/ miércoles 20 de marzo de 2024

Bajo el sol | Los periodistas de ayer (VIII)

En la última parte del artículo anterior comenzamos a recordar a Francisco Javier Valdivia Valdivia, quien llegó a EL SOL DEL CENTRO y logró convertirse no solamente en reportero sino en editor de sociales y cultura. Oriundo de Calvillo no ocultaba su orgullo por su terruño natal, a donde regresaba una vez por semana o cada 15 días para saludar a sus innumerable familiares y amistades.

Francisco Javier aprovechaba su día de descanso semanal para trasladarse a Calvillo, por lo que fue un hombre siempre apegado a sus raíces ya sus orígenes. Desde que se le dio la oportunidad de incursionar en redacción, Valdivia Valdivia comenzó a destacar por sus entrevistas y reportajes.

Siempre armado con una grabadora y una cámara fotográfica dio un giro a la información cultural al dar espacio a e diversos grupos e instituciones dedicadas a fomentar las bellas artes, no solamente el Instituto Cultural de Aguascalientes (ICA). De esta manera, diversos grupos teatrales, exposiciones privadas y conferencias de asociaciones civiles tuvieron cobertura en las páginas de este Diario

Javier tenía olfato periodístico, no obstante que era un reportero empírico. La verdad era un periodista nato, se preparaba a conciencia para hacer una entrevista programada o elaborar un reportaje. A él le fascinaba hacer entrevistas en la calle, no se diga durante las tradicionales peregrinaciones del Quincenario en honor de la Virgen de la Asunción, patrona espiritual de la Diócesis de Aguascalientes. El mismo solicitaba cubrir cualquiera de las dos peregrinaciones diarias para publicar la información con su peculiar estilo.

A Valdivia Valdivia no le disgustaba tampoco cubrir la crónica de la Romería de la Asunción, la noche del 15 de agosto. Estudiaba con antelación el temario de la Romería para apegarse a lo más posible al mensaje de la Iglesia Católica. A Javier no le importaba terminar a las dos o tres de la mañana del 16 de agosto, pues su objetivo era presentar un buen trabajo periodístico.

Cuando se le otorgó la confianza y responsabilidad de ser editor de la sección de sociales y cultura, este cargo no fue obstáculo para seguir en su infatigable labor de reportear, hacer entrevistas y elaborar reportajes. Muchas veces no requirió del apoyo de algún reportero gráfico, él tomaba sus propias fotos.

A Francisco Javier Valdivia Valdivia le gustaba mucho portar chalecos con los logotipos de EL SOL. A veces hasta parecía retrato, pero era su manera de ser identificado por la gente. Se le respetaba.

Durante mi mandato como director del Diario, en el 2019, Javier decidió poner fin a su labor en el periódico para atender de tiempo completo un malestar que le aquejaba, que a la postre lo llevó a la muerte poco tiempo después. Ahora lo recordamos con cariño y admiración porque fue un auténtico reportero en toda la extensión de la palabra.

Cabe hacer notar que ningún medio de comunicación en Aguascalientes, como EL SOL DEL CENTRO, han perdido a tantos y tantos reporteros y fotógrafos en un lapso no mayor a 15 años. Posteriormente, hablaremos de colegas que prestaron sus servicios en otros diarios y revistas, pero debemos ir por partes,

Toca el turno a la periodista Sandra Luz Muñoz Santana, quien trabaja actualmente en el INEGI Ella comenzó a trabajar como reportera de sociales y cultura en El Heraldo de Aguascalientes, donde debido a su empeño, dedicación y profesionalismo obtuvo importantes reconocimientos. Años más tarde fue reubicada a la sección local.

Y Sandra Luz consiguió numerosas veces llevarse la nota principal pues cubría maravillosamente las fuentes del sector privado, como cámaras empresariales, asociaciones de profesionistas e instituciones bancarias y financieras.

Un verdadero periodista antepone sus intereses profesionales a los personales. Y eso lo pudo demostrar Sandra Luz durante su permanencia en El Heraldo. Un domingo de diciembre, apenas dos o tres días antes de la Nochebuena, tuvo oportunidad de demostrarlo. Resulta que el reportero de las fuentes oficiales como Gobierno del Estado y Congreso local, entre otras, Salvador Rodríguez López, se reportó indispuesto para trabajar, por lo que Sandra Luz no tuvo otra alternativa que cubrir a su compañero, ante lo cual no pudo acudir a la comida que le tenían preparada sus familiares y amistades, quienes convivieron ante la ausencia de la festejada que llegó entrada la noche. Gajes del oficio.

De Sandra resta mucho por hablar, pues de estar en El Heraldo emigró a EL SOL DEL CENTRO, donde también cubrió el sector privado y la fuente informativa del Ayuntamiento de la Capital Hasta aquí por hoy..

En la última parte del artículo anterior comenzamos a recordar a Francisco Javier Valdivia Valdivia, quien llegó a EL SOL DEL CENTRO y logró convertirse no solamente en reportero sino en editor de sociales y cultura. Oriundo de Calvillo no ocultaba su orgullo por su terruño natal, a donde regresaba una vez por semana o cada 15 días para saludar a sus innumerable familiares y amistades.

Francisco Javier aprovechaba su día de descanso semanal para trasladarse a Calvillo, por lo que fue un hombre siempre apegado a sus raíces ya sus orígenes. Desde que se le dio la oportunidad de incursionar en redacción, Valdivia Valdivia comenzó a destacar por sus entrevistas y reportajes.

Siempre armado con una grabadora y una cámara fotográfica dio un giro a la información cultural al dar espacio a e diversos grupos e instituciones dedicadas a fomentar las bellas artes, no solamente el Instituto Cultural de Aguascalientes (ICA). De esta manera, diversos grupos teatrales, exposiciones privadas y conferencias de asociaciones civiles tuvieron cobertura en las páginas de este Diario

Javier tenía olfato periodístico, no obstante que era un reportero empírico. La verdad era un periodista nato, se preparaba a conciencia para hacer una entrevista programada o elaborar un reportaje. A él le fascinaba hacer entrevistas en la calle, no se diga durante las tradicionales peregrinaciones del Quincenario en honor de la Virgen de la Asunción, patrona espiritual de la Diócesis de Aguascalientes. El mismo solicitaba cubrir cualquiera de las dos peregrinaciones diarias para publicar la información con su peculiar estilo.

A Valdivia Valdivia no le disgustaba tampoco cubrir la crónica de la Romería de la Asunción, la noche del 15 de agosto. Estudiaba con antelación el temario de la Romería para apegarse a lo más posible al mensaje de la Iglesia Católica. A Javier no le importaba terminar a las dos o tres de la mañana del 16 de agosto, pues su objetivo era presentar un buen trabajo periodístico.

Cuando se le otorgó la confianza y responsabilidad de ser editor de la sección de sociales y cultura, este cargo no fue obstáculo para seguir en su infatigable labor de reportear, hacer entrevistas y elaborar reportajes. Muchas veces no requirió del apoyo de algún reportero gráfico, él tomaba sus propias fotos.

A Francisco Javier Valdivia Valdivia le gustaba mucho portar chalecos con los logotipos de EL SOL. A veces hasta parecía retrato, pero era su manera de ser identificado por la gente. Se le respetaba.

Durante mi mandato como director del Diario, en el 2019, Javier decidió poner fin a su labor en el periódico para atender de tiempo completo un malestar que le aquejaba, que a la postre lo llevó a la muerte poco tiempo después. Ahora lo recordamos con cariño y admiración porque fue un auténtico reportero en toda la extensión de la palabra.

Cabe hacer notar que ningún medio de comunicación en Aguascalientes, como EL SOL DEL CENTRO, han perdido a tantos y tantos reporteros y fotógrafos en un lapso no mayor a 15 años. Posteriormente, hablaremos de colegas que prestaron sus servicios en otros diarios y revistas, pero debemos ir por partes,

Toca el turno a la periodista Sandra Luz Muñoz Santana, quien trabaja actualmente en el INEGI Ella comenzó a trabajar como reportera de sociales y cultura en El Heraldo de Aguascalientes, donde debido a su empeño, dedicación y profesionalismo obtuvo importantes reconocimientos. Años más tarde fue reubicada a la sección local.

Y Sandra Luz consiguió numerosas veces llevarse la nota principal pues cubría maravillosamente las fuentes del sector privado, como cámaras empresariales, asociaciones de profesionistas e instituciones bancarias y financieras.

Un verdadero periodista antepone sus intereses profesionales a los personales. Y eso lo pudo demostrar Sandra Luz durante su permanencia en El Heraldo. Un domingo de diciembre, apenas dos o tres días antes de la Nochebuena, tuvo oportunidad de demostrarlo. Resulta que el reportero de las fuentes oficiales como Gobierno del Estado y Congreso local, entre otras, Salvador Rodríguez López, se reportó indispuesto para trabajar, por lo que Sandra Luz no tuvo otra alternativa que cubrir a su compañero, ante lo cual no pudo acudir a la comida que le tenían preparada sus familiares y amistades, quienes convivieron ante la ausencia de la festejada que llegó entrada la noche. Gajes del oficio.

De Sandra resta mucho por hablar, pues de estar en El Heraldo emigró a EL SOL DEL CENTRO, donde también cubrió el sector privado y la fuente informativa del Ayuntamiento de la Capital Hasta aquí por hoy..