Como señal de bienvenida, los peregrinos del Decanato San Román Adame Rosales, fueron recibidos en la puerta de la Catedral Basílica, roseados con agua bendita que les brindó el presbítero Casimiro Serna.
Con cantos de júbilo ingresaron al Santuario de la Virgen, los miembros de las parroquias de Nuestra Señora de la Asunción, de Los Azulitos; el Señor de la Capilla, de Ciénega de Mata; Sagrado Corazón de Jesús, de Betulia, Jalisco; Nuestra Señora de la Luz, de Palo Alto; Nuestra Señora de la Purificación, de Calvillito; Nuestra Señora del Refugio, de Sandovales y sus comunidades.
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Desde el altar, el Obispo Juan Espinoza Jiménez, les manifestó su complacencia por verlos reunidos en la cada de la Virgen, para mostrarle su fe y esperanza.
Con la misma alegría, el cuerpo de clérigos recibió a los representantes de las parroquias del Espíritu Santo, San Miguel Arcángel, Nuestra Señora de los Bosques, Nuestra Señora de la Soledad, Divino Salvador, Nuestra Señora de Fátima y las Capellanías de San José, San Juan Pablo II, Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, pertenecientes al Decanato San José Sánchez del Río.
Así mismo, se dieron cita los directivos y colaboradores de empacadoras de carne, Asociación Ganadera de Aguascalientes, estableros y similares, y enfriadoras de leche del estado, quienes en familia, acudieron ante el altar, para presentar su agradecimiento a la Virgen.
Por su parte, el Obispo Juan Espinoza, reconoció el esfuerzo de todos los presentes para estar esa tarde reunidos. “Así como María acompañó a su hijo Jesús junto a la cruz, ahora nos acompaña en nuestro caminar. Ella está junto al dolor de todos nosotros, junto al sufrimiento. No nos sintamos desprotegidos de esta madre amorosa”.
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