Rocío Guzmán, psicóloga y directora de la clínica Oasis Esperanza buscó a los medios para compartir con la población en general sobre la educación respecto a las adicciones, priorizando atender y prevenir las adicciones en los aguascalentenses. Las derivaciones que genera el consumo de sustancias, amerita a su decir, brindarle al tema el valor y peso que la problemática amerita.
Un buen comienzo sería poniendo alertas sobre todo a las comorbilidades con trastornos de personalidad y emocionales que afectan a los humanos y si a esto se le agrega (que se da en todos los casos de los adictos), el consumo de drogas, desencadena problemas con violencia familiar, de género y delincuencia menor, pero incluso asesinatos debido a que las drogas han evolucionado en el daño que causan por su poder y la fuerza en destrucción al consumidor.
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Guzmán aseguró, “creemos que dejando de consumir una sustancia se va a resolver el problema”; el próximo 20 de enero la conferencia “Más allá de las adicciones” mostrará que no es así, pues una persona con problema de alguna adicción, tiene toda una estructura de personalidad adictiva, una manera de sentir específica, una manera de pensar específica y se tiene que descubrir cómo funciona la persona adicta, según su expertis.
Muchos ayudan a dejar de consumir, pero 93% de la población que acude a un centro y se rehabilita, recae ante algún suceso, y vuelve peor, porque la recaída, aseguró, trae resentimiento social, más afectación en las familias, entre otros.
La adicción es una enfermedad progresiva, los temas de personalidad deben tratarse y cómo puede hacerse para que las personas que requieren conservar el equilibrio sin llegar al consumo “la gente piensa que recaen porque no saben, porque no piensan, porque no reaccionan” no es así, asegura la directora, con cuatro años al frente de la clínica, que en este periodo ha visto familias en tristeza y desesperación, desencadenados de los desperfectos físicos y generales que ocasiona el consumidor.
El suicidio está muy relacionado con el tema de las adicciones, el tratamiento lleva proceso de desintoxicación, consciencia, pero el seguimiento es primordial, Rocío advirtió que “no hay lugar que garantice curación total, porque las adicciones no se curan, por tanto se trata de mantener el mensaje de qué hacer una vez rehabilitado, con las actividades, dinámicas, entornos para localizar el sentido de vida de cada uno, que implica cambio de procesos cognitivos, cambio de hábitos, juicios, actitudes”; por tanto la enfermedad multifactorial que tiene que ver con la genética, la sociedad en la que se desenvuelven los adictos.
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Por último, este tratamiento debe ser multidisciplinario, psiquiatra, grupo de autoayuda, psicología, actividad física, es un trabajo en conjunto que requiere canalización. La familia genera codependencia, y enterarse cómo funciona un familiar adicto, para que sus dinámicas sociales funcionen, es tema urgente, porque se les apoya desde el entendimiento.
“La gente se está muriendo, esta es una cuestión de vida o muerte”, finalizó.
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