En México hay aproximadamente 15 millones de fumadores: 4.4 son mujeres y 10.6 hombres, lo grave es que son sólo 300 mil los derechohabientes del Seguro Social que anualmente buscan tratamiento en consulta externa.
Así lo informó Edgar Vinicio Mondragón Armijo, jefe del Área de Enfermedades Respiratoria, quien indico que las estadísticas mundiales refieren que 17.3% de la población fuma; de éstos, 21.9% son hombres y 12.7% mujeres. En la adolescencia, entre los 13 y los 15 años de edad, la relación de hombres y mujeres fumadores es uno a uno sobre todo en los países en desarrollo.
Advirtió el especialista que el tabaquismo es causa de tres padecimientos crónicos fundamentales no transmisibles: enfermedades cardiovasculares, que provocan infartos cardiacos; enfermedades cerebrovasculares (como coágulos en el cerebro); enfermedades respiratorias crónicas, principalmente enfisema pulmonar y bronquitis crónica.
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Señaló además que este vicio provoca tumores malignos, cáncer de pulmón, laringe, tráquea, esófago, estómago, mama y vejiga, entre otros.
Comentó que para el derechohabiente que desea abandonar el consumo de esta droga el IMSS ofrece terapia psicológica y farmacológica especialidades con las que se apoya al paciente para resolver problemas emocionales, y mediante chicles y parches con suplementos de nicotina se busca evitar el síndrome de abstinencia ya que con estos productos se va reduciendo la ingesta de nicotina hasta que el paciente deja necesitar esta sustancia.
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Mencionó que en el tratamiento también se emplean ansiolíticos y antidepresivos que ayudan a la persona en el proceso de dejar de fumar durante la etapa de estrés que cursa quien quiere dejar el tabaco.
“A las personas que recaen las estimulamos para que lo reintenten, que no consideren que esto es un fracaso. Es una reincidencia y los tenemos que motivar y animar para que hagan el esfuerzo nuevamente”, subrayó Mondragón Armijo.
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Aseveró que la terapia conductual y farmacológica emplea un mes de duración, posteriormente, trabajadoras sociales mantienen contacto con el paciente por medio de llamadas telefónicas para motivarle y no dejarle caer nuevamente en este vicio, pero es necesario evitar por algún tiempo, lugares y hábitos que invitan a fumar, por ejemplo, tomar café con los amigos o asistir a eventos sociales donde hay consumo de alcohol.
Finalmente recomendó a los padres de familia a evitar que sus hijos se inicien en el hábito del cigarro, porque se afectará su calidad de vida y vivirán menos.
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