/ lunes 15 de julio de 2019

Entre los animales políticos

AGUASCALIENTES, Ags., lunes 15 julio 2019.- El mal tiempo siempre plantea preguntas complejas. Una de ellas, que deberá responderse el próximo 11 de agosto, es: ¿será presidente del PRI Alejandro Moreno Cárdenas, impulsado por Enrique Peña Nieto para blindarse de la campaña lopezobradorista contra la corrupción y la impunidad, impactada ya en “la mafia del poder” con Lozoya, Ancira y Collado? ¿o resurgirá la dignidad priista con la que sobreviviera al 2000 y regresara intrépido en 2012? El primer escenario posible, el de “Amlito”, sería el descabelle a un toro prácticamente muerto y la vía libre a una 4T que no acaba de nacer. Y aunque temporalmente el de Atlacomulco seguiría intocado, Moreno Cárdenas en el liderazgo nacional no sería garantía de inmunidad, la coyuntura terminaría alcanzándolo algún día. Y el segundo escenario, no solo posible, sino urgente y necesario, sería que la militancia priista, sacara la casta y la vergüenza, y eligiera otro liderazgo. ¿Y por qué no, la sobrina del yucateco Víctor Cervera Pacheco -Ivonne- que es la única de las y los aspirantes que más vueltas le ha dado al país, en busca de la simpatía del priismo nacional? Y más aún cuando su paisano, Emilio Gamboa Patrón, se excluyó oportunamente del proceso interno para sustituir al salinismo dominante, que al igual que en 1994, muestra una vez más su pernicioso legado… Alejandro Moreno Cárdenas no encontró dificultad alguna para que, una vez que Alfredo del Mazo le diera luz verde (lo contrario de Zedillo al priismo en aquel 1994: “La línea es que no hay línea”) se posicionara sin necesidad de visitar los estados o hacer campaña. Le bastó aquel 13 de abril pasado, cuando el Presidente visitara el municipio campechano de Hopelchén y a él lo abuchearan. “Alito” respondió valiente a la muchedumbre, que los gritos y los sombrerazos no le espantaban: “Mi gobierno es de personas con carácter”. Andrés Manuel López Obrador le agradeció al joven político que diera la cara y que respaldara a su administración. Moreno Cárdenas ganó ahí una ‘m’ a “Alito”; algunos le decían ya “Amlito” … ¿Por qué Peña Nieto posicionó a Alito? Por sus afinidades: 28 de sus 44 años de edad, Alejandro Moreno Cárdenas los ha vivido en lo que Ortega y Gasset llamaría “los sótanos del poder” priista, como presume el tercero de sus libros de cabecera -después de El arte de la guerra, de Sun Tzu y El Príncipe, de Nicolás Maquiavelo- Las 48 leyes del poder, de Robert Greene, que es una guía sobre “las cualidades personales que se deben de tener para alcanzar el poder en términos sociológicos, un método práctico para todo aquel que quiera conseguir el poder, observe el poder, o tenga que defenderse del poder” … Menor de seis hermanos, Alejandro ingresó al PRI en 1991, tenía 16 años de edad. Síndico en el 2000, diputado federal en 2003 y senador en 2006, diputado federal en 2012 y gobernador en 2015, cuando cambia de caballo a mitad del río: Al terminar su periodo como Presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), una vez que su homólogo mexiquense “le ha pasado corriente”, en mayo de 2019, se destapa como aspirante a dirigir al PRI y registra su candidatura. Sus promotores argumentan que es el priista que conoce mejor la grilla de su partido de los últimos 20 años. Sin embargo, un PRI perfilado a defender la corrupción peñanietista carecerá de toda la autoridad social de sus siete décadas de hegemonía y no podría volver a representar las más elevadas causas nacionales … La hora del PRI se llama 11 de agosto, Ivonne Ortega, o extinción moral… Sin duda Carlos Salinas y Alejandro Moreno Cárdenas son auténticos animales políticos. En Aguascalientes también tenemos uno, se llama Carlos Lozano de la Torre. Aquí también está desatada la grilla por dos posiciones claves en el PRI local: una mesa directiva de enlace con la gente de Alejandro Moreno Cárdenas (donde pueden volverse a equivocar) y la Presidencia del Comité Directivo Estatal.

LA COSA ES QUE…

Mañana le describimos cómo vencerá José Carlos Lozano Rivera Río, “tigre pintito”; qué tal.

AGUASCALIENTES, Ags., lunes 15 julio 2019.- El mal tiempo siempre plantea preguntas complejas. Una de ellas, que deberá responderse el próximo 11 de agosto, es: ¿será presidente del PRI Alejandro Moreno Cárdenas, impulsado por Enrique Peña Nieto para blindarse de la campaña lopezobradorista contra la corrupción y la impunidad, impactada ya en “la mafia del poder” con Lozoya, Ancira y Collado? ¿o resurgirá la dignidad priista con la que sobreviviera al 2000 y regresara intrépido en 2012? El primer escenario posible, el de “Amlito”, sería el descabelle a un toro prácticamente muerto y la vía libre a una 4T que no acaba de nacer. Y aunque temporalmente el de Atlacomulco seguiría intocado, Moreno Cárdenas en el liderazgo nacional no sería garantía de inmunidad, la coyuntura terminaría alcanzándolo algún día. Y el segundo escenario, no solo posible, sino urgente y necesario, sería que la militancia priista, sacara la casta y la vergüenza, y eligiera otro liderazgo. ¿Y por qué no, la sobrina del yucateco Víctor Cervera Pacheco -Ivonne- que es la única de las y los aspirantes que más vueltas le ha dado al país, en busca de la simpatía del priismo nacional? Y más aún cuando su paisano, Emilio Gamboa Patrón, se excluyó oportunamente del proceso interno para sustituir al salinismo dominante, que al igual que en 1994, muestra una vez más su pernicioso legado… Alejandro Moreno Cárdenas no encontró dificultad alguna para que, una vez que Alfredo del Mazo le diera luz verde (lo contrario de Zedillo al priismo en aquel 1994: “La línea es que no hay línea”) se posicionara sin necesidad de visitar los estados o hacer campaña. Le bastó aquel 13 de abril pasado, cuando el Presidente visitara el municipio campechano de Hopelchén y a él lo abuchearan. “Alito” respondió valiente a la muchedumbre, que los gritos y los sombrerazos no le espantaban: “Mi gobierno es de personas con carácter”. Andrés Manuel López Obrador le agradeció al joven político que diera la cara y que respaldara a su administración. Moreno Cárdenas ganó ahí una ‘m’ a “Alito”; algunos le decían ya “Amlito” … ¿Por qué Peña Nieto posicionó a Alito? Por sus afinidades: 28 de sus 44 años de edad, Alejandro Moreno Cárdenas los ha vivido en lo que Ortega y Gasset llamaría “los sótanos del poder” priista, como presume el tercero de sus libros de cabecera -después de El arte de la guerra, de Sun Tzu y El Príncipe, de Nicolás Maquiavelo- Las 48 leyes del poder, de Robert Greene, que es una guía sobre “las cualidades personales que se deben de tener para alcanzar el poder en términos sociológicos, un método práctico para todo aquel que quiera conseguir el poder, observe el poder, o tenga que defenderse del poder” … Menor de seis hermanos, Alejandro ingresó al PRI en 1991, tenía 16 años de edad. Síndico en el 2000, diputado federal en 2003 y senador en 2006, diputado federal en 2012 y gobernador en 2015, cuando cambia de caballo a mitad del río: Al terminar su periodo como Presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), una vez que su homólogo mexiquense “le ha pasado corriente”, en mayo de 2019, se destapa como aspirante a dirigir al PRI y registra su candidatura. Sus promotores argumentan que es el priista que conoce mejor la grilla de su partido de los últimos 20 años. Sin embargo, un PRI perfilado a defender la corrupción peñanietista carecerá de toda la autoridad social de sus siete décadas de hegemonía y no podría volver a representar las más elevadas causas nacionales … La hora del PRI se llama 11 de agosto, Ivonne Ortega, o extinción moral… Sin duda Carlos Salinas y Alejandro Moreno Cárdenas son auténticos animales políticos. En Aguascalientes también tenemos uno, se llama Carlos Lozano de la Torre. Aquí también está desatada la grilla por dos posiciones claves en el PRI local: una mesa directiva de enlace con la gente de Alejandro Moreno Cárdenas (donde pueden volverse a equivocar) y la Presidencia del Comité Directivo Estatal.

LA COSA ES QUE…

Mañana le describimos cómo vencerá José Carlos Lozano Rivera Río, “tigre pintito”; qué tal.