El nivel de violencia, corrupción y pobreza que se registra actualmente en todo el territorio nacional, ha llevado ya a una fuerte descomposición del tejido social que debe detenerse antes de llevarnos a una situación más grave.
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El vocero del Obispado de Aguascalientes, Felipe Gutiérrez Rosales, hace un llamado a poner manos a la obra pues hay mucho trabajo por delante para recomponer el camino, labor que incluye absolutamente a todos los sectores de la población.
Al ver todo lo que está pasando en México, sin duda que estamos preocupados. Vemos casos tan lamentables como el de la familia Le Barón y tantas otras más que pasan desapercibidas aquí mismo en Aguascalientes. No podemos perder la esperanza y debemos cada quien poner nuestro granito de arena para trabajar en este sentido
Lamentablemente, señala, la descomposición social se ha vuelto tan cotidiana, que vemos esta situación como algo cotidiano y nos hemos llegado a acostumbrar a escuchar que hay asesinatos múltiples con violencia y tantos hechos que no deberían estar ocurriendo.
Tenemos que mirar de una manera abierta y recordar que todos somos personas y que, de una u otra manera, todos tenemos los mismos derechos. Ciertamente que en cada caso las circunstancias son muy distintas unas de otras
Hizo un llamado a no caer en el garlito de que la mayor parte de los fallecidos por la violencia que azota al país son parte de la misma delincuencia o quizá andaban en malos pasos, pues también hay inocentes, víctimas del fuego cruzado, inclusive muchos niños han perecido víctimas de las balas de criminales.
Todas las personas tienen los mismos derechos. Como personas, hay que defenderles sus derechos y mirarlos con igualdad
La descomposición social se ha vuelto tan cotidiana, que vemos la violencia como algo cotidiano.Felipe Gutiérrez Rosales, Vocero del Obispado de Aguascalientes
