/ martes 25 de enero de 2022

El Ágora | Justicia para todos

El sistema de justicia en nuestro estado es un gran tema para estudiar, ya que cada día nos enteramos de muchos casos en los que no ha existido la voluntad de las autoridades para que las víctimas encuentren justicia, y que las y los culpables no resulten impunes o con privilegios. El hartazgo general en Aguascalientes se hace notar cada vez más, y es preocupante que veamos las cárceles abarrotadas de personas inocentes, pero todos conocemos muchos casos en los que el delincuente sigue afuera.

En días pasados las redes explotaron por un caso particular existiendo una indignación generalizada, en el que, sobre todo las y los aguascalentenses, se sintieron conmocionados ante la impotencia que provocó una desafortunada muerte violenta por la presunta imprudencia e irresponsabilidad de un conductor o conductora que tuvo un lamentable final.

El incidente vial que provocó el deceso casi inmediato de un joven llamado Andrés y a las pocas horas el de un conductor de un automóvil de transporte público de la plataforma digital Uber ha sido calificado por un amplio sector de la población como un asesinato dadas las circunstancias en que ocurrió, esto con base a los videos que circulan a través de las redes sociales.

No han bastado buenas leyes, no ha bastado legislar con bellos y bien armados textos que hoy siguen volviéndose solo letra muerta, convirtiendo el sistema en uno con doble moral.

Desde nuestro ámbito como diputada local, se trata de crear las condiciones para que se puedan llevar a los hechos nuestras palabras en la labor legislativa, y como dejara escrito en sus memorias el general cardenista Francisco J. Mújica: “hechos, no palabras”, buscando erradicar por completo que en la ley existan lagunas para evitar estas injusticias que atacan sobre todo a las personas más vulnerables por su condición.

En el caso en particular que se suscitó en el Norte de esta ciudad capital, el accidente que cobró la vida de Andrés y el conductor de Uber, he leído testimonios de familiares y amigos, en el que exponen que la trágica realidad de este país lo alcanzó cuando “Andrés estuvo mucho tiempo internado luchando una batalla contra el cáncer y resultó que el verdadero cáncer manejaba un vehículo azul a las dos de la mañana”, el cual impactó contra el que iba Andrés como pasajero provocando su muerte.

No puedo dejar de pensar en la tristeza, angustia y la frustración que viven desde esa madrugada, sus familiares y amigos. Sólo puedo pensar ¿Qué está haciendo la autoridad? ¿Dónde están los responsables?

Los invito a que sigamos exigiendo a las autoridades tomar acción, para detener y sancionar a los responsables, que este trago amargo no se quede sólo en palabras, sino que sirva para que nuestra voz resuene como una sola y se haga justicia.

Debemos actuar y movilizarnos desde nuestro entorno, para crear consciencia y que esta solidaridad que sentimos se traduzca en responsabilidad, no permitamos que más delincuentes sigan en las calles.

Andrés tuvo la desdicha de estar en el lugar y hora incorrectos, pero ese conductor o conductora y sus cómplices, que se fugaron, realizaron todos los pasos para desencadenar esta tragedia. Manejar en estado de ebriedad y a exceso de velocidad, pasarse un alto y escapar cobardemente.

Tenemos que recordar casos similares que han sufrido otras víctimas en nuestro estado, tal es el caso de Rodrigo Riva Palacio “Cancha”, que, a pesar de la detención de su asesino, y la existencia de pruebas contundentes en su contra la persona que perpetró su muerte sigue libre.

No podemos permitir que las familias de las víctimas sigan sufriendo, porque las autoridades a pesar de tener todas las herramientas para hacer justicia encubren los delitos, debemos de unirnos como sociedad y exigir que Aguascalientes tenga un verdadero Estado de Derecho.

Debemos de pensar que, si las cosas siguen así en Aguascalientes, la siguiente víctima de la impunidad podríamos ser nosotros, por eso debemos de unirnos, para que los culpables por la muerte de Andrés y de Cacha, así como de los muchos que fueron asesinados, sus perpetradores sean llevados a la justicia, y las familias puedan quitarse la frustración que causa que las autoridades no hagan su trabajo.

La tarea más importante de un Estado es ofrecer a sus ciudadanos seguridad y justicia, por lo que, si las cosas siguen así, podríamos considerar que tenemos un Estado fallido en nuestra entidad, porque la impunidad que vivimos hoy, nos priva de nuestro derecho a la justicia.

A pesar de la inversión millonaria que se hace año con año a la policía, claro es en el ejemplo del C5, nos damos cuenta que ese recurso destinado a ese rubro no se traduce en delincuentes detenidos, porque se tuvo la tecnología necesaria y las herramientas para facilitar la recolección de pruebas y a pesar de eso no hubo resultados.

Quiero dejarlo muy en claro, estoy indignada, estoy muy molesta, y hago mío el dolor de los deudos de estos vergonzosos acontecimientos. Exijo como ciudadana que se investigue, que se juzgue y en su caso que se castigue a los presuntos responsables de la reciente muerte violenta de Andrés.

Por mi parte revisaré el marco legal para que en situaciones como esta no se premie al que huye cobardemente, sino al contrario, que la Ley garantice dentro de su proceso y marco jurídico que los responsables de cualquier delito puedan asumir las consecuencias de sus actos hasta las últimas consecuencias para la protección siempre de la víctima.

El sistema de justicia en nuestro estado es un gran tema para estudiar, ya que cada día nos enteramos de muchos casos en los que no ha existido la voluntad de las autoridades para que las víctimas encuentren justicia, y que las y los culpables no resulten impunes o con privilegios. El hartazgo general en Aguascalientes se hace notar cada vez más, y es preocupante que veamos las cárceles abarrotadas de personas inocentes, pero todos conocemos muchos casos en los que el delincuente sigue afuera.

En días pasados las redes explotaron por un caso particular existiendo una indignación generalizada, en el que, sobre todo las y los aguascalentenses, se sintieron conmocionados ante la impotencia que provocó una desafortunada muerte violenta por la presunta imprudencia e irresponsabilidad de un conductor o conductora que tuvo un lamentable final.

El incidente vial que provocó el deceso casi inmediato de un joven llamado Andrés y a las pocas horas el de un conductor de un automóvil de transporte público de la plataforma digital Uber ha sido calificado por un amplio sector de la población como un asesinato dadas las circunstancias en que ocurrió, esto con base a los videos que circulan a través de las redes sociales.

No han bastado buenas leyes, no ha bastado legislar con bellos y bien armados textos que hoy siguen volviéndose solo letra muerta, convirtiendo el sistema en uno con doble moral.

Desde nuestro ámbito como diputada local, se trata de crear las condiciones para que se puedan llevar a los hechos nuestras palabras en la labor legislativa, y como dejara escrito en sus memorias el general cardenista Francisco J. Mújica: “hechos, no palabras”, buscando erradicar por completo que en la ley existan lagunas para evitar estas injusticias que atacan sobre todo a las personas más vulnerables por su condición.

En el caso en particular que se suscitó en el Norte de esta ciudad capital, el accidente que cobró la vida de Andrés y el conductor de Uber, he leído testimonios de familiares y amigos, en el que exponen que la trágica realidad de este país lo alcanzó cuando “Andrés estuvo mucho tiempo internado luchando una batalla contra el cáncer y resultó que el verdadero cáncer manejaba un vehículo azul a las dos de la mañana”, el cual impactó contra el que iba Andrés como pasajero provocando su muerte.

No puedo dejar de pensar en la tristeza, angustia y la frustración que viven desde esa madrugada, sus familiares y amigos. Sólo puedo pensar ¿Qué está haciendo la autoridad? ¿Dónde están los responsables?

Los invito a que sigamos exigiendo a las autoridades tomar acción, para detener y sancionar a los responsables, que este trago amargo no se quede sólo en palabras, sino que sirva para que nuestra voz resuene como una sola y se haga justicia.

Debemos actuar y movilizarnos desde nuestro entorno, para crear consciencia y que esta solidaridad que sentimos se traduzca en responsabilidad, no permitamos que más delincuentes sigan en las calles.

Andrés tuvo la desdicha de estar en el lugar y hora incorrectos, pero ese conductor o conductora y sus cómplices, que se fugaron, realizaron todos los pasos para desencadenar esta tragedia. Manejar en estado de ebriedad y a exceso de velocidad, pasarse un alto y escapar cobardemente.

Tenemos que recordar casos similares que han sufrido otras víctimas en nuestro estado, tal es el caso de Rodrigo Riva Palacio “Cancha”, que, a pesar de la detención de su asesino, y la existencia de pruebas contundentes en su contra la persona que perpetró su muerte sigue libre.

No podemos permitir que las familias de las víctimas sigan sufriendo, porque las autoridades a pesar de tener todas las herramientas para hacer justicia encubren los delitos, debemos de unirnos como sociedad y exigir que Aguascalientes tenga un verdadero Estado de Derecho.

Debemos de pensar que, si las cosas siguen así en Aguascalientes, la siguiente víctima de la impunidad podríamos ser nosotros, por eso debemos de unirnos, para que los culpables por la muerte de Andrés y de Cacha, así como de los muchos que fueron asesinados, sus perpetradores sean llevados a la justicia, y las familias puedan quitarse la frustración que causa que las autoridades no hagan su trabajo.

La tarea más importante de un Estado es ofrecer a sus ciudadanos seguridad y justicia, por lo que, si las cosas siguen así, podríamos considerar que tenemos un Estado fallido en nuestra entidad, porque la impunidad que vivimos hoy, nos priva de nuestro derecho a la justicia.

A pesar de la inversión millonaria que se hace año con año a la policía, claro es en el ejemplo del C5, nos damos cuenta que ese recurso destinado a ese rubro no se traduce en delincuentes detenidos, porque se tuvo la tecnología necesaria y las herramientas para facilitar la recolección de pruebas y a pesar de eso no hubo resultados.

Quiero dejarlo muy en claro, estoy indignada, estoy muy molesta, y hago mío el dolor de los deudos de estos vergonzosos acontecimientos. Exijo como ciudadana que se investigue, que se juzgue y en su caso que se castigue a los presuntos responsables de la reciente muerte violenta de Andrés.

Por mi parte revisaré el marco legal para que en situaciones como esta no se premie al que huye cobardemente, sino al contrario, que la Ley garantice dentro de su proceso y marco jurídico que los responsables de cualquier delito puedan asumir las consecuencias de sus actos hasta las últimas consecuencias para la protección siempre de la víctima.