/ lunes 19 de agosto de 2019

PRESENCIA | Aguascalientes, a la zaga en aprovechar el agua de lluvia

POR: RENÉ GALINDO SOLÍS

Dos informaciones convergen en estos días en los medios de comunicación, a niveles nacional y local, que impele a los gobiernos municipal y estatal de Aguascalientes, a poner manos a la obra, con proyección al futuro inmediato, para resolver el creciente problema del abasto de agua potable a la creciente población, ante el abatimiento de los mantos acuíferos en esta entidad.

En un boletín, la oficina de prensa, de la (CDMX)- comunica la puesta en marcha de un programa, extraordinario, en el que se instalan 10 mil cisternas de captación de agua de lluvia en 10 mil viviendas en Iztapalapa y Xochimilco para llegar a 15 mil hogares, y avanzar en el establecimiento de una cultura de utilización del agua pluvial-.

La meta es más ambiciosa, pues se espera llegar a más de 100 mil viviendas, durante 6 años, con una inversión de 200 millones de pesos, incluyendo escuelas y edificios públicos, para utilizar un gran volumen del líquido, en el abastecimiento a una parte considerable de la gran ciudad de más de 20 millones de habitantes.

La doctora Claudia Sheinbaum; jefa del gobierno capitalino; Leticia Gutiérrez Lorando coordinadora de la Sedeme y Clara Brugada, alcaldesa de Iztapalapa arrancaron el programa denominado- “Cosecha de Lluvia” el líquido se captará desde los techos y azoteas durante 5 a 8 meses y se utilizarán en quehaceres domésticos y servicios públicos, mientras se logra su potabilidad para el consumo humano.

Aguascalientes, a la zaga

“Nos quedamos sin el líquido vital”.- Somos la 4ª entidad con menos agua“, tituló un diario local, en referencia al abatimiento de los mantos freáticos en el subsuelo de Aguascalientes, sin detallar más causas.

Efectivamente, y aunque no es una novedad, nuestro estado, ocupa el Cuarto Lugar en la sobre-explotación de los mantos acuíferos; solo por debajo de Baja California Sur, Guanajuato y la Ciudad de México; según estudios del Instituto de Recursos Mundiales, que viene a corroborar los datos que ya se conocen desde hace décadas, sin que se agreguen medidas preventivas.

Sin hacer mucha historia, los gobiernos del Estado y Alcaldías ciertamente tuvieron carencias crónicas, de recursos, pero utilizaron esas “penurias” para desviar las partidas federales -en aumento-, a otras obras, Desestimaron el problema del agua potable y alcantarillado en esta ciudad, trucándolo con inversiones en pozos y tuberías, en rancherías.

Empero, el asunto se complicó en Aguascalientes cuando llegó “la onda de la globalización” privatizándose, en 1996, el servicio público en 1966, a la empresa francesa, primero Caasa y ahora Veolia que ahora ante el amago de crisis general, la alcaldesa panista, en turno, María Teresa Jiménez Esquivel, repite, con fines electorales, que Veolia se irá dentro de cuatro años más; pero al término de la concesión, porque cancelarla ahora, sería muy costoso.

¿Alguna iniciativa, para canalizar oportunamente la captación de agua de lluvia y su utilización complementaria como “alivio” a los agotados mantos acuíferos? ¡ni sus luces!. A cambio, los últimos datos, indican que, en Guadalajara, Monterrey, Reynosa, Saltillo, Hermosillo y la Ciudad de México, se trabaja ya en instalar sistemas similares, para captar agua de lluvia, con inversiones que con ser costosas, son partidas específicas del presupuesto general en esas entidades y el capitalino.

Tal como puede apreciarse, cuatro de las ciudades que menciono, son capitales de estado, donde el crecimiento poblacional está presionando la necesidad de buscar no sólo, alternativas para dar respuesta a la demandas generadas por la concentración masiva de familias que emigran del medio rural a las ciudades, en busca de mejores horizontes de vida, además de la industrialización que requiere del líquido, en grandes volúmenes, especialmente las agroindustrias.

Que ante las urgencias de abastecimiento en estas urbes, con más de cuatro a cinco o más millones como la CDMX (20), también se explotan los decrecientes mantos acuíferos periféricos; pero lo que se extrae, se destina prioritariamente a los medios, urbano y semiurbano, pues así lo demandan las circunstancias. Sin embargo, se recurre también a las aguas superficiales, escurrimientos, y almacenamientos como complemento.

Nota: nunca trabajé en Recursos Hidráulicos, ni en Conagua.

Gracias por leerme

Web: presenciaags.com.mx

POR: RENÉ GALINDO SOLÍS

Dos informaciones convergen en estos días en los medios de comunicación, a niveles nacional y local, que impele a los gobiernos municipal y estatal de Aguascalientes, a poner manos a la obra, con proyección al futuro inmediato, para resolver el creciente problema del abasto de agua potable a la creciente población, ante el abatimiento de los mantos acuíferos en esta entidad.

En un boletín, la oficina de prensa, de la (CDMX)- comunica la puesta en marcha de un programa, extraordinario, en el que se instalan 10 mil cisternas de captación de agua de lluvia en 10 mil viviendas en Iztapalapa y Xochimilco para llegar a 15 mil hogares, y avanzar en el establecimiento de una cultura de utilización del agua pluvial-.

La meta es más ambiciosa, pues se espera llegar a más de 100 mil viviendas, durante 6 años, con una inversión de 200 millones de pesos, incluyendo escuelas y edificios públicos, para utilizar un gran volumen del líquido, en el abastecimiento a una parte considerable de la gran ciudad de más de 20 millones de habitantes.

La doctora Claudia Sheinbaum; jefa del gobierno capitalino; Leticia Gutiérrez Lorando coordinadora de la Sedeme y Clara Brugada, alcaldesa de Iztapalapa arrancaron el programa denominado- “Cosecha de Lluvia” el líquido se captará desde los techos y azoteas durante 5 a 8 meses y se utilizarán en quehaceres domésticos y servicios públicos, mientras se logra su potabilidad para el consumo humano.

Aguascalientes, a la zaga

“Nos quedamos sin el líquido vital”.- Somos la 4ª entidad con menos agua“, tituló un diario local, en referencia al abatimiento de los mantos freáticos en el subsuelo de Aguascalientes, sin detallar más causas.

Efectivamente, y aunque no es una novedad, nuestro estado, ocupa el Cuarto Lugar en la sobre-explotación de los mantos acuíferos; solo por debajo de Baja California Sur, Guanajuato y la Ciudad de México; según estudios del Instituto de Recursos Mundiales, que viene a corroborar los datos que ya se conocen desde hace décadas, sin que se agreguen medidas preventivas.

Sin hacer mucha historia, los gobiernos del Estado y Alcaldías ciertamente tuvieron carencias crónicas, de recursos, pero utilizaron esas “penurias” para desviar las partidas federales -en aumento-, a otras obras, Desestimaron el problema del agua potable y alcantarillado en esta ciudad, trucándolo con inversiones en pozos y tuberías, en rancherías.

Empero, el asunto se complicó en Aguascalientes cuando llegó “la onda de la globalización” privatizándose, en 1996, el servicio público en 1966, a la empresa francesa, primero Caasa y ahora Veolia que ahora ante el amago de crisis general, la alcaldesa panista, en turno, María Teresa Jiménez Esquivel, repite, con fines electorales, que Veolia se irá dentro de cuatro años más; pero al término de la concesión, porque cancelarla ahora, sería muy costoso.

¿Alguna iniciativa, para canalizar oportunamente la captación de agua de lluvia y su utilización complementaria como “alivio” a los agotados mantos acuíferos? ¡ni sus luces!. A cambio, los últimos datos, indican que, en Guadalajara, Monterrey, Reynosa, Saltillo, Hermosillo y la Ciudad de México, se trabaja ya en instalar sistemas similares, para captar agua de lluvia, con inversiones que con ser costosas, son partidas específicas del presupuesto general en esas entidades y el capitalino.

Tal como puede apreciarse, cuatro de las ciudades que menciono, son capitales de estado, donde el crecimiento poblacional está presionando la necesidad de buscar no sólo, alternativas para dar respuesta a la demandas generadas por la concentración masiva de familias que emigran del medio rural a las ciudades, en busca de mejores horizontes de vida, además de la industrialización que requiere del líquido, en grandes volúmenes, especialmente las agroindustrias.

Que ante las urgencias de abastecimiento en estas urbes, con más de cuatro a cinco o más millones como la CDMX (20), también se explotan los decrecientes mantos acuíferos periféricos; pero lo que se extrae, se destina prioritariamente a los medios, urbano y semiurbano, pues así lo demandan las circunstancias. Sin embargo, se recurre también a las aguas superficiales, escurrimientos, y almacenamientos como complemento.

Nota: nunca trabajé en Recursos Hidráulicos, ni en Conagua.

Gracias por leerme

Web: presenciaags.com.mx

ÚLTIMASCOLUMNAS