Pocas serán las 19 abuelas del asilo San Vicente que lamenten no recibir la vista de sus hijos y sus nietos este 10 de mayo ya que durante todo el año es extraño que algún familiar las visite o al menos les llame por teléfono.
El problema es que ahora están más solas que nunca pues desde el día 15 de marzo las puertas del asilo se cerraron y ya no ha sido posible la visita de terapeutas y de personas que llegaban a cantar a enseñar manualidades y bailar con las abuelas.
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Así lo informó la directora de este espacio, Rosa María Patiño Rodríguez, quien señaló que si bien, a la fecha no ha llegado ningún familiar de las abuelas, los que no han faltado en estos días de confinamiento son los estafadores, quienes en fechas recientes pretendieron obtener algo de dinero “me llamó una persona diciéndome que era el Obispo y que en unos minutos llegaría a visitarnos, instantes después volvió a llamar para decirme que se le ponchó una llanta de su camioneta y quería que le ayudáramos para pagar la reparación”.
Pero el 10 de mayo, dijo, "se celebra con mucha alegría, llegan nuestros bienhechores, varios jóvenes traen flores, acompañan un rato a las abuelas y en ocasiones se presenta también algún familiar, pero son pocas las que son recordadas por sus familiares, a las más afortunadas sus hijos o nietos las llevan a comer, pero el resto del año son pocas las visitas, si acaso una cada mes”.
En estos momentos, indicó, “las abuelas ya se me están revelando pues llevamos casi dos meses en confinamiento, además de que muy pocos familiares han hablado para preguntar sobre su salud, por nuestra parte estamos trabajándoles la psicología para que no caigan en depresión por el abandono de los hijos”.
Lamentó el hecho de que de las 19 abuelas que viven en el asilo, sólo una de ellas recibe llamadas telefónicas constantes...
Y quién sabe si alguien más llame el próximo 10 de mayo
Para agravar la situación:
Esta vez no tendremos fiesta, aunque estamos preparando una convivencia entre nosotras, haremos comida y trataremos de pasar un buen momento
Por lo general comentó que con el confinamiento han aumentado los niveles de depresión, “algunas se han vuelto muy agresivas, así no eran y el problema es que no contamos con la ayuda de algún psicólogo”.
Por su parte Edith Tiscareño Herrera, asistente de la Directora, mencionó que
En estos días el ambiente se ha vuelto desolador, de ahí el llamado a los familiares para que se acerquen al asilo, que el menos las abuelas los puedan ver
Opinó que en estos momentos “es necesario ser menos egoístas y tomar esto que nos está pasando como una enseñanza, debemos comprender que, como seres vivos e inteligentes, tenemos que convivir y ayudarnos mutuamente, como sociedad, como familia. Esta pandemia debe impulsarnos para sacar lo mejor de nosotros mismos”.
ORIGEN
No todas las abuelas del asilo San Vicente son originarias del estado, dos fueron traídas de Jalisco y otra de Zacatecas
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