En la pasada Feria del Libro de la UAA, Enrique Rangel presentó su nuevo libro de poemas “El arlequín en busca de la eternidad” en el que nos comparte su punto de vista sobre la realidad, invitado por el autor ahí expresé mi opinión sobre su nueva obra.
Durante la XXVI Feria del Libro de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, mi amigo poeta Enrique Rangel me invitó junto con mi amigo poeta Jorge Humberto Chávez, a presentarle su segundo libro de poemas “El arlequín en busca de la eternidad” que es un canto reflexivo sobre su personal visión del mundo, tomando como eje un recorrido en el conflicto interior del poeta sobre su condición de creador y su realidad, esto usando la imagen del arlequín como figura y concepto de quien vive esta confronta permanente en su proceso de desarrollo y en su devenir. Buscando el sentido de la eternidad.
Presentar el libro de un amigo es todo un reto, porque existe el riesgo de que los dados pudieran estar cargados por el afecto y por ello es fundamental ser objetivo, agradezco de antemano su invitación. A Enrique Rangel lo conozco desde nuestros años de estudiantes universitarios de licenciatura, siempre amable y generoso, desde 2014 Rangel ha asistido a talleres de literatura creativa para perfeccionar su obra, tuve la oportunidad de coordinar un taller sobre Poesía Social en el que participó y admiro su constancia, disciplina y dedicación en busca del conocimiento.
Su camino como poeta lo llevó a publicar su primer libro “Aridez Humana” en el que se podía observar su predilección por los poetas malditos, especialmente los franceses como Charles Baudelaire, Paul Verlaine, Edgar Allan Poe, Gerard de Nerval, Arthur Rimbaud, algo que sucede más claramente en su nuevo libro donde incluso escribe un poema a Rimbaud, esta predilección la podemos constatar sobre todo en la manera en que aborda los poemas, es decir en su lenguaje, ritmo, atmósfera e imágenes, todo con un estilo propio, con su propia voz. En los poemas de Rangel predomina la oscuridad, cierto pesimismo y una dura crítica a la sociedad en que vivimos.
En la presentación de “El arlequín en busca de la eternidad” su autor deja claro y explica que “escribí estos poemas en un afán casi obsesivo por encontrar el verdadero sentido de la eternidad. Los poemas tratan de generar una atmósfera hermética, pero a la vez directa de la realidad (e irrealidad) social de la posmodernidad, sin dejar de separarme del clasicismo”.
Durante la presentación realizada en la tarde del 7 de septiembre con un auditorio lleno, expreso que el libro está conformado por 52 poemas en los cuales el autor nos comparte textos que retratan la realidad de su tiempo, en ellos incluye nueve poemas en los cuales a través de la figura del arlequín aborda los conflictos internos del creador.
Al leer estos textos de esta serie temática del arlequín intercalada a lo largo del libro, pareciera que se trata de varios personajes, es decir varios arlequines, con diversos rostros o diferentes situaciones, pero me atrevo a sugerir que es uno solo, un solo arlequín con sus diferentes maquillajes o máscaras de acuerdo con los complicados escenarios en que habita y los roles que representa.
En uno de sus arlequines el autor lo define y tal vez se define: “Poeta de la geometría / y la estética imagen / mago del círculo solar / te deslizas estoico / a torear el universo” o en otro canta “soy un hombre roto / vivo en un huerto / en desolación / es la angustia / entre olivos y granos”.
El autor nos lleva a través de ese viaje interior o por qué no, en esa breve galería de arlequines o de espejos, en versos reflexivos, estrofas con más desencanto que gozo en la vida, ahí nos lleva a través de poemas que nos permiten reconocer y ser testigos del destino del arlequín o tal vez del destino de su tiempo, o del destino de su mundo mismo. Intercalados con los poemas sobre arlequines, Rangel nos describe la realidad y pienso, nos enriquece y contextualiza el discurso poético que propone. Los invito a leer la nueva obra de Enrique Rangel.