Tenía al menos veintitrés años sin disfrutar de la fiesta del Viernes de Dolores en mi querida ciudad de Guanajuato, el pasado 22 de marzo estuve presente, porque al día siguiente presenté mi libro de poemas “Cementerio General” en la 66 Feria Internacional del Libro de la Universidad de Guanajuato (FILUG).
La presentación organizada por mi amigo Daniel Ayala a quien mucho le agradezco se realizó el sábado 23 de marzo a las 16:00 horas en el Patio Jesuita, lugar en el que tres de mis hermanos recibieron sus clases siendo estudiantes universitarios y que llegué a visitar de vez en cuando desde mi niñez. En la mesa me acompañaron mi amiga la poeta Amaranta Caballero y mi hijo Diego Muñoz Barbosa quien diseñó la ilustración de la portada de esta segunda edición impresa por la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) en el marco del 50 Aniversario del Golpe Militar en Chile.
Como he comentado, “Cementerio General” lo escribí en 2006 con una beca del FONCA de Residencia Artística en Chile sobre la muerte del ex dictador Augusto Pinochet y se publicó por primera vez en 2012 con una beca del Consejo Estatal para la Cultura en Jalisco.
Me causó una gran emoción que el evento estuvo muy concurrido de amigos y familiares residentes en Guanajuato y algunos de ellos que viajaron desde Guadalajara como Abril Barbosa, Alicia Meza y Raymundo García, desde Aguascalientes como fue el caso de mis amigos Isabel Rosales y Mario de Ávila, así como de Irapuato con mi hermano Salvador López y su esposa, agradeciendo a todos su presencia. La presentación se transmitió en vivo a través de Radio Universidad de Guanajuato.
Durante la presentación Amaranta Caballero, miembro del Sistema Nacional de Creadores a quien conozco desde inicios de la década de los noventa durante mi destierro político en Guanajuato, expuso que “tenemos pues en Cementerio General un registro a través de la muy particular mirada del autor, de la historia contemporánea latinoamericana en uno de sus momentos más críticos para el pueblo chileno del siglo pasado. Escrito en tierras chilenas, en el año 2006 –justo el año de la muerte de Pinochet– Fabián Muñoz deviene una especie de flaneur, caminando por los momentos de un pasado no tan lejano, en una nación donde hoy día, a 50 años de aquel golpe de Estado, la realidad sigue luchando día a día, resistiendo y seguramente deseando con fervor un futuro mejor para su pueblo, para los pueblos de la América”.
En su texto, Amaranta Caballero describió el libro como un texto dividido en poemas en prosa con datos duros que permiten comprender ese momento histórico que están intercalados con otros en verso libre que describen lugares y personajes reales de ese país.
Por su parte Diego Muñoz explicó cómo está conformada la ilustración de la portada y de qué manera está directamente relacionada con el contenido de la obra de la que también hizo una portada anterior para la edición digital en venta a través de la página de Amazon.
Expuso que el collage logrado con las imágenes intervenidas de Augusto Pinochet, el Patio 29 y la cruz del Cementerio General, así como los anteojos de Salvador Allende fueron modificados para crear una atmósfera de ilustración de prensa escrita y al mismo tiempo minimalista para acercar el libro a los lectores.
VIERNES DE DOLORES EN GUANAJUATO
Desde mi infancia como orgulloso guanajuatense disfruté de la tradicional fiesta del Viernes de Dolores en esa ciudad y volver a ella me emocionó, pude andar sus calles y encontrarme con amigos.
Esta tradición que data desde finales del siglo XVI o principios del XVII, una de las principales de Guanajuato, las casas y lugares públicos colocan altares a la Virgen Dolorosa, se regalan flores en el Jardín de la Unión, los niños compran juguetes tradicionales de cartón, huevos con confeti y dulces, donde hay altares ofrecen un agua tradicional y nieve para beber, es una muy alegre fiesta popular.
La Universidad de Guanajuato publica anualmente la revista “Tierra de mis amores” con textos sobre el tema que en esta ocasión incluyó un poema “El día de la Dolorosa” de mi amigo aguascalentense Benjamín Valdivia.
Por su parte, el restaurante y taberna “La Clave Azul” publicó un libro en conmemoración del 25 aniversario de su apertura bajo la conducción de su dueño, mi amigo, el Maestro Marco Antonio “Pompeyo” Rodríguez Arredondo con textos sobre este festejo popular religioso y en recuerdo de los buenos amigos Javier “El Chato” Anaya y a Juan Ibáñez fundadores de la emblemática taberna “La Dama de las Camelias” que por supuesto visité en mi breve estancia.
La taberna “La Clave Azul” es sin duda también un referente guanajuatense y lugar de reunión de muchos buenos amigos de la comunidad artística, cultural y académica de Guanajuato.
