/ martes 9 de abril de 2024

Diálogos por una nación que merecemos

Es de suma trascendencia, la iniciativa de impulsar una convocatoria abierta, en la que se invita participar a la población a construir ciudadanía mediante foros de diálogo por la transformación en lo largo y ancho del país.

La firme intención de una candidata de sumar voluntades, talentos y sabidurías en cooperación en pro del bienestar de un pueblo, no se regatea; por el contrario, se deben celebrar cuantas propuestas en la “cultura del dialogo” sea necesaria para llegar a consensos y/o acuerdos comunitarios.

Es esa la visión de quien tiene una genuina vocación de interesar por la tranquilidad, progreso, paz y el humanismo mexicano. Pretender conducir a un país con perspectiva clara en los ejes económico, político, cultural y social, bajo los principios de inclusión y participación democrática de la ciudadanía, no es menor, se trata de asuntos de estado.

Los propósitos de construir espacios comunitarios de respeto y entendimiento, regionales y nacionales, nos obliga considerar en la reflexión sobre el papel que se debe desempeñar por quienes conformamos el universo: los seres humano, la naturaleza, el cuidado y respeto al medio ambiente.

Un adecuado ecosistema, evitar en lo necesario una crisis climática; en todo caso, propiciar un equilibrio natural y humano por el bien de nuestra nación y la humanidad.

Ser partícipes del proceso de transformación iniciado en el 2018 debe significar patriotismo, heroísmo, valentía, responsabilidad social y política.

El inicio de una transformación experimentada en el 2018, debe implicar, emoción, orgullo, honor; por lo que debemos motivar, un segundo piso de la transformación para consolidar el cambio verdadero.

No se puede abandonar el proyecto de nación iniciado por millones de mexicanos, se trata de la esperanza por lograr estadios de bienestar, paz, seguridad y soberanía alimentaria.

Bien y buena aventura a quienes seguiremos en el acompañamiento por un mejor estado de las cosas. Para algunos, nada nuevo debe significar “dialogo”, porque su cultura es la imposición.

No obstante, debemos señalar que desde la historia de la era clásica; previo la era Cristo, era común realizar diálogos; en ellos se profundizaban asuntos de los ciudadanos.

Por citar un ejemplo, filósofos como Sócrates, Platón o Aristóteles, entre muchos más, realizaban extensos y profundos diálogos del estado de las cosas: la vida, la muerte, la amistad, las virtudes, las formas de gobierno, la ética, los gobernantes, la libertad, la naturaleza, la belleza, los seres vivos, entre otros.

En nuestro tiempo, por supuesto siguen existiendo inclinaciones con solida e incuestionable perspectiva para construir humanismo; baste referir los pensamientos escritos por el Papa Francisco en: ACTAS Y DOCUMENTOS, PONTIFICIOS, frattelli tutti, sobre la fraternidad y la amistad social CARTA ENCICLICA DEL SANTO PADRE FRANCISCO que a la letra dice:

“Acercarse, expresarse, tratar de comprenderse, buscar puntos de contacto, todo eso se resume en el verbo [dialogar]. Para encontrarnos y ayudarnos mutuamente necesitamos dialogar. No hace falta decir para que sirve el dialogo. Me basta pensar qué sería el mundo sin ese dialogo paciente de tantas personas generosas que han mantenido unidas a familias y a comunidades.”

Debe ser extraño que haya a quien no se motive a participar en asuntos de interés comunitario; sin embargo, es un asedio que una aspirante a gobernar una nación y un guía de la más alta jerarquía católica coincidan, en estimular una nueva forma de vida en la búsqueda del bienestar para la nación y humanidad respectivamente.

Los principios de respeto, dignidad y reconocimiento como personas, es la base para establecer diálogos.

Son tan necesarios los diálogos en nuestro tiempo, como lo han sido en diversas etapas en la historia de la humanidad, en la que se han registrado actos en los que personas con su generosidad, lograron mantener a sus familias y comunidades unidas, construyeron comunidad y establecieron cohesión social entre sus integrantes; es entonces que, el dialogo es base fundamental para alcanzar bienestar, entendimiento, aceptación y escucharse entre las personas los pueblos y naciones.

En ese orden de ideas, trasciende la generosidad y visión de la candidata Claudia Sheinbaum Pardo, convocar a los principales representantes de la sociedad civil, la academia y el sector empresarial bajo los principios del pensamiento del Papa Francisco (CARTA ENCICLICA), para establecer en el territorio nacional FOROS DE DIALOGOS a la elaboración del programa del próximo gobierno, Plan Nacional de Desarrollo.

Los temas a considerar en los DIÁLOGOS POR LA TRANSFORMACIÓN a través de los foros circulares a los que ha convocado Sheinbaum son afines a: austeridad republicana, programas sociales, salario mínimo, inversión pública, educación pública, sistema de salud, vivienda, justicia para pueblos indígenas, derechos de las mujeres, derechos de la personas de la diversidad, relaciones comerciales internacionales, desarrollo científico y tecnológico, energías sustentables, protección y restauración de recursos naturales, derecho del agua, soberanía alimentaria, el campo, gobernabilidad, paz, seguridad y reformas al sistema judicial.

El propósito de ciudadanizar y democratizar la toma de decisiones está planteada desde el día 3 de diciembre de 2023; es una realidad que en y con la participación indistinta de actores de nuestra sociedad, avanzaremos en la inclusión de los sectores más vulnerables que mantienen la esperanza de justicia y trato digno en el máximo ideal, de bienestar.

Las condiciones están dadas… ¡por el bien de todos, primero los pobres!

Es de suma trascendencia, la iniciativa de impulsar una convocatoria abierta, en la que se invita participar a la población a construir ciudadanía mediante foros de diálogo por la transformación en lo largo y ancho del país.

La firme intención de una candidata de sumar voluntades, talentos y sabidurías en cooperación en pro del bienestar de un pueblo, no se regatea; por el contrario, se deben celebrar cuantas propuestas en la “cultura del dialogo” sea necesaria para llegar a consensos y/o acuerdos comunitarios.

Es esa la visión de quien tiene una genuina vocación de interesar por la tranquilidad, progreso, paz y el humanismo mexicano. Pretender conducir a un país con perspectiva clara en los ejes económico, político, cultural y social, bajo los principios de inclusión y participación democrática de la ciudadanía, no es menor, se trata de asuntos de estado.

Los propósitos de construir espacios comunitarios de respeto y entendimiento, regionales y nacionales, nos obliga considerar en la reflexión sobre el papel que se debe desempeñar por quienes conformamos el universo: los seres humano, la naturaleza, el cuidado y respeto al medio ambiente.

Un adecuado ecosistema, evitar en lo necesario una crisis climática; en todo caso, propiciar un equilibrio natural y humano por el bien de nuestra nación y la humanidad.

Ser partícipes del proceso de transformación iniciado en el 2018 debe significar patriotismo, heroísmo, valentía, responsabilidad social y política.

El inicio de una transformación experimentada en el 2018, debe implicar, emoción, orgullo, honor; por lo que debemos motivar, un segundo piso de la transformación para consolidar el cambio verdadero.

No se puede abandonar el proyecto de nación iniciado por millones de mexicanos, se trata de la esperanza por lograr estadios de bienestar, paz, seguridad y soberanía alimentaria.

Bien y buena aventura a quienes seguiremos en el acompañamiento por un mejor estado de las cosas. Para algunos, nada nuevo debe significar “dialogo”, porque su cultura es la imposición.

No obstante, debemos señalar que desde la historia de la era clásica; previo la era Cristo, era común realizar diálogos; en ellos se profundizaban asuntos de los ciudadanos.

Por citar un ejemplo, filósofos como Sócrates, Platón o Aristóteles, entre muchos más, realizaban extensos y profundos diálogos del estado de las cosas: la vida, la muerte, la amistad, las virtudes, las formas de gobierno, la ética, los gobernantes, la libertad, la naturaleza, la belleza, los seres vivos, entre otros.

En nuestro tiempo, por supuesto siguen existiendo inclinaciones con solida e incuestionable perspectiva para construir humanismo; baste referir los pensamientos escritos por el Papa Francisco en: ACTAS Y DOCUMENTOS, PONTIFICIOS, frattelli tutti, sobre la fraternidad y la amistad social CARTA ENCICLICA DEL SANTO PADRE FRANCISCO que a la letra dice:

“Acercarse, expresarse, tratar de comprenderse, buscar puntos de contacto, todo eso se resume en el verbo [dialogar]. Para encontrarnos y ayudarnos mutuamente necesitamos dialogar. No hace falta decir para que sirve el dialogo. Me basta pensar qué sería el mundo sin ese dialogo paciente de tantas personas generosas que han mantenido unidas a familias y a comunidades.”

Debe ser extraño que haya a quien no se motive a participar en asuntos de interés comunitario; sin embargo, es un asedio que una aspirante a gobernar una nación y un guía de la más alta jerarquía católica coincidan, en estimular una nueva forma de vida en la búsqueda del bienestar para la nación y humanidad respectivamente.

Los principios de respeto, dignidad y reconocimiento como personas, es la base para establecer diálogos.

Son tan necesarios los diálogos en nuestro tiempo, como lo han sido en diversas etapas en la historia de la humanidad, en la que se han registrado actos en los que personas con su generosidad, lograron mantener a sus familias y comunidades unidas, construyeron comunidad y establecieron cohesión social entre sus integrantes; es entonces que, el dialogo es base fundamental para alcanzar bienestar, entendimiento, aceptación y escucharse entre las personas los pueblos y naciones.

En ese orden de ideas, trasciende la generosidad y visión de la candidata Claudia Sheinbaum Pardo, convocar a los principales representantes de la sociedad civil, la academia y el sector empresarial bajo los principios del pensamiento del Papa Francisco (CARTA ENCICLICA), para establecer en el territorio nacional FOROS DE DIALOGOS a la elaboración del programa del próximo gobierno, Plan Nacional de Desarrollo.

Los temas a considerar en los DIÁLOGOS POR LA TRANSFORMACIÓN a través de los foros circulares a los que ha convocado Sheinbaum son afines a: austeridad republicana, programas sociales, salario mínimo, inversión pública, educación pública, sistema de salud, vivienda, justicia para pueblos indígenas, derechos de las mujeres, derechos de la personas de la diversidad, relaciones comerciales internacionales, desarrollo científico y tecnológico, energías sustentables, protección y restauración de recursos naturales, derecho del agua, soberanía alimentaria, el campo, gobernabilidad, paz, seguridad y reformas al sistema judicial.

El propósito de ciudadanizar y democratizar la toma de decisiones está planteada desde el día 3 de diciembre de 2023; es una realidad que en y con la participación indistinta de actores de nuestra sociedad, avanzaremos en la inclusión de los sectores más vulnerables que mantienen la esperanza de justicia y trato digno en el máximo ideal, de bienestar.

Las condiciones están dadas… ¡por el bien de todos, primero los pobres!