Aunque cada vez hay más mercadotecnia para que la población acostumbre a beber agua, todavía son pocos los que se hidratan de manera adecuada, y esto genera varios conflictos, no solo de obesidad, sino también en los estados de ánimo.
El bariatra Martín Chávez Jiménez, dejó de manifiesto que no es lo mismo tomar líquidos que beber agua natural, que es lo más necesario para que el cuerpo inclusive tenga una limpieza por dentro.
Refirió que la fácil irritabilidad, dolores de cabeza, estrés y migraña, también son síntomas de un cuadro de deshidratación tipo uno y es al que se enfrenta el grueso de la población, particularmente en los tiempos de mayor calor.
El problema es que para mitigar la sed, la gran mayoría opta por tomar alguna bebida gaseosa o líquidos con sabor, cuando lo óptimo es recurrir al agua natural y de ser posible con electrolitos al menos una vez por día.
Mencionó que cuando la gente se enfrenta a problemas de deshidratación y presenta síntomas básicos como la fácil irritabilidad y dolores de cabeza, llegan a confundirse con cansancio o falta de descanso, cuando la situación pudiera resolverse simplemente con beber agua y comer frutas y verduras.
La sugerencia para que se ingieran también electrolitos diariamente, es porque las personas los pierden a la par que los líquidos mediante el sudor y la orina, “en tiempo de calor el sudor es salado y allí se van los electrolitos, por lo que ante la falta de estos, se da la deshidratación”.
De la misma manera, recomendó el consumo de alimentos preparados con frutas y verduras, jugos, ensaladas, la constante hidratación y de ser posible el consumo de suero y de esta manera evitar problemas emocionales básicos como la irritabilidad, poca tolerancia, fastidio o desgano.