El alto consumo de alcohol que se registra en Aguascalientes es una consecuencia directa del carácter festivo y bullanguero de quienes habitamos la entidad.
El director general de Salud Mental del Instituto de Servicios de Salud del Estado de Aguascalientes (ISSEA), Héctor Grijalva Tamayo, negó que en la entidad se beba para ahogar las penas o evadir la realidad, sino que ocurre todo lo contrario.
Los aguascalentenses somos muy festivos, tenemos muchas fiestas. Está la fiesta de las Calaveras, la fiesta de San Marcos, la fiesta de la Asunción. Tenemos una gran cantidad de fiestas, somos muy sociales, somos muy amistosos y hay una gran cantidad de reuniones sociales y familiares
En entrevista colectiva, realizada en el marco de la conmemoración del Día del Sicólogo, Grijalva Tamayo condenó en este sentido que al ocupar nuestra entidad el primer lugar en consumo per cápita de alcohol a nivel nacional, se favorece el consumo temprano, esto es, desde los primeros años de la adolescencia.
Consideró que de vital importancia que aún dentro del ambiente festivo, las personas que beben hagan lo posible por mantener un autocontrol de la cantidad de licor que ingieren, pues los graves problemas de alcoholismo comienzan en el momento que se pierde el control.
Negó en este sentido que exista una predisposición genética al alcoholismo o que si una madre embarazada bebe, el hijo esté condenado a hacerlo toda su vida, pues estudios hay demostrado que no existe una relación directa entre ambas situaciones.
Esto no quiere decir que las madres embarazadas puedan tomar todo el alcohol que quieran. El problema es que al presentarse cuadros de restricción circulatoria el bebé puede sufrir por eso y deshidratación. El bebé no se va a hacer alcohólico, pero sí puede presentarse un parto prematuro, una desnutrición fetal, eso sí.
Héctor Grijalva Tamayo