Es común que en esta temporada navideña, se incremente considerablemente la comercialización del musgo, especialmente para montar el tradicional nacimiento.
El musgo es una planta que posee una alta capacidad para absorber el agua, lo que la convierte en una excelente aliada para transportar la humedad al suelo. Sin embargo, pertenece a la familia de las plantas no vasculares (es decir, no tiene sistema vascular), lo que significa que, por sus características estructurales carentes de vasos y tejidos, no puede contener por mucho tiempo la humedad que absorbe. De ahí, que rápidamente transporte al suelo el agua que contiene.
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Esta propiedad del musgo es fácil de observar, ya que cuando se coloca en la ornamentaciones, pareciera estar muerto y seco; sin embargo, al humedecerlo con un poco de agua, parecer revivir. Es decir, recobra su aspecto frondoso rápido y fácilmente.
Lo mismo sucede cuando está en su suelo, parece seco en algunas temporadas del año, pero con la lluvia, aunque no sea copiosa, suele recuperar mucha humedad y llevarla al suelo. Por el contrario, cuando se retira, si es un año de poca lluvia, el suelo tiene a erosionarse y se seca; lo que significa que pierde esa humedad. Por si esto fuera poco, es hogar de muchos microorganismos, como el osito de agua (tradígrados).
Gran parte del musgo que se comercializa en la ciudad, proviene de los estados de Michoacán, Guanajuato y Estado de México. No obstante, la mayoría se trae de la Sierra Fría en Aguascalientes.
En este sentido, el biólogo Iván Villanueva Juárez, miembro de la Organización para la Conservación “Los Hijos del Desierto”, comentó en entrevista con El Sol del Centro, que particularmente en Aguascalientes, el musgo se concentra en gran manera en la Sierra Fría, de donde se extraen importantes cantidades.
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“Si bien, no se puede especificar la cantidad exacta, sí estamos seguros que son toneladas las que se retiran de su suelo”. Desafortunadamente, esta planta no está contemplada dentro una norma oficial, para que poder protegerla legalmente, lo que impide que se regule su extracción. “Por eso la gente lo retira; también quitan el heno, otras plantas y cactáceas”, agregó.
El impacto que esto genera el ambiente, es considerable, pues además de que suelo pierde humedad, no sólo para la generación de otras plantas y árboles, también pone en riesgo la conservación de especies que viven en el musgo; y que en muchos de los casos, son endémicos de Aguascalientes y la región.
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