/ miércoles 17 de noviembre de 2021

A favor de la juventud

Aguascalientes es un estado joven, con un promedio de edad de 27 años, incluso debajo de la media nacional de 29; actualmente el 26% de la población tiene entre 15 y 29 años, de ahí la importancia de capitalizar este recurso y generar políticas públicas que les permitan un desarrollo integral.

Como joven, como parte de una nueva generación de políticos, para mí siempre ha sido de suma importancia impulsar distintas acciones que representen más oportunidades para ese sector de la población que representa el presente y el futuro de nuestro estado.

Por eso, cuando fui alcaldesa de Aguascalientes impulsé la creación del Instituto de la Juventud y desde ahí generamos muchos programas como las becas de movilidad internacional, las becas de titulación, actividades deportivas y culturales, además de impulsar a los emprendedores que hoy ya tienen en marcha sus negocios y están generando empleos.

Falta mucho por hacer; actualmente en el estado solo el 46% de la población joven cuenta con educación media superior o superior y el 43% de los jóvenes cuenta sólo con secundaria completa, muchos más apenas concluyeron la primaria.

Otro dato que no puede pasar por alto es que en 2020 Aguascalientes reportó un consumo de alcohol de 7.4 litros en promedio al año por persona, mientras que la media nacional fue de 4.3 litros. Eso significa que estamos entre los tres estados con mayor consumo. Además, el 16 % de la población joven ha consumido al menos una vez algún tipo de droga ilegal.

Por su eso fuera poco, existe una importante brecha de género en la población ocupada; del total de población joven que tiene un trabajo el 61 % son hombres y el 39 % son mujeres. Lamentablemente muchos de ellos, el 37% recibe entre 1 y 2 salarios mínimos y apenas el 0.69 por ciento de ellos tiene percepciones mayores a 5 salarios mínimos.

Desde luego, estos temas más que preocuparnos deben ocuparnos; además de canalizar recursos a los programas que están enfocados a este sector, tenemos que aprovechar el impulso de las organizaciones juveniles, apoyarnos en ellas para resolver los grandes problemas que aquejan a los jóvenes del estado como la deserción escolar, las adicciones, la falta de empleo y los problemas socioemocionales que los aquejan.

Los jóvenes tienen una visión distinta; con su vitalidad y creatividad pueden y deben tener una participación activa en la vida del país para propiciar más oportunidades y una mejor calidad de vida para ellos y sus familias.

Es responsabilidad de los gobiernos brindarles oportunidades en muchos ámbitos de desarrollo personal y profesional, y con ello, alejarlos de adicciones, y la delincuencia. De eso se trata, de involucrarlos, de hacer equipo con ellos brindándoles asesoría y acompañamiento para promover su formación académica, un desarrollo integral y al mismo tiempo desarrollar sus talentos para que esa creatividad e ímpetu que les caracteriza, también se vea reflejado en un mejor país y en un mejor Aguascalientes.

Aguascalientes es un estado joven, con un promedio de edad de 27 años, incluso debajo de la media nacional de 29; actualmente el 26% de la población tiene entre 15 y 29 años, de ahí la importancia de capitalizar este recurso y generar políticas públicas que les permitan un desarrollo integral.

Como joven, como parte de una nueva generación de políticos, para mí siempre ha sido de suma importancia impulsar distintas acciones que representen más oportunidades para ese sector de la población que representa el presente y el futuro de nuestro estado.

Por eso, cuando fui alcaldesa de Aguascalientes impulsé la creación del Instituto de la Juventud y desde ahí generamos muchos programas como las becas de movilidad internacional, las becas de titulación, actividades deportivas y culturales, además de impulsar a los emprendedores que hoy ya tienen en marcha sus negocios y están generando empleos.

Falta mucho por hacer; actualmente en el estado solo el 46% de la población joven cuenta con educación media superior o superior y el 43% de los jóvenes cuenta sólo con secundaria completa, muchos más apenas concluyeron la primaria.

Otro dato que no puede pasar por alto es que en 2020 Aguascalientes reportó un consumo de alcohol de 7.4 litros en promedio al año por persona, mientras que la media nacional fue de 4.3 litros. Eso significa que estamos entre los tres estados con mayor consumo. Además, el 16 % de la población joven ha consumido al menos una vez algún tipo de droga ilegal.

Por su eso fuera poco, existe una importante brecha de género en la población ocupada; del total de población joven que tiene un trabajo el 61 % son hombres y el 39 % son mujeres. Lamentablemente muchos de ellos, el 37% recibe entre 1 y 2 salarios mínimos y apenas el 0.69 por ciento de ellos tiene percepciones mayores a 5 salarios mínimos.

Desde luego, estos temas más que preocuparnos deben ocuparnos; además de canalizar recursos a los programas que están enfocados a este sector, tenemos que aprovechar el impulso de las organizaciones juveniles, apoyarnos en ellas para resolver los grandes problemas que aquejan a los jóvenes del estado como la deserción escolar, las adicciones, la falta de empleo y los problemas socioemocionales que los aquejan.

Los jóvenes tienen una visión distinta; con su vitalidad y creatividad pueden y deben tener una participación activa en la vida del país para propiciar más oportunidades y una mejor calidad de vida para ellos y sus familias.

Es responsabilidad de los gobiernos brindarles oportunidades en muchos ámbitos de desarrollo personal y profesional, y con ello, alejarlos de adicciones, y la delincuencia. De eso se trata, de involucrarlos, de hacer equipo con ellos brindándoles asesoría y acompañamiento para promover su formación académica, un desarrollo integral y al mismo tiempo desarrollar sus talentos para que esa creatividad e ímpetu que les caracteriza, también se vea reflejado en un mejor país y en un mejor Aguascalientes.

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