La imparable racha de autoprivaciones de la vida ha cobrado ya la existencia de 90 aguascalentenses, tan solo durante el presente año, sin que se tenga el menor indicio de que el problema tiene visos de solución.
Entre la noche del jueves y la tarde de ayer, dos nuevos casos se registraron en territorio estatal, uno de ellos en el fraccionamiento San Sebastián, al sur de la ciudad y otro más en el municipio de Calvillo.
Cerca de las 11 de la mañana de ayer, quien en vida respondía al nombre de Refugio y contaba con 59 años de edad, decidió terminar con su existencia descerrajándose un tiro en la sien, con una pistola de su propiedad.
Los hechos se registraron en la calle Nicolás Bravo, del barrio La Pila, en la comunidad Ojocaliente, Calvillo, situada a 45.5 kilómetros al poniente de la capital del estado.
En ese sitio y aprovechando que se encontraba solo en su habitación, Refugio tomó un revólver que se colocó en la cabeza y, sin pensarlo mucho, jaló del gatillo, privándose de la vida al instante
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Al escuchar la detonación, sus familiares que se encontraban en la misma vivienda, corrieron espantados al lugar, donde encontraron a Refugio en medio de un impresionante charco de sangre y aún con la humeante pistola en sus manos.
A pesar de que llamaron a los servicios de emergencia, éstos ya nada pudieron hacer para salvarle la vida, limitándose a solicitar la presencia del Agente del Ministerio Público, quien dio fe de cadáver y ordenó el traslado del cuerpo al Servicio Médico Forense, donde se le practicó la necropsia de ley, antes de entregarlo a sus familiares para que le diesen cristiana sepultura.
Antes, durante los últimos minutos del pasado jueves, en una vivienda ubicada en la calle San Valentín, del fraccionamiento San Sebastián, una estudiante de nombre Oded, de 21 años de edad, fue localizada por su hermana de 12 años, de nombre Odalis, colgada de cuello.
Paramédicos de la Cruz Roja Mexicana confirmaron que Oded ya no contaba con signos vitales, por lo que se solicitó la presencia del personal de la Fiscalía General del estado.
Finalmente, los agentes del Grupo Homicidios de la Policía Ministerial del estado, el Agente del Ministerio Público de hospitales y peritos de la Dirección General de Investigación Pericial efectuaron el procesamiento de la escena y el posterior traslado del cadáver al Semefo para practicarle la necropsia de ley.
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