Tragedia carretera

Fuerte accidente, con saldo de una persona fallecida y cinco más lesionados, uno de los cuales tuvo que ser trasladado en helicóptero a recibir atención médica en el Hospital Miguel Hidalgo

Mario Luis Ramos Rocha

  · sábado 1 de junio de 2019

Cortesía

Fuerte accidente, con saldo de una persona fallecida y cinco más lesionados, uno de los cuales tuvo que ser trasladado en helicóptero a recibir atención médica en el Hospital Miguel Hidalgo, se registró la tarde de ayer en las peligrosas curvas de la carretera federal 71, que comunica Aguascalientes con la vecina ciudad de Villa Hidalgo, en el estado de Jalisco.

Los hechos se registraron alrededor de las 15:15 horas de ayer, cuando un auto Chevy con placas de Aguascalientes y el cual era conducido por Gilberto, de aproximadamente 45 años de edad, fue impactado de frente por una camioneta Silverado, guiada por quien dijo llamarse Artemio y contar con 48 años.

Tras el brutal impacto, la camioneta se proyectó más de 20 metros hacia el fondo del barranco, sin que, afortunadamente, se registrara el deceso de ninguno de sus ocupantes.

Quien no corrió con tanta suerte fue el conductor del Chevy, el cual perdió la vida de manera instantánea en el lugar de los hechos. Junto a él viajaba un menor de 13 años de edad, de nombre Max Alberto, con domicilio en la calle Nayarit, del fraccionamiento México, mismo que tuvo que ser trasladado a bordo del helicóptero de la Policía Municipal a recibir atención médica de emergencia en el Hospital Miguel Hidalgo, donde quedó internado con lesiones que no ponen en riesgo su vida.

El conductor de la camioneta Silverado que se desbarrancó tras el choque resultó policontundido. En la misma unidad también viajaban Regina Jisel, de dos años; Norma Angélica, de 27 años; y Jacobo; los cuales también tuvieron que ser hospitalizados en el Hospital Tercer Milenio, donde su estado se reporta fuera de peligro.

RESCATE

El menor de 13 años quedó prensado entre los hierros retorcidos y tuvo que ser rescatado por bomberos municipales con ayuda de las “quijadas de la vida”.