Como la mayoría sabe, este año México no es el único país con elecciones presidenciales, pero muchos creerían que no es de importancia una elección en otro país, que para las y los mexicanos esto no tendría que ser relevante, pero las elecciones presidenciales de las que hablo son las de Estados Unidos, que tomará mucha relevancia en el futuro nuestro, principalmente en lo relacionado con los temas del comercio y el migratorio.
Las elecciones en Estados Unidos funcionan diferentes a como son en México, pero gracias a la Cuarta Transformación el año pasado tuvimos un proceso similar en nuestro país, cuando fueron las “elecciones internas” dentro de Morena, en el que la Doctora Claudia Sheinbaum resultó ganadora.
El proceso es parecido en Estados Unidos, porque se hacen elecciones internas en cada estado con los militantes de cada partido y las personas que resulta ganadora en más estados termina siendo la candidata del partido a nivel nacional, de momento los ganadores virtuales de los partidos Demócrata y Republicano parece que serán el actual presidente Joe Biden y el expresidente Donald Trump respectivamente.
Algunas casas encuestadores ponen como ganador a Biden y otras Trump, pero por un margen muy pequeño, por lo que se podría decir que las elecciones prácticamente están empatadas y se decidirán en los próximos meses.
Cabe destacar que nada es definitivo en ese escenario político, esto sabiendo que las candidaturas todavía no se han definido y los comicios nacionales para definir al presidente de ese país serán el día 5 de noviembre del presente año.
El martes pasado se llevó a cabo el “supermartes”, un fenómeno muy nombrado de Estados Unidos, en el que muchos estados celebraron sus elecciones primarias internas y los precandidatos, que normalmente resultan ganadores ese día, terminan siendo los candidatos de sus partidos para la elección.
En esta ocasión los estados participantes en el “supermartes” fueron Alabama, Arkansas, California, Colorado, Maine, Massachusetts, Minnesota, Carolina del Norte, Oklahoma, Tennessee, Texas, Utah, Vermont, Virginia y el territorio de Samoa, en total son catorce estados los cuales tuvieron sus elecciones primarias y si bien con estos resultados ni Joe Biden y ni Donald Trump aseguraron sus candidaturas, básicamente resultaron los ganadores de estar jornadas y se espera que a fin de mes sean presentados como candidatos de sus respectivos partidos.
Como vemos, los escenarios políticos en ese país se van aclarando, pero debemos reiterar que nada es definitivo.
El pasado 11 de marzo, nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador, destacó durante la conferencia matutina lo siguiente: “La economía está sólida, no hay ningún problema. Hay que estar pendientes con el nuevo Gobierno de Estados Unidos, a la entrada del nuevo Gobierno, por algunos cambios que pueda llevar a cabo, eso sí puede significar alguna inestabilidad”.
Es importante reflexionar el dicho de nuestro Presidente, porque si bien contamos con finanzas sólidas, algunas políticas públicas que implemente el nuevo gobierno de Estados Unidos, podría generar una inestabilidad que afecte a nuestro país.
Precisamente, algo nos queda muy claro, y es que uno de los temas fundamentales que decidirán el rumbo de las elecciones serán las políticas públicas relacionadas con la migración, y aunque históricamente los demócratas eran menos duros con este tema, lo que ha dejado ver Joe Biden es que si incluso él gana las elecciones las medidas serán más restrictivas que nunca.
Como lo he mencionado anteriormente, el problema de la migración radica en que los países ricos como Estados Unidos no están haciendo nada por atacar las causas de origen de la migración y sean tan restrictivas como sean sus políticas públicas, no van a lograr frenar nunca el ingenio latinoamericano para conseguir llegar a su país.
La verdadera pregunta debería de ser ¿En verdad no quieren que nuestros paisanos vayan y trabajen en su país?, en mi opinión creo que las políticas públicas que implementan son el reflejo directo de la xenofobia que se vive dentro de su país, pero sus dirigentes saben que necesitan a las y los trabajadores latinos para conservar sus índices económicos.
Me atrevo a especular que una medida migratoria restrictiva permite una entrada ilegal bajo escenarios difíciles por las medidas de vigilancia y seguridad fronteriza y eso se traduce en una mano de obra más barata e ilegal que conviene a la economía estadounidense, sin derechos laborales y susceptibles a la sobre explotación, a la expulsión del país a conveniencia, mientras que, sus países de origen con bajos niveles de desarrollo no resueltos pueden ser expulsores de mano de obra y además extractores de materia prima para favorecer a su nación.
Lo más importante es que ayudemos a que nuestros hermanos latinos y nuestros paisanos ejerzan su voto, pensando también en cómo pueden afectar las políticas públicas que se implemente a sus familiares que viven dentro de nuestro territorio o en su caso en los diferentes países, en Nuestra América en materia, porque Estado Unidos es un país poderoso que difícilmente enfrentará una gran crisis, pero para las familias de países emergentes una crisis puede dar un giro de 360° en su vida.
