/ jueves 9 de mayo de 2024

Reducir las brechas de genero dentro de las Empresas: El Gran Reto

Sin lugar a dudas, el entorno económico y social exigen de una gran reingeniería de las prácticas tradicionales dentro de las empresas, donde el gestionar acciones y estrategias que fomenten una cultura organizacional orientada a la disminución de brechas de desigualdad resulta un eje clave del logro de los objetivos, considerando que el mundo continúa experimentando cambios rápidos y profundos donde existe el reto de afrontar asertivamente los desafíos globales que afectan a las mujeres y a los hombres de manera desigual.

En el ámbito laboral hay dos retos a afrontar por la Alta Dirección y que repercutirán en el éxito de su gestión dentro de la organización. Por un lado, la urgente modificación de las condiciones de trabajo, las cuales hasta cierto punto han buscado responder a las condiciones de competencia actuales, impactando en las prácticas de gestión del capital humano. Por otro, la visibilización del peso de la igualdad de género, aspecto que, a pesar de los grandes pasos dados en este tema, sigue siendo uno de los grandes desafíos que afrontan los gobiernos, las instituciones y los directivos de empresas.

Ambos retos van de la mano, porque exigen una mayor sensibilidad de las áreas de capital humano, al momento de que estas, llevan a cabo procesos de selección que fomenten la contratación de talento con base en sus capacidades y habilidades, más allá de otro tipo de datos o información que pueda conducir a discriminación o no inclusión de diversidad.

“El consenso general denomina diversidad en el ámbito laboral, como el conjunto de acciones y principios que permiten a las empresas contratar e incluir a personas, con condiciones distintas como colaboradores. Estas condiciones de diversidad pueden ser género, orientación sexual, etnia, edad, credo o discapacidad”.

“La diversidad laboral implica ser inclusivos, abrir las puertas de las compañías a cualquier persona que quiera y tenga el talento necesario para trabajar en ellas. No influirá en absoluto, por supuesto, su etnia, género, orientación sexual, religión o estado de salud. Es aceptar la diferencia para enriquecer los servicios o productos, y las formas de buscar soluciones o desarrollar proyectos innovadores y complejos”.

En México, aunque la igualdad de género es promovida y está legislada, “las desigualdades de género han estado presentes por muchos años en diversos ámbitos”

La importancia de contar con condiciones de trabajo que garanticen la igualdad de género en las organizaciones responde no solo a los intereses de las empresas por incrementar su productividad, sino también al reconocimiento del valor de la mujer y a la apertura que se le ha dado a su desarrollo integral, a la aceptación e impulso de que sea ella quien toma las decisiones sobre sus roles, al cumplimiento de sus aspiraciones y a un tratamiento más completo de la familia.

“Poco a poco las políticas de diversidad están evolucionando hacia un modelo más estratégico que se define como: -Política de Diversidad e Inclusión-. De esta manera se diferencia entre una cosa y otra y se hacen complementarias, ya que lo son”.

Por ello es de suma importancia el tener claro que la diversidad, inclusión y la igualdad de género son desafíos que las empresas deben buscar superar, para no discriminar ya que el no hacerlo podría ser un error costoso para la compañía e incluso el fracaso de su estrategia.

@Janette Rodriguezv

Sin lugar a dudas, el entorno económico y social exigen de una gran reingeniería de las prácticas tradicionales dentro de las empresas, donde el gestionar acciones y estrategias que fomenten una cultura organizacional orientada a la disminución de brechas de desigualdad resulta un eje clave del logro de los objetivos, considerando que el mundo continúa experimentando cambios rápidos y profundos donde existe el reto de afrontar asertivamente los desafíos globales que afectan a las mujeres y a los hombres de manera desigual.

En el ámbito laboral hay dos retos a afrontar por la Alta Dirección y que repercutirán en el éxito de su gestión dentro de la organización. Por un lado, la urgente modificación de las condiciones de trabajo, las cuales hasta cierto punto han buscado responder a las condiciones de competencia actuales, impactando en las prácticas de gestión del capital humano. Por otro, la visibilización del peso de la igualdad de género, aspecto que, a pesar de los grandes pasos dados en este tema, sigue siendo uno de los grandes desafíos que afrontan los gobiernos, las instituciones y los directivos de empresas.

Ambos retos van de la mano, porque exigen una mayor sensibilidad de las áreas de capital humano, al momento de que estas, llevan a cabo procesos de selección que fomenten la contratación de talento con base en sus capacidades y habilidades, más allá de otro tipo de datos o información que pueda conducir a discriminación o no inclusión de diversidad.

“El consenso general denomina diversidad en el ámbito laboral, como el conjunto de acciones y principios que permiten a las empresas contratar e incluir a personas, con condiciones distintas como colaboradores. Estas condiciones de diversidad pueden ser género, orientación sexual, etnia, edad, credo o discapacidad”.

“La diversidad laboral implica ser inclusivos, abrir las puertas de las compañías a cualquier persona que quiera y tenga el talento necesario para trabajar en ellas. No influirá en absoluto, por supuesto, su etnia, género, orientación sexual, religión o estado de salud. Es aceptar la diferencia para enriquecer los servicios o productos, y las formas de buscar soluciones o desarrollar proyectos innovadores y complejos”.

En México, aunque la igualdad de género es promovida y está legislada, “las desigualdades de género han estado presentes por muchos años en diversos ámbitos”

La importancia de contar con condiciones de trabajo que garanticen la igualdad de género en las organizaciones responde no solo a los intereses de las empresas por incrementar su productividad, sino también al reconocimiento del valor de la mujer y a la apertura que se le ha dado a su desarrollo integral, a la aceptación e impulso de que sea ella quien toma las decisiones sobre sus roles, al cumplimiento de sus aspiraciones y a un tratamiento más completo de la familia.

“Poco a poco las políticas de diversidad están evolucionando hacia un modelo más estratégico que se define como: -Política de Diversidad e Inclusión-. De esta manera se diferencia entre una cosa y otra y se hacen complementarias, ya que lo son”.

Por ello es de suma importancia el tener claro que la diversidad, inclusión y la igualdad de género son desafíos que las empresas deben buscar superar, para no discriminar ya que el no hacerlo podría ser un error costoso para la compañía e incluso el fracaso de su estrategia.

@Janette Rodriguezv