/ viernes 10 de noviembre de 2023

Café Fausto | Los Vanegas, Posada y Cuba: Una exposición

Aunque parezca extraño hay un profundo vínculo histórico entre el impresor Antonio Vanegas Arroyo, sus descendientes, la conocida obra de José Guadalupe Posada, la guerra por la Independencia de Cuba, la Revolución Mexicana, la etapa de oro de la lucha libre mexicana y la Revolución Cubana.

Contar este increíble vínculo me ha llevado, a invitación de la Casa del Caribe de Santiago de Cuba, a coordinar un proyecto para una exposición que se prepara para montarse en el Complejo Cultural Los Pinos en el que se contarán todos estos tópicos en una muestra que permitirá conocer varias etapas de la Historia de Cuba y México desde perspectivas poco conocidas.

Este proyecto nació con la exposición de carteles con imágenes de grabados de José Guadalupe Posada que en julio de este año organicé con el IMAC de Aguascalientes para mostrarse en el Festival del Caribe de Santiago de Cuba organizado por la Casa del Caribe. A raíz de esto los descendientes de Antonio Vanegas, impresor de Posada ofrecieron a Casa del Caribe su colección de grabados para una exposición y esta institución a cargo del Maestro Orlando Vergés me encomendó organizar la muestra iniciando un vínculo con el Complejo Cultural Los Pinos para que fuera la sede de ese evento con el apoyo de los maestros Homero Fernández, director de esa instancia y Fernando Galvez, responsable de exposiciones de esa institución.

En este esfuerzo se han sumado la Embajada de Cuba en México, así como un colectivo que conformé con amigos especialistas con los que ya estamos trabajando, pero de los que hablaré a detalle en otras posteriores entregas de esta columna.

Al realizar la primera investigación y conversar con la familia Vanegas, especialmente con Antonio Benjamín Vanegas, bisnieto de Antonio Vanegas Arroyo encontramos que había una increíble historia por compartir. Hablamos de la participación directa o indirecta de la familia Vanegas como impresores y apoyo solidario en varios importantes movimientos sociales del siglo XIX y XX.

En resumen estamos en el proceso de armar y hacer realidad una muestra en la que a través de impresos originales de Posada, piezas únicas sobre la lucha libre mexicana, objetos y documentos nunca antes compartidos en público de los preparativos de la expedición revolucionaria del Movimiento 26 de Julio encabezada por Fidel Castro Ruz, narraremos precisamente los diferentes momentos de la participación de la familia Vanegas en esos procesos sociales.

Desde el siglo XIX la familia Vanegas fueron impresores teniendo como una de sus primeras sedes de la imprenta en la calle Guatemala donde ahora están las ruinas del Templo Mayor en la Ciudad de México. Su dueño Antonio Vanegas se relacionó con personajes como el poeta y patriota cubano José Martí, con el dictador Porfirio Díaz y por supuesto con Posada a quien le imprimía sus grabados.

De finales del siglo XIX y comienzos del XX, Antonio Vanegas retrató en sus impresos momentos de la Historia de la Independencia de Cuba y su Cultura como son grabados con la imagen del héroe cubano Antonio Maceo y escenas de baile y música de la isla. También lo sabemos, mostró escenas de la Revolución Mexicana y de nuestra sociedad incluyendo sus conocidas calaveras.

Luego, en la década de los cincuenta, Arsacio Vanegas, nieto de Antonio, se interesó en la lucha libre y practicó ese deporte de manera profesional como Arsacio “El Kid” Vanegas e imprimió carteles de las funciones que se realizaban, su hermano Blas también fue luchador.

Carteles, ropa y fotografías de esa época de oro de la lucha libre en México también son parte del acervo de la familia Vanegas quienes atesoran como recuerdo familiar los recuerdos de su querido Arsacio.

Fue Arsacio Vanegas quien al conocer a Fidel Castro decidió apoyar al movimiento revolucionario que encabezaba convirtiéndose en el entrenador de los futuros guerrilleros tanto en lucha cuerpo a cuerpo y montañismo capacitando a personas que luego fueron héroes legendarios como Raúl Castro, Ernesto “Ché” Guevara y Juan Almeida quienes se embarcaron en el yate Granma logrando el triunfo de la Revolución Cubana.

El apoyo no fue solo de Arsacio, toda la familia los recibió y ayudó de manera solidaria, a muchos les dieron hospedaje, compartieron sus alimentos, ocultaron las armas en su casa, confeccionaron carrilleras para guardar cartuchos de fusil e incluso imprimieron muchos de los volantes y manifiestos de esa lucha revolucionaria.

A través de impresos, fotografías y objetos personales se mostrarán precisamente esas expresiones de solidaridad y fraternidad de la familia Vanegas con los anhelos de transformación política y social de esos jóvenes revolucionarios encabezados por Fidel Castro.

Sin duda, esta exposición nos dará la oportunidad de comprender los profundos e históricos lazos de fraternidad que existen entre los pueblos de México y Cuba. De todo esto les estaré contando en otras entregas de mi columna.

Aunque parezca extraño hay un profundo vínculo histórico entre el impresor Antonio Vanegas Arroyo, sus descendientes, la conocida obra de José Guadalupe Posada, la guerra por la Independencia de Cuba, la Revolución Mexicana, la etapa de oro de la lucha libre mexicana y la Revolución Cubana.

Contar este increíble vínculo me ha llevado, a invitación de la Casa del Caribe de Santiago de Cuba, a coordinar un proyecto para una exposición que se prepara para montarse en el Complejo Cultural Los Pinos en el que se contarán todos estos tópicos en una muestra que permitirá conocer varias etapas de la Historia de Cuba y México desde perspectivas poco conocidas.

Este proyecto nació con la exposición de carteles con imágenes de grabados de José Guadalupe Posada que en julio de este año organicé con el IMAC de Aguascalientes para mostrarse en el Festival del Caribe de Santiago de Cuba organizado por la Casa del Caribe. A raíz de esto los descendientes de Antonio Vanegas, impresor de Posada ofrecieron a Casa del Caribe su colección de grabados para una exposición y esta institución a cargo del Maestro Orlando Vergés me encomendó organizar la muestra iniciando un vínculo con el Complejo Cultural Los Pinos para que fuera la sede de ese evento con el apoyo de los maestros Homero Fernández, director de esa instancia y Fernando Galvez, responsable de exposiciones de esa institución.

En este esfuerzo se han sumado la Embajada de Cuba en México, así como un colectivo que conformé con amigos especialistas con los que ya estamos trabajando, pero de los que hablaré a detalle en otras posteriores entregas de esta columna.

Al realizar la primera investigación y conversar con la familia Vanegas, especialmente con Antonio Benjamín Vanegas, bisnieto de Antonio Vanegas Arroyo encontramos que había una increíble historia por compartir. Hablamos de la participación directa o indirecta de la familia Vanegas como impresores y apoyo solidario en varios importantes movimientos sociales del siglo XIX y XX.

En resumen estamos en el proceso de armar y hacer realidad una muestra en la que a través de impresos originales de Posada, piezas únicas sobre la lucha libre mexicana, objetos y documentos nunca antes compartidos en público de los preparativos de la expedición revolucionaria del Movimiento 26 de Julio encabezada por Fidel Castro Ruz, narraremos precisamente los diferentes momentos de la participación de la familia Vanegas en esos procesos sociales.

Desde el siglo XIX la familia Vanegas fueron impresores teniendo como una de sus primeras sedes de la imprenta en la calle Guatemala donde ahora están las ruinas del Templo Mayor en la Ciudad de México. Su dueño Antonio Vanegas se relacionó con personajes como el poeta y patriota cubano José Martí, con el dictador Porfirio Díaz y por supuesto con Posada a quien le imprimía sus grabados.

De finales del siglo XIX y comienzos del XX, Antonio Vanegas retrató en sus impresos momentos de la Historia de la Independencia de Cuba y su Cultura como son grabados con la imagen del héroe cubano Antonio Maceo y escenas de baile y música de la isla. También lo sabemos, mostró escenas de la Revolución Mexicana y de nuestra sociedad incluyendo sus conocidas calaveras.

Luego, en la década de los cincuenta, Arsacio Vanegas, nieto de Antonio, se interesó en la lucha libre y practicó ese deporte de manera profesional como Arsacio “El Kid” Vanegas e imprimió carteles de las funciones que se realizaban, su hermano Blas también fue luchador.

Carteles, ropa y fotografías de esa época de oro de la lucha libre en México también son parte del acervo de la familia Vanegas quienes atesoran como recuerdo familiar los recuerdos de su querido Arsacio.

Fue Arsacio Vanegas quien al conocer a Fidel Castro decidió apoyar al movimiento revolucionario que encabezaba convirtiéndose en el entrenador de los futuros guerrilleros tanto en lucha cuerpo a cuerpo y montañismo capacitando a personas que luego fueron héroes legendarios como Raúl Castro, Ernesto “Ché” Guevara y Juan Almeida quienes se embarcaron en el yate Granma logrando el triunfo de la Revolución Cubana.

El apoyo no fue solo de Arsacio, toda la familia los recibió y ayudó de manera solidaria, a muchos les dieron hospedaje, compartieron sus alimentos, ocultaron las armas en su casa, confeccionaron carrilleras para guardar cartuchos de fusil e incluso imprimieron muchos de los volantes y manifiestos de esa lucha revolucionaria.

A través de impresos, fotografías y objetos personales se mostrarán precisamente esas expresiones de solidaridad y fraternidad de la familia Vanegas con los anhelos de transformación política y social de esos jóvenes revolucionarios encabezados por Fidel Castro.

Sin duda, esta exposición nos dará la oportunidad de comprender los profundos e históricos lazos de fraternidad que existen entre los pueblos de México y Cuba. De todo esto les estaré contando en otras entregas de mi columna.