El secuestro es ya un delito recurrente

Durante los primeros siete meses del 2019 se tienen contabilizados oficialmente ocho, sin sumar los que no son reportados a las autoridades

Por: Mario Mora Legaspi

  · martes 10 de septiembre de 2019

Foto: Adrián Carmona

El secuestro se convierte gradualmente en un delito cada vez más recurrente en Aguascalientes, toda vez que durante los primeros siete meses del año en curso –de enero a julio- se han registrado oficialmente ocho plagios, sin contabilizar los que no se denuncian ante las autoridades para proteger la vida de la víctima y evitar que sea asesinada por los delincuentes.

Este delito está en semáforo rojo, lo que debe preocupar seriamente a las autoridades y a la propia sociedad, pues demuestra que los criminales han decidido operar en esta entidad.

La organización Semáforo Delictivo precisa que en enero, febrero y marzo se efectuó un secuestro por mes. En abril ninguno, pero en mayo fueron dos; en junio fue uno, y para el mes de julio se tuvieron dos, para un total de 8.

Esta incidencia representa un incremento de casi 300% en comparación al mismo período del año anterior, detalla Semáforo Delictivo.

El secuestro es un delito que ha dejado una de las más dolorosas huellas en la sociedad mexicana, ya que se ha convertido en uno de los principales problemas que aquejan a la seguridad en nuestro país. Es un delito que lesiona al pueblo en todos sus niveles tanto sociales como económicos; establece una situación generalizada de miedo y desconfianza en nuestra sociedad.

Foto: Adrián Carmona

El secuestro lleva inmersos numerosos factores tales como el económico, cultural, social, político, etc., y en él convergen diversos actores, como los tres poderes de nuestro país (ejecutivo, legislativo y judicial), la sociedad civil, las organizaciones no gubernamentales, así como las propias víctimas del delito y sus familiares.

Cada caso de secuestro no es sólo un delito grave; es también un incidente de carácter crítico y una amenaza para la vida. Es una violación de la libertad individual que socava los derechos humanos. Hay suficientes pruebas de que muchas víctimas nunca se recuperan plenamente del trauma asociado con este delito. El secuestro también tiene repercusiones devastadoras sobre los familiares, los amigos íntimos y los colegas. Crea temores y dudas en las comunidades y puede tener consecuencias adversas para la economía y la seguridad de los estados.

El secuestro adopta diferentes formas y entraña diferentes tipos de delincuencia. Hay pruebas de una tendencia creciente de los grupos de delincuentes organizados a recurrir al secuestro, especialmente con fines de extorsión, como un medio de acumular capital para consolidar sus operaciones delictivas y cometer otros delitos, incluidos el tráfico de drogas, la trata de personas, el blanqueo de dinero, el tráfico de armas de fuego y delitos relacionados con el terrorismo.

EL DATO...

Hay pruebas de una tendencia creciente de los grupos de delincuentes organizados a recurrir al secuestro