“La bronca del diablo contra México” que ve el Papa Francisco ni siquiera viene desde la Cristiada, que abriera una herida muy grande en los mexicanos, y tampoco de la Reforma, con la separación del Estado y la Iglesia, sino desde aquel 1519 a la llegada de Cortés, quien traía con él, igual que Colón 27 años antes al descubrir América, el estandarte de la Virgen de Guadalupe de Extremadura, España, meses después de que los reyes católicos, Fernando e Isabel, recibieran las llaves del último bastión moro, la ciudad de Granada, de manos de Boabdil, aquel rey a quien su madre Aixa regañara: “No llores como mujer lo que no supiste defender como hombre”, dándose así también el primer paso al saqueo del viejo al nuevo mundo, que hoy conocemos como neoliberalismo… El 12 de diciembre de 1531 se aparecería a Juan Diego la Virgen de Guadalupe, con un poder espiritual inimaginable, en el que, como bien dice el Pontífice, mexicanos creyentes y no, soportamos nuestra fe… ¿Qué informó el padre Juan Rivas al Vaticano, sobre los demonios que poseían al michoacano Ángel, antes de aquel 20 de mayo de 2013, en que lo exorcizara el Papa en plena Plaza de San Pedro? Al Santo Padre llamaría poderosamente la atención que una treintena de exorcistas mexicanos fracasara con el michoacano, que llevaba 14 años poseído, desde cuando abordara una combi en la Ciudad de México, donde ocurrió la posesión, lo que indica que los demonios andan en las calles, seis años antes de que Felipe Calderón declarara la guerra al crimen organizado y la Asamblea de Representantes legalizara el aborto. En Michoacán se llevó a cabo el primer operativo policiaco, al llegar cinco mil 500 guardias nacionales… El padre Juan Rivas también relataría a Gabriel Amorth y a Federico Lombardi, jefe de prensa vaticana, como el cardenal Juan Sandoval Íñiguez, conociera la historia de Ángel y su desesperanza. ¿Quién era el presbítero Juan Rivas? Un legionario de Cristo, que recibiera la encomienda del cardenal tapatío, de llevar al endemoniado ante Francisco. Cuando el exorcismo papal, se inconformaría el prelado mexicano tan pronto supo las versiones oficiales surgidas del Vaticano, que como ya dijimos, fue fielmente captado y difundido por la televisión vaticana y viajado instantáneamente a todo el mundo. El padre Rivas declararía de inmediato que luego del saludo del Papa, éste hizo un rezo especial, pero no un exorcismo, versión que sería avalada también en comunicado oficial por el jefe de prensa vaticana, el padre Lombardi. Sin embargo, antes, Rivas había difundido en Facebook: “Quiero aclarar que la persona a la que acompañaba (Ángel, en silla de ruedas) no es un niño, sino una persona adulta… Y segundo, que lo que hizo (el Papa Francisco) fue una oración sobre una persona poseída. Como nadie escuchó las palabras que dijo, ni yo que lo tenía enfrente, se puede afirmar que hizo oración de liberación, pero no más”… La prensa especializada en asuntos religiosos, como El Foro Católico de México, basándose en información de ACI Prensa, diría que “La idea de que el Papa Francisco realizó un exorcismo se debió a un video colocado en internet por el canal TV 2000 de la Conferencia Episcopal Italiana. “El video es la promoción del programa ‘Vade Retro’, una fórmula en latín que se usa en los ritos de exorcismo y que significa ‘vuelve atrás’ o ‘retrocede’, en el que el sacerdote legionario Juan Rivas presenta a un joven al Papa. Se ve al Santo Padre con el semblante serio y luego en actitud orante por el muchacho en silla de ruedas, sobre el que luego impone ambas manos”.
LA COSA ES QUE…
De mayo de 2013 a febrero de 2016 el Papa estudio a fondo “la bronca del diablo en México”. En julio de 2015, al visitar Bolivia, Ecuador y Paraguay, y pedir perdón por el papel de la Iglesia católica en la Colonización, quiso venir a México, lo intentó en septiembre siguiente, antes de llegar a Estados Unidos, y lo consiguió en febrero de 2016, cuando leyera la cartilla al obispado mexicano; qué tal.