/ viernes 20 de octubre de 2023

Café Fausto | Paleontología en Aguascalientes

En el estado de Aguascalientes hay más de treinta sitios en los que existen vestigios paleontológicos, sin embargo, actualmente no hay trabajo de investigación y rescate en ninguno de ellos y desafortunadamente por el crecimiento de las zonas urbanas y la contaminación muchos de estos lugares ya se han perdido o se encuentran en condiciones difíciles para ser rescatadas.

El escenario no es optimista si sabemos que en la oficina estatal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) no hay un paleontólogo contratado para hacer investigación y hasta donde tengo conocimiento la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) no imparte la materia en alguna licenciatura lo que dificulta que surjan nuevos interesados en la indagación y preservación de ese patrimonio.

De hecho, el único paleontólogo en el estado que conozco y que al parecer ha realizado una labor constante para divulgar el conocimiento y desarrollado diversos proyectos de investigación en otras entidades del país y en el extranjero es mi amigo, el paleontólogo Rubén Guzmán Gutiérrez.

A Rubén lo conozco creo que desde 2005 cuando impartía un curso de paleontología para niños en el Museo Regional de Historia al que entonces asistió mi hijo quien estaba entusiasmado con el tema. Cuando nos fuimos a Chile y luego a Argentina para mi Residencia Artística como poeta, Guzmán Gutiérrez generosamente nos contactó con paleontólogos de esos dos países, algo que demuestra sus ya extensos vínculos con especialistas de otras naciones.

Sencillo, noble y generoso en el trato, Rubén Guzmán inició su largo andar en la paleontología desde 1993 con sus primeras investigaciones y publicación de divulgación, desde entonces ha llevado a cabo muchos proyectos destacándose el descubrimiento de especies, entre ellas la denominada Yehuecauhceratops mudei, la cual es un ceratópsido mexicano que pertenecería al Cretácico y que la revista Journal of South American Earth Sciences falló favorablemente de su hallazgo y el Acantholipan gonzalezi, siendo el primer dinosaurio nodosáurico nombrado en México dentro del grupo de dinosaurios acorazados también del Cretácico y difundido en portada por la revista National Geographic en 2018.

En una conversación telefónica, Guzmán Gutiérrez comentó que existen sitios con posibles vestigios paleontológicos como en las afluentes del arroyo El Cedazo en el Oriente y del arroyo de San Francisco al Sur de la ciudad de Aguascalientes, así como el afluente del arroyo de Cobos.

Muchos de esos lugares conocidos fueron investigados por Oswaldo Moser el pionero en Aguascalientes de ese campo de conocimiento quien logró importantes descubrimientos entre las décadas del cincuenta y setenta en el estado. Ahora varias de esas zonas ya no son viables o no existen.

Guzmán Gutiérrez comentó que en la región se han encontrado vestigios que permiten reconocer que en el estado habitaron especies como mamuts, gonfoterios, mastodontes, equinos en varias especies y depredadores como el oso chato, el felino dientes de sable, jaguares y cánidos. De hecho Moser en su tiempo demostró la existencia de al menos tres especies endémicas, entre ellos un pequeño camello, y un cánido cercano a lo que sería un lobo.

Actualmente las autoridades en la entidad no han dado señales de interés en que se investigue y rescate el acervo paleontológico, aunque hubo un periodo en que se contó con sensibilidad oficial en el tema. De 2004 a 2009 se desarrolló un proyecto encabezado por Rubén Guzmán en el parque El Cedazo que incluyó un pequeño laboratorio y un área de divulgación con 43 paleoesculturas con piezas como mamuts, cebras y perezosos entre otros. La labor de divulgación incluía recorridos guiados que llegaron a tener hasta mil personas a la semana, sin embargo, una fuerte lluvia en 2006 que dañó mucho de lo realizado fue el comienzo del fin de ese proyecto que un tiempo dependió del área de Turismo y luego de Medio Ambiente del gobierno estatal.

Desafortunadamente ese impulso fue de solamente unos años, desde elaborado el más reciente catálogo de sitios paleontológicos en Aguascalientes en 1997 con el registro regional de más de treinta sitios, no se ha vuelto a realizar un reconocimiento de nuevos lugares o la situación de los que entonces se tenían detectados.

Sumado a la falta de interés gubernamental se añade que al parecer, hasta el momento no existe un relevo generacional de interesados en ese campo de conocimiento que de manera coordinada realicen proyectos de investigación.

Considero que parte de las políticas culturales en la región y la localidad están en invertir en proyectos de investigación, rescate y divulgación en campos como la paleontología, porque entender el pasado de nuestro medio ambiente nos permite reflexionar sobre nuestro presente y nuestro futuro al respecto, así como el impacto de los cambios a nuestro medio ambiente en los fenómenos sociales.

En el estado de Aguascalientes hay más de treinta sitios en los que existen vestigios paleontológicos, sin embargo, actualmente no hay trabajo de investigación y rescate en ninguno de ellos y desafortunadamente por el crecimiento de las zonas urbanas y la contaminación muchos de estos lugares ya se han perdido o se encuentran en condiciones difíciles para ser rescatadas.

El escenario no es optimista si sabemos que en la oficina estatal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) no hay un paleontólogo contratado para hacer investigación y hasta donde tengo conocimiento la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) no imparte la materia en alguna licenciatura lo que dificulta que surjan nuevos interesados en la indagación y preservación de ese patrimonio.

De hecho, el único paleontólogo en el estado que conozco y que al parecer ha realizado una labor constante para divulgar el conocimiento y desarrollado diversos proyectos de investigación en otras entidades del país y en el extranjero es mi amigo, el paleontólogo Rubén Guzmán Gutiérrez.

A Rubén lo conozco creo que desde 2005 cuando impartía un curso de paleontología para niños en el Museo Regional de Historia al que entonces asistió mi hijo quien estaba entusiasmado con el tema. Cuando nos fuimos a Chile y luego a Argentina para mi Residencia Artística como poeta, Guzmán Gutiérrez generosamente nos contactó con paleontólogos de esos dos países, algo que demuestra sus ya extensos vínculos con especialistas de otras naciones.

Sencillo, noble y generoso en el trato, Rubén Guzmán inició su largo andar en la paleontología desde 1993 con sus primeras investigaciones y publicación de divulgación, desde entonces ha llevado a cabo muchos proyectos destacándose el descubrimiento de especies, entre ellas la denominada Yehuecauhceratops mudei, la cual es un ceratópsido mexicano que pertenecería al Cretácico y que la revista Journal of South American Earth Sciences falló favorablemente de su hallazgo y el Acantholipan gonzalezi, siendo el primer dinosaurio nodosáurico nombrado en México dentro del grupo de dinosaurios acorazados también del Cretácico y difundido en portada por la revista National Geographic en 2018.

En una conversación telefónica, Guzmán Gutiérrez comentó que existen sitios con posibles vestigios paleontológicos como en las afluentes del arroyo El Cedazo en el Oriente y del arroyo de San Francisco al Sur de la ciudad de Aguascalientes, así como el afluente del arroyo de Cobos.

Muchos de esos lugares conocidos fueron investigados por Oswaldo Moser el pionero en Aguascalientes de ese campo de conocimiento quien logró importantes descubrimientos entre las décadas del cincuenta y setenta en el estado. Ahora varias de esas zonas ya no son viables o no existen.

Guzmán Gutiérrez comentó que en la región se han encontrado vestigios que permiten reconocer que en el estado habitaron especies como mamuts, gonfoterios, mastodontes, equinos en varias especies y depredadores como el oso chato, el felino dientes de sable, jaguares y cánidos. De hecho Moser en su tiempo demostró la existencia de al menos tres especies endémicas, entre ellos un pequeño camello, y un cánido cercano a lo que sería un lobo.

Actualmente las autoridades en la entidad no han dado señales de interés en que se investigue y rescate el acervo paleontológico, aunque hubo un periodo en que se contó con sensibilidad oficial en el tema. De 2004 a 2009 se desarrolló un proyecto encabezado por Rubén Guzmán en el parque El Cedazo que incluyó un pequeño laboratorio y un área de divulgación con 43 paleoesculturas con piezas como mamuts, cebras y perezosos entre otros. La labor de divulgación incluía recorridos guiados que llegaron a tener hasta mil personas a la semana, sin embargo, una fuerte lluvia en 2006 que dañó mucho de lo realizado fue el comienzo del fin de ese proyecto que un tiempo dependió del área de Turismo y luego de Medio Ambiente del gobierno estatal.

Desafortunadamente ese impulso fue de solamente unos años, desde elaborado el más reciente catálogo de sitios paleontológicos en Aguascalientes en 1997 con el registro regional de más de treinta sitios, no se ha vuelto a realizar un reconocimiento de nuevos lugares o la situación de los que entonces se tenían detectados.

Sumado a la falta de interés gubernamental se añade que al parecer, hasta el momento no existe un relevo generacional de interesados en ese campo de conocimiento que de manera coordinada realicen proyectos de investigación.

Considero que parte de las políticas culturales en la región y la localidad están en invertir en proyectos de investigación, rescate y divulgación en campos como la paleontología, porque entender el pasado de nuestro medio ambiente nos permite reflexionar sobre nuestro presente y nuestro futuro al respecto, así como el impacto de los cambios a nuestro medio ambiente en los fenómenos sociales.