/ miércoles 17 de abril de 2024

Bajo el sol | Los periodistas de ayer (XII)

Esta vez nos vamos a referir a un periodista de ayer, que por fortuna sigue en activo. Nos referimos a José I. Vela Pérez, quien se distinguió por su responsabilidad, dedicación y entusiasmo como reportero de la sección local de este Diario, donde cubrió las fuentes informativas relacionadas con el sector privado y financiero.

Para el efecto, José I. Vela Pérez se especializó como reportero de las cámaras empresariales y de las instituciones financieras, por lo que hizo algunos cursos para manejar bien estos importantes temas.

Por su trabajo profesional y veraz logró ganarse la confianza de los directivos y socios de las diferentes cámaras empresariales, quienes le daban un voto de confianza al darle incluso información exclusiva. Lo mismo sucedía en las instituciones financieras, no obstante que éstas se caracterizan por su hermetismo y por ser cauteloso en dar datos a los medios de comunicación.

Por espacio de varios años, Vela Pérez se mantuvo inamovible en sus fuentes en EL SOL, pero una de sus aspiraciones era independizarse y crecer como periodista, de tal suerte que comenzó a cristalizar un proyecto de crear una revista especializada en el sector empresarial, en finanzas y en aspectos políticos.

A base de esfuerzo logró su sueño de crear la revista Futuro de Aguascalientes, razón por la cual presentó su renuncia como reportero activo de este matutino para dedicarse por completo a dirigir su nueva publicación que a la fecha sigue apareciendo, además de incursionar en las redes sociales.

Cuenta con un selecto equipo de colaboradores que ejercen la crítica constructiva y que emiten sus opiniones con toda libertad, haciendo pleno uso de la libertad de expresión. Dichas críticas han provocado que hasta en dos o tres ocasiones sus oficinas hayan sido saqueadas por los amanes de lo ajeno. Todo indica que es como represalia a los señalamientos que se hacen en su revista. Pareciera que tales robos son por encargo.

Pero ello no ha minado el propósito de continuar ejerciendo la libertad de informar y de opinar, le duela a quien le duela. Bien por José I. Vela Pérez, ejemplo de pundonor y entrega a sus ideales.

Ahora hablemos de un periodista regiomontano que llegó para echar raíces en Aguascalientes. En el primer lustro de la década de los ochentas arribó a esta capital el reportero Ramón Palacios Díaz de León, quien logró acomodarse en las filas de EL SOL DEL CENTRO.

De inmediato demostró su capacidad y experiencia, pues Ramón ya había trabajado en varios diarios de la ciudad de Monterrey. Y se vino a probar suerte a Aguascalientes, donde se le recibió con los brazos abiertos.

En unos cuantos meses fue nombrado editor de la sección de Sociales y Cultura, además de que no solamente se encargaba de formar y editar esas planas, también se daba tiempo para hacer reportajes y entrevistas. Ramón Palacios Díaz de León comenzó a brillar con luz propia en el quehacer periodístico de Aguascalientes.

Luego de tres o cuatro años, el periodista regiomontano decidió incursionar en la docencia y por méritos propios pasó a formar parte de la plantilla de catedráticos de la Universidad Autónoma de Aguascalientes /UAA), para impartir en las carreras de medios masivos de comunicación y en otras afines.

Realmente le perdimos la pista, pues de dedicó de tiempo completo a su labor de maestro universitario. Tenemos entendido que Ramón alcanzó su merecida jubilación.

Nuestra tierra tuvo por muchos años a un buen reportero de espectáculos, que colaboraba en el diario El Heraldo de Aguascalientes. Recordamos con sentida emoción a don Juan Francisco Acosta, quien fue amigo de grandes artistas, que le dispensaban su amistad y estimación.

El señor Acosta vivió siempre en la pobreza. No se aprovechaba de su relación con los miembros de la farándula para lucrar con sus informaciones. Siempre objetivo y veraz los entrevistaba cuando venían a esta capital, principalmente durante la Feria Nacional de San Marcos.

Don Juan Francisco vestía con ropas modestas y limpias. Dos o tres veces por semana tenía oportunidad de saludarlo cuando acudía a las oficinas de Comunicación Social del Gobierno del Estado a charlar, a tomar café y a leer periódicos locales y nacionales.

Me gustaba leer su columna y sus entrevistas que cotidianamente aparecían en El Heraldo de Aguascalientes. Fue una persona entregada en cuerpo y alma a su labor de cubrir la fuente de espectáculos, incluyendo obras de teatro y conciertos de los grandes intérpretes de la música de los diversos géneros.

Murió en la pobreza y casi en el olvido. Ahora lo recordamos y exaltamos su labor informativa y le agradecemos infinitamente habernos informado de los espectáculos por espacio de tantos años.

Esta vez nos vamos a referir a un periodista de ayer, que por fortuna sigue en activo. Nos referimos a José I. Vela Pérez, quien se distinguió por su responsabilidad, dedicación y entusiasmo como reportero de la sección local de este Diario, donde cubrió las fuentes informativas relacionadas con el sector privado y financiero.

Para el efecto, José I. Vela Pérez se especializó como reportero de las cámaras empresariales y de las instituciones financieras, por lo que hizo algunos cursos para manejar bien estos importantes temas.

Por su trabajo profesional y veraz logró ganarse la confianza de los directivos y socios de las diferentes cámaras empresariales, quienes le daban un voto de confianza al darle incluso información exclusiva. Lo mismo sucedía en las instituciones financieras, no obstante que éstas se caracterizan por su hermetismo y por ser cauteloso en dar datos a los medios de comunicación.

Por espacio de varios años, Vela Pérez se mantuvo inamovible en sus fuentes en EL SOL, pero una de sus aspiraciones era independizarse y crecer como periodista, de tal suerte que comenzó a cristalizar un proyecto de crear una revista especializada en el sector empresarial, en finanzas y en aspectos políticos.

A base de esfuerzo logró su sueño de crear la revista Futuro de Aguascalientes, razón por la cual presentó su renuncia como reportero activo de este matutino para dedicarse por completo a dirigir su nueva publicación que a la fecha sigue apareciendo, además de incursionar en las redes sociales.

Cuenta con un selecto equipo de colaboradores que ejercen la crítica constructiva y que emiten sus opiniones con toda libertad, haciendo pleno uso de la libertad de expresión. Dichas críticas han provocado que hasta en dos o tres ocasiones sus oficinas hayan sido saqueadas por los amanes de lo ajeno. Todo indica que es como represalia a los señalamientos que se hacen en su revista. Pareciera que tales robos son por encargo.

Pero ello no ha minado el propósito de continuar ejerciendo la libertad de informar y de opinar, le duela a quien le duela. Bien por José I. Vela Pérez, ejemplo de pundonor y entrega a sus ideales.

Ahora hablemos de un periodista regiomontano que llegó para echar raíces en Aguascalientes. En el primer lustro de la década de los ochentas arribó a esta capital el reportero Ramón Palacios Díaz de León, quien logró acomodarse en las filas de EL SOL DEL CENTRO.

De inmediato demostró su capacidad y experiencia, pues Ramón ya había trabajado en varios diarios de la ciudad de Monterrey. Y se vino a probar suerte a Aguascalientes, donde se le recibió con los brazos abiertos.

En unos cuantos meses fue nombrado editor de la sección de Sociales y Cultura, además de que no solamente se encargaba de formar y editar esas planas, también se daba tiempo para hacer reportajes y entrevistas. Ramón Palacios Díaz de León comenzó a brillar con luz propia en el quehacer periodístico de Aguascalientes.

Luego de tres o cuatro años, el periodista regiomontano decidió incursionar en la docencia y por méritos propios pasó a formar parte de la plantilla de catedráticos de la Universidad Autónoma de Aguascalientes /UAA), para impartir en las carreras de medios masivos de comunicación y en otras afines.

Realmente le perdimos la pista, pues de dedicó de tiempo completo a su labor de maestro universitario. Tenemos entendido que Ramón alcanzó su merecida jubilación.

Nuestra tierra tuvo por muchos años a un buen reportero de espectáculos, que colaboraba en el diario El Heraldo de Aguascalientes. Recordamos con sentida emoción a don Juan Francisco Acosta, quien fue amigo de grandes artistas, que le dispensaban su amistad y estimación.

El señor Acosta vivió siempre en la pobreza. No se aprovechaba de su relación con los miembros de la farándula para lucrar con sus informaciones. Siempre objetivo y veraz los entrevistaba cuando venían a esta capital, principalmente durante la Feria Nacional de San Marcos.

Don Juan Francisco vestía con ropas modestas y limpias. Dos o tres veces por semana tenía oportunidad de saludarlo cuando acudía a las oficinas de Comunicación Social del Gobierno del Estado a charlar, a tomar café y a leer periódicos locales y nacionales.

Me gustaba leer su columna y sus entrevistas que cotidianamente aparecían en El Heraldo de Aguascalientes. Fue una persona entregada en cuerpo y alma a su labor de cubrir la fuente de espectáculos, incluyendo obras de teatro y conciertos de los grandes intérpretes de la música de los diversos géneros.

Murió en la pobreza y casi en el olvido. Ahora lo recordamos y exaltamos su labor informativa y le agradecemos infinitamente habernos informado de los espectáculos por espacio de tantos años.