Con 63 años tradición, muchas han sido las historias que de forma simultánea se escriben con el Maratón Guadalupano, organizado por EL SOL DEL CENTRO.
Desde promesas que los corredores cumplen como muestra de gratitud por un favor recibido, hasta sueños que se concretan sólo para demostrarse a sí mismos de lo que son capaces.
Sin embargo, en esta edición 59 de la justa deportiva más importante de Aguascalientes, una de las que más emocionó a quienes participaron dentro y fuera de la ruta del maratón, fue la que escribió Julio César Perales Ruvalcaba, quien con el número de registro 0206, dejó una huella por demás emotiva en su recorrido.
Y no fue, precisamente, por lograr un lugar en el pódium, sino por la propuesta de matrimonio que hizo a su novia María Guadalupe.
Al llegar a la meta, Julio César levantó en sus manos la manta con la pregunta que cambiaría para siempre su vida y la de su ahora prometida.
Junto con los protagonistas, el público que salió a las calles para animar a los competidores, se emocionó al ver que, de rodillas, el atleta entregaba el anillo a la mujer de su vida.
En júbilo y aplausos estallaron los presentes cuando María, conmovida, aceptó convertirse en la esposa de Julio César.
Son sucesos, como éste, los que hacen al Maratón Guadalupe, muy de Aguascalientes, de su gente; y junto con EL SOL DEL CENTRO, siguen documentando historias en las que absolutamente todos tienen cabida.