Año con año, durante el Festival Internacional de Títeres de Aguascalientes, hace acto de presencia la Carpa de Títeres de los Hermanos Flores.
Se trata de una empresa familiar que ha mantenido, por más de 150 años, la esencia de ensueño de las carpas antiguas, ofreciendo además de su fantástico espectáculo de títeres, una sensación de nostalgia y añoranza para quienes crecieron con esta diversión.
Don Eleno Flores compartió en entrevista con El Sol del Centro, que fue su bisabuelo, también llamado Eleno, quien inició con el sueño que, más tarde, se convertiría en una tradición con reconocimiento nacional.
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“Mi papá me contó que cuando mi bisabuelo era niño, su padrastro lo llevó a ver una función de títeres en el Teatro Juárez, en Guanajuato, y desde entonces le gustó; pero le gustó tanto, que él mismo comenzó a elaborar sus propias marionetas y conforme pasó el tiempo, creó la Carpa”, señala Don Eleno.
Desde entonces esta familia, originaria de Irapuato, Guanajuato, convirtió este arte en su forma de vida. “Sólo mi abuelo, también llamado Eleno, no se dedicó a esto; pero mi bisabuelo enseñó a mi papá, y mi papá me enseñó a mí”. Incluso, con orgullo, Don Eleno presume que aún conserva una de las marionetas elaboradas a por su bisabuelo.
Radicados desde has más de 40 años en Aguascalientes, esta familia ha dado continuidad a la tradición, no sólo durante el Festival de Títeres en esta entidad, sino durante todo el año, pues van de feria en feria y festivales, por toda la República Mexicana.
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Parte de su trabajo, además de las funciones, es la elaboración de sus marionetas. La forma del cuerpo está hecha con madera de colorín, que cuando se seca, es llamado patol. Es una materia firme, pero ligero, lo que facilita la manipulación de los muñecos. También son los encargados de diseñar y confeccionar el vestuario de los muñecos. Don Eleno comparte que, para la realización de una sola pieza, se invierte una semana de trabajo; pues el trabajo es totalmente artesanal, ya que a mano se talla la madera para dar la forma deseada, el vestuario se corta y decora también de forma manual, así como la pintura del rostro y detalles de las manos, pies y cabello. De ahí, el costo de cada títere, pues según el personaje y el trabajo que éste requiera, puede alcanzar un costo de 5 mil pesos.
En la presente edición del Festival de Títeres, las funciones en la Carpa de los Hermanos Flores concluyen este domingo 09 de julio. Está abierta al público de las 11:00 a las 19:00 horas, y cada función tiene un costo de 40 pesos por persona.
Está ubicada en la Patio Jesús F. Contreras, sobre calle Galena esquina con calle Nieto, a un costado del Teatro Morelos, en el centro de la ciudad.
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