/ viernes 22 de marzo de 2024

Café Fausto | Cuentos para niños

Me gusta leer cuentos para niños, de vez en vez busco sobre todo a los autores mexicanos contemporáneos y disfruto, de hecho confieso que tengo cuatro cuentos para infantes y espero algún día tener el material suficiente para publicar un libro. De esa experiencia como lector y escritor deseo dejar constancia que no es tarea fácil realizar textos para esos pequeños lectores.

De niño, lo he comentado, leí la Enciclopedia Colibrí, ahí se incluyen muchos cuentos para niños, a eso se añaden los bastantes ejemplares de “Clásicos Infantiles” editados por la Prensa, además de algunas novelas y cómics que fueron parte de mis lecturas de esa edad.

Reconozco que lo mío no son los cuentos clásicos infantiles como los escritos por los hermanos Jacob y Wilhelm Grimm que estaban algunos de ellos más cerca de ser historias para aterrorizar a niños y a adultos. ¿Quién en su sano juicio puede dormir después de saber la historia de unos padres que abandonan a sus hijos en el bosque y luego esos infantes son atrapados por una bruja que se los pretende comer? Aun así, recomiendo su lectura.

Estos cuentos tan cercanos a historias populares los comprendo pues un poco así son nuestras leyendas, siendo niño en Guanajuato escuché un montón de leyendas de fantasmas, almas en pena, demonios, momias y la mujer que se convierten en serpiente, cosas de los niños de entonces.

Ya como adulto de vez en cuando regreso a los cuentos para niños. Entre mis preferidos están Francisco Hinojosa a quien he tenido el privilegio de tratar un par de ocasiones, una en la Feria Internacional del Libro de Manzanillo donde cenamos antes de nuestras presentaciones y otra en la Feria Internacional del Libro de Bogotá. Conversamos un largo rato y escuché ideas para mejorar mi trabajo narrativo.

El mayor acierto de Hinojosa es llevar con talento e imaginación el mundo de lo cotidiano a estas historias para niños, de su obra recomiendo sin duda “La peor señora del mundo”, otros como “Aníbal y Melquiades” y “Léperas contra mocosos”. Otro autor que admiro es el checo Ludwing Askenazy quien falleció en Italia en 1986 y que en español tiene el imperdible libro “Eres único” con cuentos breves en los que los personajes llevan una vida con costumbres y errores propios de los adultos con una conmovedora humanidad, por ese autor me atreví a incursionar en la literatura creativa infantil.

En Aguascalientes contamos con al menos dos autores de literatura infantil, me refiero a mis amigos poetas Mariana Torres y el ya fallecido Alejandro Sandoval Ávila.

La obra para niños de Alejandro Sandoval es amplia, de la que he leído unos cuatro títulos, en su vida publicó “Un elefante sin circo”, “La travesía de los elefantes”, “A travesía dos elefantes” (editado en Brasil), “Una mona en casa”, “Jerónimo y su elefanta, “Archibaldo”, “La noche es un tren" (libro de poemas publicado en España), “Como pollos... ¿y gatos?” y “Para despedir al abuelo”, entre otros. Su acierto está precisamente en traer al mundo real bellas historias para los infantes.

Por su parte, mi amiga Mariana Torres ha publicado el libro de cuentos “Con alas de colores" y de poemas con "Caleidoscopio", editado por Alfaguara y "Luciérnagas". En su libro de cuentos Mariana, editado por el ICA, consta de las historias “Con melón o con sandía”, “Con alas de colores” y “Greña”.

Otros autores mexicanos como Juan Villoro con su clásico “El profesor Ziper y la fabulosa guitarra eléctrica”, Silvia Molina, María Luisa Puga y Emilio Carballido me han atrapado como lector.

Hace casi veinte años Eduardo Robles Boza el “Tío Patota” me comentó en una breve conversación que la clave de los cuentos para niños es acercar las historias a su realidad, poner mucha imaginación y jamás ver a los menores como si fueran tontos, porque los niños son muy inteligentes y perceptivos. Esa recomendación la tomé y la comparto.

Alejandro Sandoval un día me comentó que no hay lector más honesto que un niño, si no le gusta bota el libro, si lo aburres se va y eso hace que el autor realice obras que permitan atrapar a sus lectores de principio a fin.

Leamos cuentos para niños, para nuestro niño interior y para nuestro adulto, es refrescante y nos permite volver a sorprendernos de las pequeñas cosas de la vida.

PRESENTO “CEMENTERIO GENERAL EN GUANAJUATO”

Mañana sábado a las 16:00 horas en el Patio Jesuita en Guanajuato presentaré mi libro de poemas “Cementerio General” en el marco de la 66 Feria Internacional del Libro de la Universidad de Guanajuato.

En el evento me acompañarán mi amiga, la poeta guanajuatense Amaranta Caballero y mi hijo Diego Muñoz quien diseñó la ilustración de la portada y que siendo niño le tocó vivir conmigo en Chile y ser de alguna manera testigo del proceso de creación de esa obra.

La experiencia de esta presentación será muy especial, porque un día antes asistiré después de unos veintitrés años a los festejos populares del Viernes de Dolores en mi querido Guanajuato. Ya les contaré.

Me gusta leer cuentos para niños, de vez en vez busco sobre todo a los autores mexicanos contemporáneos y disfruto, de hecho confieso que tengo cuatro cuentos para infantes y espero algún día tener el material suficiente para publicar un libro. De esa experiencia como lector y escritor deseo dejar constancia que no es tarea fácil realizar textos para esos pequeños lectores.

De niño, lo he comentado, leí la Enciclopedia Colibrí, ahí se incluyen muchos cuentos para niños, a eso se añaden los bastantes ejemplares de “Clásicos Infantiles” editados por la Prensa, además de algunas novelas y cómics que fueron parte de mis lecturas de esa edad.

Reconozco que lo mío no son los cuentos clásicos infantiles como los escritos por los hermanos Jacob y Wilhelm Grimm que estaban algunos de ellos más cerca de ser historias para aterrorizar a niños y a adultos. ¿Quién en su sano juicio puede dormir después de saber la historia de unos padres que abandonan a sus hijos en el bosque y luego esos infantes son atrapados por una bruja que se los pretende comer? Aun así, recomiendo su lectura.

Estos cuentos tan cercanos a historias populares los comprendo pues un poco así son nuestras leyendas, siendo niño en Guanajuato escuché un montón de leyendas de fantasmas, almas en pena, demonios, momias y la mujer que se convierten en serpiente, cosas de los niños de entonces.

Ya como adulto de vez en cuando regreso a los cuentos para niños. Entre mis preferidos están Francisco Hinojosa a quien he tenido el privilegio de tratar un par de ocasiones, una en la Feria Internacional del Libro de Manzanillo donde cenamos antes de nuestras presentaciones y otra en la Feria Internacional del Libro de Bogotá. Conversamos un largo rato y escuché ideas para mejorar mi trabajo narrativo.

El mayor acierto de Hinojosa es llevar con talento e imaginación el mundo de lo cotidiano a estas historias para niños, de su obra recomiendo sin duda “La peor señora del mundo”, otros como “Aníbal y Melquiades” y “Léperas contra mocosos”. Otro autor que admiro es el checo Ludwing Askenazy quien falleció en Italia en 1986 y que en español tiene el imperdible libro “Eres único” con cuentos breves en los que los personajes llevan una vida con costumbres y errores propios de los adultos con una conmovedora humanidad, por ese autor me atreví a incursionar en la literatura creativa infantil.

En Aguascalientes contamos con al menos dos autores de literatura infantil, me refiero a mis amigos poetas Mariana Torres y el ya fallecido Alejandro Sandoval Ávila.

La obra para niños de Alejandro Sandoval es amplia, de la que he leído unos cuatro títulos, en su vida publicó “Un elefante sin circo”, “La travesía de los elefantes”, “A travesía dos elefantes” (editado en Brasil), “Una mona en casa”, “Jerónimo y su elefanta, “Archibaldo”, “La noche es un tren" (libro de poemas publicado en España), “Como pollos... ¿y gatos?” y “Para despedir al abuelo”, entre otros. Su acierto está precisamente en traer al mundo real bellas historias para los infantes.

Por su parte, mi amiga Mariana Torres ha publicado el libro de cuentos “Con alas de colores" y de poemas con "Caleidoscopio", editado por Alfaguara y "Luciérnagas". En su libro de cuentos Mariana, editado por el ICA, consta de las historias “Con melón o con sandía”, “Con alas de colores” y “Greña”.

Otros autores mexicanos como Juan Villoro con su clásico “El profesor Ziper y la fabulosa guitarra eléctrica”, Silvia Molina, María Luisa Puga y Emilio Carballido me han atrapado como lector.

Hace casi veinte años Eduardo Robles Boza el “Tío Patota” me comentó en una breve conversación que la clave de los cuentos para niños es acercar las historias a su realidad, poner mucha imaginación y jamás ver a los menores como si fueran tontos, porque los niños son muy inteligentes y perceptivos. Esa recomendación la tomé y la comparto.

Alejandro Sandoval un día me comentó que no hay lector más honesto que un niño, si no le gusta bota el libro, si lo aburres se va y eso hace que el autor realice obras que permitan atrapar a sus lectores de principio a fin.

Leamos cuentos para niños, para nuestro niño interior y para nuestro adulto, es refrescante y nos permite volver a sorprendernos de las pequeñas cosas de la vida.

PRESENTO “CEMENTERIO GENERAL EN GUANAJUATO”

Mañana sábado a las 16:00 horas en el Patio Jesuita en Guanajuato presentaré mi libro de poemas “Cementerio General” en el marco de la 66 Feria Internacional del Libro de la Universidad de Guanajuato.

En el evento me acompañarán mi amiga, la poeta guanajuatense Amaranta Caballero y mi hijo Diego Muñoz quien diseñó la ilustración de la portada y que siendo niño le tocó vivir conmigo en Chile y ser de alguna manera testigo del proceso de creación de esa obra.

La experiencia de esta presentación será muy especial, porque un día antes asistiré después de unos veintitrés años a los festejos populares del Viernes de Dolores en mi querido Guanajuato. Ya les contaré.