A sus 82 años de edad y con moldes creados en 1800, Roberto Campos Padilla, se dedica a la fabricación de una artesanía única en el estado: ramos de flores metálicas que apenas le permiten obtener unos cuantos ingresos al mes.
Así lo platicó en la Plaza de la Patria en tanto ofrecía su mercancía, la cual llamaba la atención de turistas y ciudadanía en general aunque, nadie compraba, sólo preguntaban precios, apreciaban el trabajo y le felicitaban, pero nada más.
Los moldes, aclaró, fueron elaborados por un antiguo pariente suyo, “Elpidio Padilla Campos, quien se dedicaba a la fabricación de campanas, carretas, diligencias y las flores –dijo- las hacía para decorar sus trabajos”.
Indicó que para elaborar los ocho ramos de flores que normalmente oferta, se tarda entre 20 y 22 días, pero para venderlas, comentó, “me tengo que recorrer el centro de la ciudad en tres o cuatro ocasiones”.
Refirió que sale de su casa, ubicada en el Cerrito de la Cruz, a las 10:00 horas “pero llegó al centro después de las 11, la bicicleta me sirve sólo para transportar las flores porque ya no puedo manejarla”.
Por supuesto, afirmó, tengo hijos, nietos y hasta bisnietos, “pero yo no quiero depender de nadie, todavía puedo obtener ingresos suficientes para mantenerme, ya no puedo trabajar como decorador pero con la ayuda que me dan en el programa de “65 y más”, puedo sacar lo suficiente para vivir”.
Mencionó que el oficio lo aprendió en una Escuela Tipo en 1947, “pero también mi abuela me ayudó mucho, aunque para esto es necesario saber mucho de flores, conocerlas, saber sus detalles, porque las azucenas, rosas o girasoles y todas las demás, tienen características únicas y no es adecuado revolverlas porque dejan de ser atractivas”.
En la Escuela Tipo, mencionó, “lo que me enseñaron en particular fue decoración, una actividad que dejé de practicarla hace mucho tiempo pero llegué a hacer trabajos para el municipio y para el Gobierno del estado”, apuntó.
La materia prima que utiliza señaló, es pintura en spray, aluminio, latón, cobre, lamina “y en eso se me van todas las utilidades. En realidad sólo hago estas flores para no oxidarme y para distraerme”, concluyó.
El dato: Para elaborar su artesanía, don Roberto Campos, tuvo, primero que conocer a detalle las flores que elabora a fin de no distorsionar su imagen