Los últimos meses en redes sociales hemos observado una serie de discursos peligrosos no solamente de desinformación sino que han amplificado posturas de odio y discriminación hacia el género femenino.
Un creador de contenido que bajo el nombre de “Temach” publica videos de “autoayuda” y “consejería” para hombres, ha sido centro de la conversación en múltiples ocasiones, ya sea por asegurar que un hombre no debería estar con mujeres que ganen más dinero que ellos o por pelearse (imaginariamente) con la marca de ropa y calzado “Adidas” porque le resultó muy indignante que la marca le retirara el patrocinio luego de que su ex pareja lo denunciara por violentarla física y verbalmente, por lo cual dicho personaje incitó a sus seguidores a dejar de comprar productos de Adidas como forma de protesta hacia la medida que la marca tomó para ponerse de lado de las víctimas.
En sus videos incluso ha asegurado que el odio que le tienen algunos usuarios de internet se debe a que el destapó una verdad que nadie se atrevía a decir y es que las mujeres manejan el mundo, es decir, que “vivimos en un matriarcado”. Para mí fue imposible contener la risa cuando vi estas declaraciones, misma que se me quitó cuando caí en cuenta de que este hombre tiene influencia sobre muchos niños y hombres pues cuenta con más de 5 millones de seguidores en TikTok, por lo que este discurso podría ser peligroso pero además si nos vamos a los hechos es evidente que es falso.
Si el mundo realmente fuera dirigido por mujeres habría más que solo 26 mujeres jefas de Estado o presidentas de gobiernos a nivel mundial, más mujeres del actual 22% estarían a cargo del desarrollo de inteligencias artificiales en el mundo, en América Latina los CEO de empresas no serían solo 4% mujeres y 3% a nivel mundial.
Es más, si esto fuera realidad no existiría la brecha salarial de género en el mundo y en México no sería una diferencia cercana al 20% entre los ingresos de los hombres con relación al de las mujeres.
Aún en los campos que en el imaginario colectivo son “para mujeres” estas figuran muy poco, por ejemplo, en la industria de la moda solo el 14% de las principales marcas son administradas por mujeres, en cambio, son hombres quienes dirigen marcas de renombre como Vogue, Zara y Gucci.
En la industria del entretenimiento como el cine, solo el 18% de quienes dirigen son mujeres, y no olvidemos que en décadas anteriores aunque las mujeres tuvieron roles importantes en la producción cinematográfica como guionistas, editoras o directoras de fotografía, en los créditos aparecían como asistentes.
En el área de tecnología las mujeres tampoco suelen figurar pues las empresas más relevantes del mundo en esta área son dirigidas por hombres: Apple, Microsoft, Amazon, Google, Meta y un largo etc. Bueno, basta ver que cuando se habla de las personas más ricas del mundo se menciona “los hombres más ricos del mundo” y México no es la excepción con Carlos Slim.
Si el mundo fuera liderado por mujeres tampoco hubiéramos tenido que recurrir al principio de paridad de género en las candidaturas para cargos de elección popular para al menos tener un piso más parejo y la posibilidad de competir en los cargos más importantes y con mayores posibilidades de triunfo.
Sin embargo, hay aspectos sociales y políticos en los que si que lideramos las mujeres, por ejemplo: el 77% de las mujeres en México han sido víctimas de acoso y más del 50% sufrieron violencia en sus hogares además de las 11 mujeres que son víctimas de feminicidio cada día.
Y a nivel mundial 1 de cada 3 mujeres sufrió violencia sexual a temprana edad y el 95% de las víctimas de trata de personas y explotación sexual son mujeres y niñas.
Según datos de la ONU Mujeres, pese a los avances legislativos, de las políticas públicas de género, del empoderamiento de las mujeres, de seguir alzando la voz y defendiendo nuestros derechos y ocupando los espacios, a este ritmo la igualdad de género podría cristalizarse en 130 años.
Y es que el tema no es precisamente que necesitemos un mundo liderado, gobernado o dominado por mujeres exclusivamente, no se trata jamás de una pelea sin sentido entre hombres y mujeres. La búsqueda de la igualdad de género es crear un piso parejo para nosotras, un mejor presente para las que estamos hoy y un futuro sin violencia de género para las que vienen, sin abuso sexuales, sin acoso, con salarios justos, con verdadera igualdad en el acceso a la vivienda, a la salud y a la educación, a decidir sobre nuestros cuerpos, a tener el derecho de hacer política sin depender de los hombres, a poder vivir sin miedo, a que no nos falte ni una más por el hecho de ser mujeres.
