Aunque la razón de que los productos con alto contenido calórico porten dichos sellos es precisamente para evitar enfermedades crónicas, es poca la gente que ha modificado sus hábitos de consumo una vez que se implementaron estas medidas de advertencia, sostuvo Gilberto López Torres, presidente de la Asociación Abarroteros Unidos.
Si bien, reconoció que al principio era novedad y hubo gente que dejó de comprar algunos productos precisamente porque les llamaba la atención el que tuviera tres o dos sellos, pero, “hoy, si tuviéramos que analizar cuál es el porcentaje que lo sigue haciendo, tal vez no llegaríamos ni a un 5% porque las personas tienen muy arraigados sus gustos y sus costumbres, por lo que es muy difícil que después de muchos años dejen de consumir el refresco que hasta por tradición lo consumen o dejar de comer el pan dulce o pastelito que toda la vida han comido, entonces, en este momento es poca la gente que hace caso a los sellos”, reiteró.
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Asimismo, López Torres mencionó que, los consumidores que forman parte del 5% que sí atiende las recomendaciones son aquellos que padecen una enfermedad, “nosotros como dependientes de tienditas de colonia conocemos a nuestros clientes que son nuestros vecinos, entonces, sabemos quiénes son diabéticos, hipertensos o que tienen alguna enfermedad, ellos son los que han modificado un poco sus compras, aunque siguen llevando el mismo producto, ahora compran una presentación más pequeña, pero no lo dejan del todo, si compraban un refresco de 600ml ahora se llevan el pequeño de 250 ml y eso aplica en todo tipo de productos que tienen grasas saturadas, sodio, azúcares añadidos, es decir, con alto contenido calórico”.
Finalmente, comentó que, entre los mismos abarroteros tratan de recomendar otros productos más naturales, pero es la misma gente quien los busca y solicita, entonces, la venta sigue siendo la misma por la misma demanda, explicó.
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