/ viernes 24 de junio de 2022

Café Fausto | Literatura soviética de la Segunda Guerra

Esta semana terminé de leer el libro “Los hombres de Panfílov” de Alexander Bek, una obra editada recientemente por el Fondo de Cultura Económica (FCE) que narra la historia del teniente Baurdján Momish- Ulí, un comandante del Ejército Rojo en medio de la “Guerra Patria”, es decir, durante la Segunda Guerra Mundial específicamente en el momento de la heroica defensa de Moscú.

La obra me sorprendió por su sencilla narrativa, su capacidad de describir la realidad y la brutalidad de la guerra con profundo sentido humano, en un texto escrito por un creador que se incorporó al Ejército Rojo teniendo dieciséis años durante la guerra civil primero como miliciano y después como periodista. Esa experiencia ganada le permitió cubrir el frente soviético como corresponsal de guerra mostrando la otra cara de esa conflagración y que, para los lectores llamados occidentales, puede ser un hallazgo repleto de sorpresas.

Y sí, en “Los hombres de Panfílov” el autor nos describe lo que era el miedo del soldado antes del combate, la ira de la tropa ante el desertor y las consecuencias de la violencia en esa guerra, es un libro totalmente recomendable. Para los interesados en leerla pueden descargarla gratis en formato PDF en la página de la Brigada Para Leer en Libertad A.C. creada por el admirado Paco Ignacio Taibo y que en el caso de este libro es una coedición lograda gracias a esa organización y el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), la liga directa de descarga es brigadaparaleerenlibertad.com. No está de más añadir que en esa página pueden encontrar cientos de libros de autores clásicos y contemporáneos para descarga gratuita como un noble esfuerzo para fomentar la lectura.

Regreso al tema sobre la literatura soviética de la Segunda Guerra Mundial y añado que uno de mis gustos personales es leer esas obras que de entrada es muy difícil de conseguir. El primer reto es encontrar textos traducidos al español en buenas ediciones.

La primera opción en ese reto es conseguir obras publicadas por la editorial cubana Ediciones Huracán realizadas a través de la Editorial de Arte y Literatura en la década de los setenta, de ese periodo destaco la novela “El Comité Regional Clandestino Actúa” de Alexei F. Fiodorov publicada en tres extensos volúmenes en los que se muestra la vida en el campo de batalla de un contingente soviético en Ucrania narrado con mucho realismo y cercano a las emociones de los combatientes.

La obra escrita por el también héroe de la Unión Soviética nos describe cómo al principio de la invasión muchos de los generales que habían sido grandes luchadores durante la Revolución ya eran unos burócratas sin mucha capacidad de respuesta ante la emergencia, lo que hizo que la verdadera defensa del territorio surgiera del pueblo mismo creando una resistencia guerrillera de manera casi espontánea como en el momento en que lograron la transformación histórica al socialismo. Me llama la atención también de esa obra cómo el vodka era tan indispensable como las balas para ganar batallas, eso me hace recordar esa conocida frase que alguna vez le leí a mi amigo, el historiador jalisciense Jaime Olveda de que “no hay guerra sobria”.

En ese mismo camino hay opciones como la novela “Ocurrió cerca de Rovno” de Dimitri Medvediev que cuenta lo vivido por el guerrillero soviético Nikolai Kuznetsov en su lucha contra Erich Koch el comisario del Tercer Reich en Ucrania. Esta edición es gracias a Ediciones en Lenguas Extranjeras de Moscú, es decir, lograr conseguir ediciones de la Unión Soviética impresas en español.

Aunque no es novela, pero si una curiosidad de la época es el libro “El informe de Hitler” realizado por los editores Henrik Eberle y Matthias Uhl en la que reproducen el informe secreto del servicio de inteligencia ruso NKVD, que luego se llamaría KGB sobre los interrogatorios a los ayudantes personales de Hitler luego de la toma de Berlín.

Más allá de los datos personales e íntimos sobre Hitler y la información recabada sobre el gobierno Nazi, el libro publicado por Tusquets nos permite reconocer cómo se operó la labor de inteligencia en el frente ruso.

De más fácil acceso, de lectura rápida y amena sugiero “El Zoológico” de Vasili Grossman, una crónica periodística editada en la colección Vientos del Pueblo del FCE en la que el autor desarrolla a través de una brillante metáfora respecto a los efectos negativos de la extrema derecha al llegar al poder con la visita al zoológico abandonado en Berlín después de su caída gracias a la ofensiva soviética.

Leer a este tipo de autores sobre este tema nos permite mirar a ese momento histórico desde otra perspectiva, no solamente la de aquellos escritores llamados occidentales que nos hacen creer que la Segunda Guerra fue ganada gracias solamente a las fuerzas estadounidenses, inglesas o francesas y que en el frente soviético se sufrió una realidad más cruel y genocida que en otros territorios. Estos autores además nos aportan un profundo sentido humano, cercano a las emociones y dolor del pueblo y de los combatientes. Tal vez por esa cercanía a las emociones del pueblo a riesgo de caer en el panfleto, es que me gusten tanto.

Esta semana terminé de leer el libro “Los hombres de Panfílov” de Alexander Bek, una obra editada recientemente por el Fondo de Cultura Económica (FCE) que narra la historia del teniente Baurdján Momish- Ulí, un comandante del Ejército Rojo en medio de la “Guerra Patria”, es decir, durante la Segunda Guerra Mundial específicamente en el momento de la heroica defensa de Moscú.

La obra me sorprendió por su sencilla narrativa, su capacidad de describir la realidad y la brutalidad de la guerra con profundo sentido humano, en un texto escrito por un creador que se incorporó al Ejército Rojo teniendo dieciséis años durante la guerra civil primero como miliciano y después como periodista. Esa experiencia ganada le permitió cubrir el frente soviético como corresponsal de guerra mostrando la otra cara de esa conflagración y que, para los lectores llamados occidentales, puede ser un hallazgo repleto de sorpresas.

Y sí, en “Los hombres de Panfílov” el autor nos describe lo que era el miedo del soldado antes del combate, la ira de la tropa ante el desertor y las consecuencias de la violencia en esa guerra, es un libro totalmente recomendable. Para los interesados en leerla pueden descargarla gratis en formato PDF en la página de la Brigada Para Leer en Libertad A.C. creada por el admirado Paco Ignacio Taibo y que en el caso de este libro es una coedición lograda gracias a esa organización y el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), la liga directa de descarga es brigadaparaleerenlibertad.com. No está de más añadir que en esa página pueden encontrar cientos de libros de autores clásicos y contemporáneos para descarga gratuita como un noble esfuerzo para fomentar la lectura.

Regreso al tema sobre la literatura soviética de la Segunda Guerra Mundial y añado que uno de mis gustos personales es leer esas obras que de entrada es muy difícil de conseguir. El primer reto es encontrar textos traducidos al español en buenas ediciones.

La primera opción en ese reto es conseguir obras publicadas por la editorial cubana Ediciones Huracán realizadas a través de la Editorial de Arte y Literatura en la década de los setenta, de ese periodo destaco la novela “El Comité Regional Clandestino Actúa” de Alexei F. Fiodorov publicada en tres extensos volúmenes en los que se muestra la vida en el campo de batalla de un contingente soviético en Ucrania narrado con mucho realismo y cercano a las emociones de los combatientes.

La obra escrita por el también héroe de la Unión Soviética nos describe cómo al principio de la invasión muchos de los generales que habían sido grandes luchadores durante la Revolución ya eran unos burócratas sin mucha capacidad de respuesta ante la emergencia, lo que hizo que la verdadera defensa del territorio surgiera del pueblo mismo creando una resistencia guerrillera de manera casi espontánea como en el momento en que lograron la transformación histórica al socialismo. Me llama la atención también de esa obra cómo el vodka era tan indispensable como las balas para ganar batallas, eso me hace recordar esa conocida frase que alguna vez le leí a mi amigo, el historiador jalisciense Jaime Olveda de que “no hay guerra sobria”.

En ese mismo camino hay opciones como la novela “Ocurrió cerca de Rovno” de Dimitri Medvediev que cuenta lo vivido por el guerrillero soviético Nikolai Kuznetsov en su lucha contra Erich Koch el comisario del Tercer Reich en Ucrania. Esta edición es gracias a Ediciones en Lenguas Extranjeras de Moscú, es decir, lograr conseguir ediciones de la Unión Soviética impresas en español.

Aunque no es novela, pero si una curiosidad de la época es el libro “El informe de Hitler” realizado por los editores Henrik Eberle y Matthias Uhl en la que reproducen el informe secreto del servicio de inteligencia ruso NKVD, que luego se llamaría KGB sobre los interrogatorios a los ayudantes personales de Hitler luego de la toma de Berlín.

Más allá de los datos personales e íntimos sobre Hitler y la información recabada sobre el gobierno Nazi, el libro publicado por Tusquets nos permite reconocer cómo se operó la labor de inteligencia en el frente ruso.

De más fácil acceso, de lectura rápida y amena sugiero “El Zoológico” de Vasili Grossman, una crónica periodística editada en la colección Vientos del Pueblo del FCE en la que el autor desarrolla a través de una brillante metáfora respecto a los efectos negativos de la extrema derecha al llegar al poder con la visita al zoológico abandonado en Berlín después de su caída gracias a la ofensiva soviética.

Leer a este tipo de autores sobre este tema nos permite mirar a ese momento histórico desde otra perspectiva, no solamente la de aquellos escritores llamados occidentales que nos hacen creer que la Segunda Guerra fue ganada gracias solamente a las fuerzas estadounidenses, inglesas o francesas y que en el frente soviético se sufrió una realidad más cruel y genocida que en otros territorios. Estos autores además nos aportan un profundo sentido humano, cercano a las emociones y dolor del pueblo y de los combatientes. Tal vez por esa cercanía a las emociones del pueblo a riesgo de caer en el panfleto, es que me gusten tanto.