/ martes 6 de febrero de 2024

Venustiano Carranza:  Villano o Héroe Nacional

Hoy se cumplen 107 años de la constitución aun vigente. En México, hemos tenido cuatro documentos básicos con los que nos hemos autodeterminado como nación. Además de la actual, en 1824, con tan solo nueve años de existencia, la primera constitución mexicana (federalista); la de 1836, que rigió doce años (centralista/conservadora ), conocida también, como las siete leyes constitucionales y; la antes de la actual, con vigencia de sesenta años, la constitución de 1957 de ideología liberal, (leyes de reforma), jurada en un 5 de febrero de ese año. A cada una de ellas les antecede un movimiento social de transformación.

A todos nuestros documentos básicos de autodeterminación nacional, les ha caracterizado un personaje (protagonista principal), un responsable político a quien se le atribuye el establecimiento o núcleo que haya definido la institucionalización de la transformación de régimen de ese momento, así: la de 1824, fue inducida por el emperador de México Agustín de Iturbide; en la de 1936 que llevo el regreso del federalismo al centralismo, endosable a Antonio López de Santa Anna y; la de 1857, incitada por Ignacio Comonfort ( quien ocupo un periodo corte en la presidencia), sin dejar de mencionar a los constituyentes: Ponciano Arriaga, Guillermo Prieto, Francisco Zarco, José María Mata y Santos Degollado; así mismo, el autor principal de la Ley Juárez.

Pasadas las constituciones referidas, hace cien y siete años fue promulgada la vignte, la Constitución de 1917 a la que le antecedió el movimiento social de la revolución mexicana iniciado en el año 1910.

La historia oficial ha registrado a estas cuatro constituciones; como aquellas que les ha precedido un movimiento social de transformación, la necesidad de un cambio de régimen económico, político o social manifiestas en un documento (nueva constitución).

Para el caso de la actual constitución (según fuentes de algunos medios información), el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la Republica “suma un total de 256 reformas con 770 modificaciones a diversos artículos desde su promulgación, el 5 de febrero de 1917, hasta hoy.”

Otras fuentes; por ejemplo, en 2017 Raúl Bringas Nostti (investigador socioeconómico), consideraba la necesidad de una nueva constitución por ya estar superada la del 17, ya que a un centenar de años de su creación se registraban más de 700 reformas realizadas.

En la misma secuencia en que intentamos señalar a los principales protagonistas de las tres constituciones que preceden a la actual, la Constitución de 1917 registra a Venustiano Carranza como el principal actor en la institucionalización del orden.

En una de las obras publicadas por Raúl Bringas Nossti, desmitifica a la historia oficialista. La obra lleva el titulo de ANTI HISTORIA DE MEXICO (una visión alternativa del pasado), a decir de él, no se trata de novela histórica sino de historia pura, “lo que científica y académicamente aceptable es posible comprobar” los grandes hombres (ilustres), como los hace representar la historia oficial dice Bringas “no hacen las cosas por generosidad” (de) lanzar “sus respectivas rebeliones no por amor al prójimo, sino por defender intereses personales o de grupo” para él “Por naturaleza los grandes lideres son ególatras y ambiciosos”.

Desde esa perspectiva, el autorse refiere a Carranza de forma distinta (en la historia oficial hemos aprendido desde, el hogar, los pulpitos, la escuela y ceremonias oficiales, como el héroe nacional); más que héroe, desmitifica a la figura para representarlo como el villano oculto, el de la historia pura. Donde se presenta a Carranza como el oportunista, el que pensó en México para si mismo, en su patrimonio.

Carranza desde joven concretizó sus ambiciones políticas (apenas veinteañero, ya en la presidencia municipal de Cuatro Ciénegas).

Aprovechando el cargo para convertirse en el terrateniente que siempre aspiró, lo que logro con éxito a través de compadrazgos, favores comprometedores, aplaudidor de discursos políticos, consentir la represión, dar visto bueno al orden social de la época.

Dice Raúl, Fue uno de los personajes más privilegiados del porfiriato. Mezclo la política con negocios, lo que le pinto de cuerpo entero de corrupto. Se le facilitaba exigir concesiones.

El entonces gobernador de Nuevo León Bernardo Reyes (de absoluta confianza de Diaz) lo identificó de ambicioso. Sin estar equivocado, su crecimiento gradual desde presidente municipal, diputado local, diputado federal, senador de la republica y gobernador, para de allí ascender a la presidencia de la república.

Bringas sostiene que, se le consideró ejemplo de los verdugos porfiristas que desangraron a México; un gobernador autoritario que realizaba negocios al amparo del poder político.

Carranza ya como gobernador de Coahuila reprodujo todos los defectos de la elite porfirista, consolidó su faceta de terrateniente, altivo, pedante y racista.

Sin haber pertenecido a la elite porfirista, en todo caso se identificaba con una elite segundona, ranchera y provinciana; representaba a la elite más peligrosa la que guarda ambiciones excesiva y recelo.

Deshonesto, con un olfato político preciso y calculador, no dejo pasar la mejor oportunidad política inmejorable para su ambición.

El autodenominado “Primer Jefe del Ejército Constitucionalista” hoy, al igual que hace décadas, en ceremonias oficialistas, seguro, nuevamente será ovacionado como aquel que dio garantías de seguridad y justicia social al pueblo de México a treves de la Constitución de 1917.

¡seguirá siendo ejemplo …héroe nacional!

Hoy se cumplen 107 años de la constitución aun vigente. En México, hemos tenido cuatro documentos básicos con los que nos hemos autodeterminado como nación. Además de la actual, en 1824, con tan solo nueve años de existencia, la primera constitución mexicana (federalista); la de 1836, que rigió doce años (centralista/conservadora ), conocida también, como las siete leyes constitucionales y; la antes de la actual, con vigencia de sesenta años, la constitución de 1957 de ideología liberal, (leyes de reforma), jurada en un 5 de febrero de ese año. A cada una de ellas les antecede un movimiento social de transformación.

A todos nuestros documentos básicos de autodeterminación nacional, les ha caracterizado un personaje (protagonista principal), un responsable político a quien se le atribuye el establecimiento o núcleo que haya definido la institucionalización de la transformación de régimen de ese momento, así: la de 1824, fue inducida por el emperador de México Agustín de Iturbide; en la de 1936 que llevo el regreso del federalismo al centralismo, endosable a Antonio López de Santa Anna y; la de 1857, incitada por Ignacio Comonfort ( quien ocupo un periodo corte en la presidencia), sin dejar de mencionar a los constituyentes: Ponciano Arriaga, Guillermo Prieto, Francisco Zarco, José María Mata y Santos Degollado; así mismo, el autor principal de la Ley Juárez.

Pasadas las constituciones referidas, hace cien y siete años fue promulgada la vignte, la Constitución de 1917 a la que le antecedió el movimiento social de la revolución mexicana iniciado en el año 1910.

La historia oficial ha registrado a estas cuatro constituciones; como aquellas que les ha precedido un movimiento social de transformación, la necesidad de un cambio de régimen económico, político o social manifiestas en un documento (nueva constitución).

Para el caso de la actual constitución (según fuentes de algunos medios información), el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la Republica “suma un total de 256 reformas con 770 modificaciones a diversos artículos desde su promulgación, el 5 de febrero de 1917, hasta hoy.”

Otras fuentes; por ejemplo, en 2017 Raúl Bringas Nostti (investigador socioeconómico), consideraba la necesidad de una nueva constitución por ya estar superada la del 17, ya que a un centenar de años de su creación se registraban más de 700 reformas realizadas.

En la misma secuencia en que intentamos señalar a los principales protagonistas de las tres constituciones que preceden a la actual, la Constitución de 1917 registra a Venustiano Carranza como el principal actor en la institucionalización del orden.

En una de las obras publicadas por Raúl Bringas Nossti, desmitifica a la historia oficialista. La obra lleva el titulo de ANTI HISTORIA DE MEXICO (una visión alternativa del pasado), a decir de él, no se trata de novela histórica sino de historia pura, “lo que científica y académicamente aceptable es posible comprobar” los grandes hombres (ilustres), como los hace representar la historia oficial dice Bringas “no hacen las cosas por generosidad” (de) lanzar “sus respectivas rebeliones no por amor al prójimo, sino por defender intereses personales o de grupo” para él “Por naturaleza los grandes lideres son ególatras y ambiciosos”.

Desde esa perspectiva, el autorse refiere a Carranza de forma distinta (en la historia oficial hemos aprendido desde, el hogar, los pulpitos, la escuela y ceremonias oficiales, como el héroe nacional); más que héroe, desmitifica a la figura para representarlo como el villano oculto, el de la historia pura. Donde se presenta a Carranza como el oportunista, el que pensó en México para si mismo, en su patrimonio.

Carranza desde joven concretizó sus ambiciones políticas (apenas veinteañero, ya en la presidencia municipal de Cuatro Ciénegas).

Aprovechando el cargo para convertirse en el terrateniente que siempre aspiró, lo que logro con éxito a través de compadrazgos, favores comprometedores, aplaudidor de discursos políticos, consentir la represión, dar visto bueno al orden social de la época.

Dice Raúl, Fue uno de los personajes más privilegiados del porfiriato. Mezclo la política con negocios, lo que le pinto de cuerpo entero de corrupto. Se le facilitaba exigir concesiones.

El entonces gobernador de Nuevo León Bernardo Reyes (de absoluta confianza de Diaz) lo identificó de ambicioso. Sin estar equivocado, su crecimiento gradual desde presidente municipal, diputado local, diputado federal, senador de la republica y gobernador, para de allí ascender a la presidencia de la república.

Bringas sostiene que, se le consideró ejemplo de los verdugos porfiristas que desangraron a México; un gobernador autoritario que realizaba negocios al amparo del poder político.

Carranza ya como gobernador de Coahuila reprodujo todos los defectos de la elite porfirista, consolidó su faceta de terrateniente, altivo, pedante y racista.

Sin haber pertenecido a la elite porfirista, en todo caso se identificaba con una elite segundona, ranchera y provinciana; representaba a la elite más peligrosa la que guarda ambiciones excesiva y recelo.

Deshonesto, con un olfato político preciso y calculador, no dejo pasar la mejor oportunidad política inmejorable para su ambición.

El autodenominado “Primer Jefe del Ejército Constitucionalista” hoy, al igual que hace décadas, en ceremonias oficialistas, seguro, nuevamente será ovacionado como aquel que dio garantías de seguridad y justicia social al pueblo de México a treves de la Constitución de 1917.

¡seguirá siendo ejemplo …héroe nacional!