/ martes 19 de julio de 2022

El Ágora | El fin de la cultura neoliberal de la corrupción

Hace unas semanas la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) denunció a Enrique Peña ante la Fiscalía General de República, porque presuntamente recibió transferencias interbancarias por más de 26 millones de pesos entre agosto del 2019 y octubre del 2021, realizadas por una familiar consanguínea desde México.

Este mes nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador le dejó en claro al bloque opositor que su gobierno va en contra de cualquier acto de posible corrupción. Sabemos que de manera mentirosa, muchos de los conservadores afirmaban que el ex presidente Enrique Peña Nieto tenía un pacto de impunidad con el gobierno en funciones, por el cual presuntamente no lo perseguían, pero eso no era así, no somos iguales.

Estas transferencias no fueron realizadas directamente entre cuentas de los participantes, sino por medio de cuentas de empresas en las que Enrique Peña Nieto es accionista o cuenta con alguna participación, por lo que aún se necesita investigar mucho para saber si es culpable de algún delito, por lo pronto la denuncia está presentada y la Fiscalía tendrá que iniciar la investigación pertinente. Se trata de un importante avance para que se indague y se deslinden responsabilidades según sea el caso y en beneficio de la transparencia y la rendición de cuentas.

Cabe destacar que el ex presidente adquirió un departamento de lujo en España por el costo de 500 mil euros, lo que le permitió adquirir un visado de residencia permanente y tras conocerse la denuncia, dicho inmueble fue puesto a la venta, esto para algunos periodistas y analistas en la materia les ha representado una acción sospechosa o por lo menos demasiado coincidente con los acontecimientos recientes.

Aunque este departamento se esté vendiendo no afecta la visa de residente, incluso él no vive ahí, su residencia actual literalmente es una mansión con una superficie de 2 mil 500 metros cuadrados y se desconoce si es rentada, prestada o si de alguna forma el ex presidente de México es el dueño actual.

No está de más expresar que es penoso ver cómo altos ex funcionarios y ex mandatarios del periodo neoliberal se dan una vida de magnates en el extranjero, mientras México padece las consecuencias de sus erróneas políticas económicas encaminadas a crear más desigualdad, pobreza, inseguridad y propiciando la precarización de los salarios de la clase trabajadora en beneficio de una minoría insensible que goza de los privilegios de un sistema basado en poderes fácticos.

Pienso que el problema de fondo es su manera de ver el mundo, como ha expresado nuestro presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, esa minoría privilegiada tienen por principal valor y dios al dinero, buscan con avaricia acumular riqueza sin importar el daño que hagan al pueblo, porque lo importante para ellos es tener la posibilidad de enriquecerse ya sea por medios legales o ilícitos.

Peña Nieto siempre ha estado rodeado de escándalos de corrupción, tal es el caso de la “Casa Blanca” que supuestamente adquirió su esposa por un costo de 4.5 millones de dólares, además de todos sus colaboradores que hoy están en prisión como Javier Duarte, Rosario Robles, Cesar Duarte, Emilio Lozoya, entre otros.

Tenemos que aplaudir y reconocer este tipo de acciones, porque es muy importante que nos demos cuenta que en México la corrupción se persigue y que por más alto que sea el cargo que se ocupa o que se llegó a ocupar dentro del gobierno esto no vuelve a nadie en un intocable.

Espero que este acto sirva de ejemplo para que todas y todos los políticos corruptos que aún ocupan un cargo público sean conscientes de que su tiempo terminó, que nuestro país es distinto y se está transformando por el bien de todas y todos, para que juntos logremos que México avance y se convierta en el país que merecemos.

Hace unas semanas la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) denunció a Enrique Peña ante la Fiscalía General de República, porque presuntamente recibió transferencias interbancarias por más de 26 millones de pesos entre agosto del 2019 y octubre del 2021, realizadas por una familiar consanguínea desde México.

Este mes nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador le dejó en claro al bloque opositor que su gobierno va en contra de cualquier acto de posible corrupción. Sabemos que de manera mentirosa, muchos de los conservadores afirmaban que el ex presidente Enrique Peña Nieto tenía un pacto de impunidad con el gobierno en funciones, por el cual presuntamente no lo perseguían, pero eso no era así, no somos iguales.

Estas transferencias no fueron realizadas directamente entre cuentas de los participantes, sino por medio de cuentas de empresas en las que Enrique Peña Nieto es accionista o cuenta con alguna participación, por lo que aún se necesita investigar mucho para saber si es culpable de algún delito, por lo pronto la denuncia está presentada y la Fiscalía tendrá que iniciar la investigación pertinente. Se trata de un importante avance para que se indague y se deslinden responsabilidades según sea el caso y en beneficio de la transparencia y la rendición de cuentas.

Cabe destacar que el ex presidente adquirió un departamento de lujo en España por el costo de 500 mil euros, lo que le permitió adquirir un visado de residencia permanente y tras conocerse la denuncia, dicho inmueble fue puesto a la venta, esto para algunos periodistas y analistas en la materia les ha representado una acción sospechosa o por lo menos demasiado coincidente con los acontecimientos recientes.

Aunque este departamento se esté vendiendo no afecta la visa de residente, incluso él no vive ahí, su residencia actual literalmente es una mansión con una superficie de 2 mil 500 metros cuadrados y se desconoce si es rentada, prestada o si de alguna forma el ex presidente de México es el dueño actual.

No está de más expresar que es penoso ver cómo altos ex funcionarios y ex mandatarios del periodo neoliberal se dan una vida de magnates en el extranjero, mientras México padece las consecuencias de sus erróneas políticas económicas encaminadas a crear más desigualdad, pobreza, inseguridad y propiciando la precarización de los salarios de la clase trabajadora en beneficio de una minoría insensible que goza de los privilegios de un sistema basado en poderes fácticos.

Pienso que el problema de fondo es su manera de ver el mundo, como ha expresado nuestro presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, esa minoría privilegiada tienen por principal valor y dios al dinero, buscan con avaricia acumular riqueza sin importar el daño que hagan al pueblo, porque lo importante para ellos es tener la posibilidad de enriquecerse ya sea por medios legales o ilícitos.

Peña Nieto siempre ha estado rodeado de escándalos de corrupción, tal es el caso de la “Casa Blanca” que supuestamente adquirió su esposa por un costo de 4.5 millones de dólares, además de todos sus colaboradores que hoy están en prisión como Javier Duarte, Rosario Robles, Cesar Duarte, Emilio Lozoya, entre otros.

Tenemos que aplaudir y reconocer este tipo de acciones, porque es muy importante que nos demos cuenta que en México la corrupción se persigue y que por más alto que sea el cargo que se ocupa o que se llegó a ocupar dentro del gobierno esto no vuelve a nadie en un intocable.

Espero que este acto sirva de ejemplo para que todas y todos los políticos corruptos que aún ocupan un cargo público sean conscientes de que su tiempo terminó, que nuestro país es distinto y se está transformando por el bien de todas y todos, para que juntos logremos que México avance y se convierta en el país que merecemos.