/ viernes 19 de abril de 2024

Café Fausto | Arte Joven 2024

Pienso que la creación artística en cualquiera de sus disciplinas debe de llevar una buena cantidad de pasión, de deseo de comunicar algo y de ser posible de innovar teniendo pleno conocimiento de la técnica, de las escuelas y corrientes que lo antecedieron, y saber lo que se realiza actualmente dentro de su comunidad artística.

Se trata de crear buscando tener una propuesta estética clara y de ser posible, este es un punto de vista muy personal, también un claro compromiso ideológico sea cual sea su forma de pensar y es que, aunque muchos artistas contemporáneos, esos que nos tocó esa pesadilla llamada periodo neoliberal en adelante, lo nieguen, todos los artistas defendemos con nuestra obra una forma de pensar, un modo de vida e incluso una postura política. En esto resumo que no hay Arte sin ideología, pero de eso comentaré en otra ocasión.

Con esta reflexión, sobre el proceso creativo, salí de visitar en la Casa de la Cultura “Víctor Sandoval” la muestra de 39 obras ganadoras y seleccionadas del XLIV Encuentro Nacional de Arte Joven (ENAJ) 2024 que se realiza cada año en el marco de la Feria Nacional de San Marcos.

Caminé las salas, observé las obras seleccionadas por el jurado compuesto por Jonathan Fuentes Elías, Valeria Macías, Daril Fortis, Marco Arce y Andrea Martínez que revisaron 900 obras de 600 artistas que al verlas puede intuirse un común denominador sobre los intereses temáticos y las propuestas de los jóvenes artistas de nuestro país.

En esta ocasión los ganadores fueron a Estefanía Flores Reyes de Guanajuato con su obra “Vista desde la ventana más cercana”, Andrea García Sánchez de la Ciudad de México con la obra titulada “Objeto de dominación”, Carmen Ixchel Maya Gutiérrez con “How to be visible” de la Ciudad de México y Klaus Abimael González Carbajal con “De 5:00 am a 8:00 pm”, también de la Ciudad de México.

Técnicas como bordado con estambre acrílico sobre tela de algodón unifil, grabación de video con drone, residuos de cobre de balas fundidos con cobre puro sobre báscula, cerámica de alta temperatura con cadenas, son algunas de las utilizadas para la realización de estas piezas entre ganadoras y las que recibieron mención.

El curador Daril Fortis decidió dividir la exposición en los nodos temáticos que, pienso, precisamente serían lo que desean expresar esos jóvenes creadores: “Mirada obtusa con imágenes íntimas que nos ponen en el lugar del voyerista”, “Estados alterados, con obras que reflejan procesos emocionales y sus manifestaciones corporales”, “Espaciales donde se ensayan reflexiones sobre la diversidad de los espacios”, “Lenguajes, con exploraciones sobre la visualidad, plasticidad, y comunicacionalidad del lenguaje”, “Paradigmas, con piezas que cuestionan los modelos de género” y “Males sociales, con indagaciones sobre problemáticas sociales como la violencia y la desigualdad”.

Más allá del uso de la técnica, de lo arriesgado como artista en andar en la frontera de la innovación y la ocurrencia, en el uso y manejo de la técnica y el oficio en su obra, cuestión que prefiero dejar a especialistas, me atrevo a opinar como un observador de las obras que para mi pesar no pude sentir en su mayoría la pasión necesaria, la intensión, ni la intensidad del discurso de los artistas.

Es probable que esté equivocado, que mi estado de ánimo no ayudara, pero de varios años a esta edición veo falta de pasión en las obras, incluso la provocación en ocasiones la siento superficial, y eso me preocupa respecto a que si esa es la tendencia de los artistas jóvenes de esta década. ¿Estaré envejeciendo? Puede ser, pero prefiero arriesgarme a expresarlo y añadir que veía mayor exigencia y rigor en el proceso de selección de las obras en ediciones anteriores, o es que tal vez eso cambió sin que me diera cuenta como un cotidiano y común observador de obras de arte.

A esto se agrega que el ENAJ por alguna razón, tal vez presupuestal, se achicó, ya no se exponen tantas obras como en las décadas pasadas, y esa sensación de ver una fiesta reducida también lo lamento. Los invito a visitar la muestra y que dialoguemos sobre este tema, seamos o no especialistas.

LAS REINAS EN EL ARCHIVO

Felicito la iniciativa de mis amigos Dolores García-Pimentel y Joaquín Chávez Pérez al organizar en el Archivo Histórico del Estado la exposición “Reinas de la Feria: Un siglo de coronas, cetros y vestidos” en el que participaron esa instancia junto con el Patronato de la Feria Nacional de San Marcos y la Asociación de Reinas de la Feria.

La recorrí un par de horas después de la inauguración, es una emotiva y bien lograda muestra con cetros, coronas, vestidos, bandas, fotos, documentos e incluso un trono usado durante muchos años para la ceremonia de coronación.

Sabemos que la selección y coronación de la reina y sus princesas de la Feria Nacional de San Marcos es parte de nuestras tradiciones en esta entidad, visitar esta exposición es caminar a través de nuestra memoria colectiva. La recomiendo.

Pienso que la creación artística en cualquiera de sus disciplinas debe de llevar una buena cantidad de pasión, de deseo de comunicar algo y de ser posible de innovar teniendo pleno conocimiento de la técnica, de las escuelas y corrientes que lo antecedieron, y saber lo que se realiza actualmente dentro de su comunidad artística.

Se trata de crear buscando tener una propuesta estética clara y de ser posible, este es un punto de vista muy personal, también un claro compromiso ideológico sea cual sea su forma de pensar y es que, aunque muchos artistas contemporáneos, esos que nos tocó esa pesadilla llamada periodo neoliberal en adelante, lo nieguen, todos los artistas defendemos con nuestra obra una forma de pensar, un modo de vida e incluso una postura política. En esto resumo que no hay Arte sin ideología, pero de eso comentaré en otra ocasión.

Con esta reflexión, sobre el proceso creativo, salí de visitar en la Casa de la Cultura “Víctor Sandoval” la muestra de 39 obras ganadoras y seleccionadas del XLIV Encuentro Nacional de Arte Joven (ENAJ) 2024 que se realiza cada año en el marco de la Feria Nacional de San Marcos.

Caminé las salas, observé las obras seleccionadas por el jurado compuesto por Jonathan Fuentes Elías, Valeria Macías, Daril Fortis, Marco Arce y Andrea Martínez que revisaron 900 obras de 600 artistas que al verlas puede intuirse un común denominador sobre los intereses temáticos y las propuestas de los jóvenes artistas de nuestro país.

En esta ocasión los ganadores fueron a Estefanía Flores Reyes de Guanajuato con su obra “Vista desde la ventana más cercana”, Andrea García Sánchez de la Ciudad de México con la obra titulada “Objeto de dominación”, Carmen Ixchel Maya Gutiérrez con “How to be visible” de la Ciudad de México y Klaus Abimael González Carbajal con “De 5:00 am a 8:00 pm”, también de la Ciudad de México.

Técnicas como bordado con estambre acrílico sobre tela de algodón unifil, grabación de video con drone, residuos de cobre de balas fundidos con cobre puro sobre báscula, cerámica de alta temperatura con cadenas, son algunas de las utilizadas para la realización de estas piezas entre ganadoras y las que recibieron mención.

El curador Daril Fortis decidió dividir la exposición en los nodos temáticos que, pienso, precisamente serían lo que desean expresar esos jóvenes creadores: “Mirada obtusa con imágenes íntimas que nos ponen en el lugar del voyerista”, “Estados alterados, con obras que reflejan procesos emocionales y sus manifestaciones corporales”, “Espaciales donde se ensayan reflexiones sobre la diversidad de los espacios”, “Lenguajes, con exploraciones sobre la visualidad, plasticidad, y comunicacionalidad del lenguaje”, “Paradigmas, con piezas que cuestionan los modelos de género” y “Males sociales, con indagaciones sobre problemáticas sociales como la violencia y la desigualdad”.

Más allá del uso de la técnica, de lo arriesgado como artista en andar en la frontera de la innovación y la ocurrencia, en el uso y manejo de la técnica y el oficio en su obra, cuestión que prefiero dejar a especialistas, me atrevo a opinar como un observador de las obras que para mi pesar no pude sentir en su mayoría la pasión necesaria, la intensión, ni la intensidad del discurso de los artistas.

Es probable que esté equivocado, que mi estado de ánimo no ayudara, pero de varios años a esta edición veo falta de pasión en las obras, incluso la provocación en ocasiones la siento superficial, y eso me preocupa respecto a que si esa es la tendencia de los artistas jóvenes de esta década. ¿Estaré envejeciendo? Puede ser, pero prefiero arriesgarme a expresarlo y añadir que veía mayor exigencia y rigor en el proceso de selección de las obras en ediciones anteriores, o es que tal vez eso cambió sin que me diera cuenta como un cotidiano y común observador de obras de arte.

A esto se agrega que el ENAJ por alguna razón, tal vez presupuestal, se achicó, ya no se exponen tantas obras como en las décadas pasadas, y esa sensación de ver una fiesta reducida también lo lamento. Los invito a visitar la muestra y que dialoguemos sobre este tema, seamos o no especialistas.

LAS REINAS EN EL ARCHIVO

Felicito la iniciativa de mis amigos Dolores García-Pimentel y Joaquín Chávez Pérez al organizar en el Archivo Histórico del Estado la exposición “Reinas de la Feria: Un siglo de coronas, cetros y vestidos” en el que participaron esa instancia junto con el Patronato de la Feria Nacional de San Marcos y la Asociación de Reinas de la Feria.

La recorrí un par de horas después de la inauguración, es una emotiva y bien lograda muestra con cetros, coronas, vestidos, bandas, fotos, documentos e incluso un trono usado durante muchos años para la ceremonia de coronación.

Sabemos que la selección y coronación de la reina y sus princesas de la Feria Nacional de San Marcos es parte de nuestras tradiciones en esta entidad, visitar esta exposición es caminar a través de nuestra memoria colectiva. La recomiendo.