Hay que hacer efectiva la persecución de los delitos denunciados por la ciudadanía, así como devolver al ciudadano la confianza en sus cuerpos de seguridad pública y organismos encargados de la impartición de justicia, afirma el abogado Luis Rodríguez Chávez.
Se pronunció por una mayor profesionalización y depuración de los cuerpos policiales y por el establecimiento de un auténtico servicio policial de carrera.
En un Estado de Derecho, el objetivo supremo del Gobierno es el brindar seguridad y justicia a los gobernados, para la sociedad es fundamental la seguridad de la persona y su familia, así como de su patrimonio.
Por lo anterior, apuntó, el concepto de seguridad debe ser visto por el sector público, como algo más que un problema meramente policiaco.
Rodríguez Chávez apuntó que un reclamo cotidiano de la ciudadanía en general es la seguridad, ante el crecimiento de la violencia y la delincuencia, al incidir varios factores actuales en ellas.
Ante el problema anterior se presenta un fenómeno peculiar: el ciudadano afectado, pese a ser víctima de la delincuencia no hace nada, no denuncia, por dos razones fundamentales: temor y falta de credibilidad.
Temor a las represalias del ladrón impune, influyente y que goza de complicidad. Falta de credibilidad y desconfianza a los órganos encargados de proporcionar justicia, en gran parte por la cantidad de denuncias y demandas sin respuestaLuis Rodríguez Chávez
El abogado dijo que todo esto propicia un problema real y creciente:“la psicosis del miedo”, provocando que el ciudadano que no ha sido afectado espere de un momento a otro ser víctima de la delincuencia.
En ese renglón de seguridad propuso:
- Hacer efectiva la persecución de los delitos denunciados por la ciudadanía.
- Devolver al ciudadano la confianza en sus cuerpos de seguridad y organismos encargados de la impartición de justicia.
- Profesionalización y depuración de los cuerpos policiacos.
- Incremento cualitativo y cuantitativo de los elementos policiales.
- Establecimiento pleno de un servicio policial de carrera.
- Salarios y prestaciones adecuadas que permitan al policía llevar una vida decorosa para él y su familia.
- Promociones y ascensos.
- Incentivos económicos y morales.
- Adiestramiento y capacitación permanentes.
- Lograr una imagen positiva y reconocimiento de la sociedad para la policía.
Algunas de estas acciones o estrategias ya han sido emprendidas por el Ayuntamiento de la capital en la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, sin embargo, hace falta que dichas políticas se extiendan a todos los municipios del interior, finalizó el entrevistado.
EL DATO:
El concepto de seguridad debe ser visto por el sector público, como algo más que un problema meramente policiaco