Cada vez es más común que los jóvenes no se involucren en las actividades pastorales de su Parroquia, los motivos pueden ser por diferentes factores, ya sea porque el mismo trabajo no se los permita o por distractores como el uso desmedido de la tecnología o simplemente porque no se sienten atraídos, ante ello, la Iglesia Católica busca renovarse cada día y que vean en ella un oasis en donde se sientan amados, protegidos y en paz.
En entrevista, el vocero de la diócesis Rogelio Pedroza González reconoció que, por parte de algunos párrocos hace falta motivación, si bien, “hay muchos que tienen bien estructurados sus grupos de liturgia, de pastoral, de catequesis, el coro, acólitos, grupos juveniles, etc, que hacen promoción de las actividades diocesanas como la Pascua, encuentros, jornadas de oración, habrá otros que, reconocemos que aún falta que se haga más promoción, que se organicen y se motive a los jóvenes a participar”, dijo.
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Añadió que, “es cierto que es un poco complicado, pero en la mayoría de las parroquias hay pastoral juvenil, hay que recalcar que, sí hay participación de jóvenes, tal vez no son muchos, pero esos pocos son valiosos, a veces no es tanto la cantidad sino la calidad, entonces, estos jóvenes se convierten en levadura para los demás, ellos son testimonio de fe, esperanza y amor en la sociedad, son jóvenes comprometidos y dejando la idea de masas, se convierten en fermento para sus comunidades”.
Finalmente, recordó que la Iglesia siempre está abierta para todos, “es Jesús quien llama y atrae, es importante permanecer atentos ante este llamado y no tener miedo de acercarnos, Dios obra de manera misteriosa, la Iglesia es un espacio vivo porque lo hacemos todos, entonces, esos pocos jóvenes que asisten y se impregnan de la Palabra son testimonios vivos, instrumentos de Dios que llevan su mensaje”.
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