La noche de este martes 9 de noviembre, dejó de existir uno de los más fieles y prolíficos promotores, gestores, productores y hacedores del arte y la cultura en Aguascalientes: Ladislao Rafael Juárez Rodríguez.
Poseedor de una herencia cultural, pues era hijo de Don Ladislao Juárez Ponce, otro gran impulsor del arte en la entidad, creció en medio de las diversas expresiones de la riqueza cultural de Aguascalientes.
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Su voz dejó escuchar con estilo tradicional, en canciones que retrataban la sencilla vida de los menos favorecidos; también actuaba y condujo noticieros; y es que no había cosa que se resistiera a su talento.
Sus sonoras carcajadas, profundo matiz vocal y su imponente personalidad, dejaron fuella en distintos foros y escenarios, como parte del Ferial de Aguascalientes, de Radio Universidad, leyendo poemas o narrando historias de ferrocarrileros, y como parte de la agrupación Son 4.
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Como sucede con personajes como Rafael, también conocido y reconocido como “El Güero Juárez”, la única forma de asimilar su ausencia, es encomiar su vida, su obra y legado, a través de sus obras, que están por todas partes donde se aprecie una manifestación del arte aguascalentense; cada una de ellas, dan certeza de que cumplió a cabalidad su propósito de vida: celebrar y difundir la cultura.
Rafael Juárez Rodríguez nació en el año 1954 y falleció a la edad de 67 años, en compañía de su familia, coincidentemente, el día en que su padre, Don Ladislao Juárez Ponce habría nacido, pero en el año 1927.
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