realidad con el anuncio de un posible "Día cero" para que el agua se acabe en el Valle de México.

Diferentes estudios nos han alertado que lo que solo veíamos gracias a las películas catastróficas del futuro, pero desafortunada y dolorosamente es algo que esta a la vuelta de la esquina.

Diversos medios de comunicación confirman que la crisis hídrica afecta ya a 11 entidades del país, el IMCO (Instituto Mexicano para la Competitividad) alerta además una falta de coordinación entre autoridades de los tres niveles de gobierno y una infraestructura hidraúlica obsoleta que no puede hacer frente a esta crisis y que incluso es parte del grave problema.

En México las cifras respecto a la accesibilidad de agua, revelan un escenario nada favorable, pues de las 210 presas que tenemos a nivel nacional, 05 están completamente secas y 23 operan por debajo del 10% de su capacidad.

Ahora, si bien la Organización de las Naciones Unidas ha estimado que el día cero llegaría en el 2028, esta fecha probable es cuando el gobierno ya no podría garantizar el abasto del agua en regiones como la ciudad de México.

La Comisión Nacional del Agua advirtió que las presas que conforman el sistema Cutzamala, esencial para la zona metropolitana del Valle de México, podría agotarse antes de mediados del presente año, sí, los datos indican que de seguir así, en junio simplemente ya no habría agua para abastecer localidades de la Ciudad de México y del Estado de México.

Esto no solamente es preocupante, es un escenario desolador para la ciudadanía, pero lo es principalmente para quienes menos tienen pues las personas en pobreza enfrentan ya esta escasez en forma desigual y en desventaja frente a quienes más tienen.

Pero Aguascalientes es justamente uno de los estados que también presenta sequía y un grave riesgo de un importante desabasto pues es una de las 10 entidades con mayor estrés hídrico, colocándose en los primeros 5 lugares en los últimos meses.

Expertos señalan que la temporada de lluvias podría ayudar a aminorar esta difícil situación, sin embargo esto será inútil si no se acompaña de políticas públicas eficientes para hacer frente a la sequía.

Se requieren acciones de los 03 niveles de gobierno que van desde la inversión en plantas de tratamiento, sistemas de cosecha de lluvia, tecnificación de riego en el campo y reconversión de cultivos hasta reducir las fugas en las tuberías que alcanzan hasta un 50% de pérdidas.

En época electoral el tema del agua no debe ser un botín político ni electorero.

A la par de esto, es urgente hablar con la población y advertir este riesgo, es decir, hablar con la verdad de una vez por todas a la ciudadanía que con acciones individuales y colectivas pueden ayudar a hacer frente a esta crisis, cada persona y cada familia así como cada empresa conforme a sus posibilidades, pues aquí también existe una desventaja para las personas en pobreza, pero todas y todos debemos cooperar con cambios de hábitos y un uso más eficiente del vital líquido.

La realidad ha superado la ficción y el futuro nos ha alcanzado.

Lo que hace apenas unos meses parecía lejano e improbable ha venido a darnos un golpe de realidad con el anuncio de un posible "Día cero" para que el agua se acabe en el Valle de México.

Diferentes estudios nos han alertado que lo que solo veíamos gracias a las películas catastróficas del futuro, pero desafortunada y dolorosamente es algo que esta a la vuelta de la esquina.

Diversos medios de comunicación confirman que la crisis hídrica afecta ya a 11 entidades del país, el IMCO (Instituto Mexicano para la Competitividad) alerta además una falta de coordinación entre autoridades de los tres niveles de gobierno y una infraestructura hidraúlica obsoleta que no puede hacer frente a esta crisis y que incluso es parte del grave problema.

En México las cifras respecto a la accesibilidad de agua, revelan un escenario nada favorable, pues de las 210 presas que tenemos a nivel nacional, 05 están completamente secas y 23 operan por debajo del 10% de su capacidad.

Ahora, si bien la Organización de las Naciones Unidas ha estimado que el día cero llegaría en el 2028, esta fecha probable es cuando el gobierno ya no podría garantizar el abasto del agua en regiones como la ciudad de México.

La Comisión Nacional del Agua advirtió que las presas que conforman el sistema Cutzamala, esencial para la zona metropolitana del Valle de México, podría agotarse antes de mediados del presente año, sí, los datos indican que de seguir así, en junio simplemente ya no habría agua para abastecer localidades de la Ciudad de México y del Estado de México.

Esto no solamente es preocupante, es un escenario desolador para la ciudadanía, pero lo es principalmente para quienes menos tienen pues las personas en pobreza enfrentan ya esta escasez en forma desigual y en desventaja frente a quienes más tienen.

Pero Aguascalientes es justamente uno de los estados que también presenta sequía y un grave riesgo de un importante desabasto pues es una de las 10 entidades con mayor estrés hídrico, colocándose en los primeros 5 lugares en los últimos meses.

Expertos señalan que la temporada de lluvias podría ayudar a aminorar esta difícil situación, sin embargo esto será inútil si no se acompaña de políticas públicas eficientes para hacer frente a la sequía.

Se requieren acciones de los 03 niveles de gobierno que van desde la inversión en plantas de tratamiento, sistemas de cosecha de lluvia, tecnificación de riego en el campo y reconversión de cultivos hasta reducir las fugas en las tuberías que alcanzan hasta un 50% de pérdidas.

En época electoral el tema del agua no debe ser un botín político ni electorero.

A la par de esto, es urgente hablar con la población y advertir este riesgo, es decir, hablar con la verdad de una vez por todas a la ciudadanía que con acciones individuales y colectivas pueden ayudar a hacer frente a esta crisis, cada persona y cada familia así como cada empresa conforme a sus posibilidades, pues aquí también existe una desventaja para las personas en pobreza, pero todas y todos debemos cooperar con cambios de hábitos y un uso más eficiente del vital líquido.