Los tradicionales juguetes mexicanos aún pueden encontrarse en cualquier mercado de artesanías en México, sin embargo, actualmente no son tan requeridos como hace algunos años.
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Seguido de China y España, México es el tercer productor mundial de estos coloridos y entretenidos objetos, además, en el país existen museos dedicados a los juguetes tradicionales, como el Museo del Juguete Popular Mexicano, ubicado en San Miguel de Allende, que cuenta con más de un millar de estos objetos; además se encuentran el Museo de Culturas Populares del Estado de México, en Toluca, y el Museo del Juguete Antiguo México.
El balero es uno de estos juguetes, su origen data del Siglo XVI; consta de una cuerda que por un lado sujeta a un palo o mango alargado y por el otro un mazo en forma de barril, el objetivo es incrustar el mango dentro del orificio del mazo.
Por otro lado está el trompo, juego de destreza que consiste en enrollar una cuerda alrededor del trompo, lanzarlo al suelo con fuerza para que gire y se equilibre sobre su propio eje; el yoyo es uno de los juguetes más populares, se conforma de un disco con una ranura en su perímetro, donde se enrolla el cordón, que le permite subir y bajar.
La lotería es un juego de mesa que consiste en ir llenando con fichas la tabla asignada, que se conforma de diversas figuras, las cuales se van “cantando” con cartas individuales, quien complete la tabla será el ganador del juego.
También están las canicas, pequeñas bolas de vidrio que tienen diversas formas de jugar, las cuales dependen de los integrantes del juego.
En la actualidad, los juguetes tradicionales han perdido un poco de presencia debido a que las nuevas generaciones optan por pasar tiempo en dispositivos móviles, entre otras actividades, sin embargo, estos objetos se han convertido en toda una tradición en el país, dado su origen y permanencia con el paso del tiempo.