/ martes 17 de mayo de 2022

El Ágora | Transformemos Aguascalientes 

Estamos próximos a elegir a la futura Gobernadora del Estado de Aguascalientes, el día 5 de junio tendremos que acudir a las urnas para hacer valer nuestro derecho al voto y de esta manera definamos el rumbo de nuestro Estado para los próximos seis años.

Cada día somos más las y los que queremos una transformación en Aguascalientes, somos más las y los que queremos un servicio digno de agua potable y alcantarillado, somos más las y los que queremos calles dignas por donde transitar, somos más las y los que queremos sentirnos seguros al salir de nuestras casas, somos más las y los que queremos que la corrupción termine.

Esta será la primera ocasión que muchas y muchos aguascalentenses que acaban de alcanzar la mayoría de edad ejercerán su derecho al sufragio, hace apenas unos años, cuando se eligió al actual Gobernador solamente eran espectadores y tal vez asistieron a la casilla acompañando a sus padres o a algún mayor de edad para que emitiera su voto y así plasmara sus anhelos desde la perspectiva de la democracia representativa. En ese momento estos jóvenes no podían tomar decisiones en las urnas, eran menores de edad, pero podían observar la realidad y los problemas que enfrentaban sus familias por las malas decisiones de los gobiernos neoliberales.

Estos nuevos votantes nacieron cuando ya se vivía en nuestro país la desilusión de muchos mexicanos y mexicanas que pensaron que el presidente Vicente Fox Quesada iba a ser una opción efectiva de alternancia en el poder y cambio, pero vimos cómo en lugar de esto continuó con el modelo neoliberal y provocaba una crisis de nuestra democracia al intervenir directamente en el fraude del 2006 que llevó al poder al presidente Felipe Calderón Hinojosa.

Su infancia estuvo marcada por los recuerdos de la inseguridad y la violencia que provocó de manera irresponsable el sexenio de Felipe Calderón, de su corrupción y de sus malas decisiones que empobrecieron más a las familias de nuestro país y volvió multimillonarios a un pequeño grupo de empresarios que más parecía un club de mafiosos sin límite en sus ambiciones de enriquecimiento.

Después sus familias y ellos mismos padecieron el pésimo gobierno federal encabezado por Enrique Peña Nieto, marcado por la continuación de la violencia sin sentido, la deshumanización de la economía, la ineptitud y la corrupción. Un sexenio de banalidades materializados en lujos y giras con avión Presidencial, así como en gastos excéntricos, mientras todos nosotros, las mayorías buscábamos consolidar los caminos para una transformación social pacífica a fondo en México.

Seguramente recuerdan que en el 2018 el pueblo unido como un gran ejército pacífico salió a las calles a votar con la esperanza de transformar México, en donde más del 50 por ciento de las y los mexicanos decidieron apoyar un proyecto, una transformación, que hoy está cambiando al país. Como jóvenes han visto la posibilidad de lograr un cambio auténtico a través del sufragio y la movilización popular organizada.

Volviendo a mirar nuestra realidad en Aguascalientes, las y los jóvenes en la entidad saben del caos de inseguridad, de la falta de oportunidades para obtener empleo, lo costoso que es poder estudiar o acceder a la cultura y el deporte, solamente accesible a una minoría que tiene el recurso para pagarlo, saben de la trágica situación del servicio privatizado del agua potable en la capital y de la corrupción que en sí es un pésimo ejemplo ético para las futuras generaciones.

A ustedes, mujeres y hombres jóvenes de Aguascalientes, que votarán por primera vez, los invito a reflexionar sobre nuestra realidad, los invito a no desanimarse y a salir a las calles hasta su casilla a ejercer su derecho ciudadano, a dejar marcada en su boleta dentro de la urna el sueño, el anhelo del estado que todos queremos para el presente y para nuestro futuro.

Las y los invito a salir a votar con libertad, con anhelo y la felicidad de que pueden construir su futuro a partir de esa importante e histórica participación política.

Estamos próximos a elegir a la futura Gobernadora del Estado de Aguascalientes, el día 5 de junio tendremos que acudir a las urnas para hacer valer nuestro derecho al voto y de esta manera definamos el rumbo de nuestro Estado para los próximos seis años.

Cada día somos más las y los que queremos una transformación en Aguascalientes, somos más las y los que queremos un servicio digno de agua potable y alcantarillado, somos más las y los que queremos calles dignas por donde transitar, somos más las y los que queremos sentirnos seguros al salir de nuestras casas, somos más las y los que queremos que la corrupción termine.

Esta será la primera ocasión que muchas y muchos aguascalentenses que acaban de alcanzar la mayoría de edad ejercerán su derecho al sufragio, hace apenas unos años, cuando se eligió al actual Gobernador solamente eran espectadores y tal vez asistieron a la casilla acompañando a sus padres o a algún mayor de edad para que emitiera su voto y así plasmara sus anhelos desde la perspectiva de la democracia representativa. En ese momento estos jóvenes no podían tomar decisiones en las urnas, eran menores de edad, pero podían observar la realidad y los problemas que enfrentaban sus familias por las malas decisiones de los gobiernos neoliberales.

Estos nuevos votantes nacieron cuando ya se vivía en nuestro país la desilusión de muchos mexicanos y mexicanas que pensaron que el presidente Vicente Fox Quesada iba a ser una opción efectiva de alternancia en el poder y cambio, pero vimos cómo en lugar de esto continuó con el modelo neoliberal y provocaba una crisis de nuestra democracia al intervenir directamente en el fraude del 2006 que llevó al poder al presidente Felipe Calderón Hinojosa.

Su infancia estuvo marcada por los recuerdos de la inseguridad y la violencia que provocó de manera irresponsable el sexenio de Felipe Calderón, de su corrupción y de sus malas decisiones que empobrecieron más a las familias de nuestro país y volvió multimillonarios a un pequeño grupo de empresarios que más parecía un club de mafiosos sin límite en sus ambiciones de enriquecimiento.

Después sus familias y ellos mismos padecieron el pésimo gobierno federal encabezado por Enrique Peña Nieto, marcado por la continuación de la violencia sin sentido, la deshumanización de la economía, la ineptitud y la corrupción. Un sexenio de banalidades materializados en lujos y giras con avión Presidencial, así como en gastos excéntricos, mientras todos nosotros, las mayorías buscábamos consolidar los caminos para una transformación social pacífica a fondo en México.

Seguramente recuerdan que en el 2018 el pueblo unido como un gran ejército pacífico salió a las calles a votar con la esperanza de transformar México, en donde más del 50 por ciento de las y los mexicanos decidieron apoyar un proyecto, una transformación, que hoy está cambiando al país. Como jóvenes han visto la posibilidad de lograr un cambio auténtico a través del sufragio y la movilización popular organizada.

Volviendo a mirar nuestra realidad en Aguascalientes, las y los jóvenes en la entidad saben del caos de inseguridad, de la falta de oportunidades para obtener empleo, lo costoso que es poder estudiar o acceder a la cultura y el deporte, solamente accesible a una minoría que tiene el recurso para pagarlo, saben de la trágica situación del servicio privatizado del agua potable en la capital y de la corrupción que en sí es un pésimo ejemplo ético para las futuras generaciones.

A ustedes, mujeres y hombres jóvenes de Aguascalientes, que votarán por primera vez, los invito a reflexionar sobre nuestra realidad, los invito a no desanimarse y a salir a las calles hasta su casilla a ejercer su derecho ciudadano, a dejar marcada en su boleta dentro de la urna el sueño, el anhelo del estado que todos queremos para el presente y para nuestro futuro.

Las y los invito a salir a votar con libertad, con anhelo y la felicidad de que pueden construir su futuro a partir de esa importante e histórica participación política.