Fue en el año 2019, cuando se presentaron las primeras oleadas de enjambres de langostas en grandes magnitudes, en zonas de Yemen, Sudán, Etiopía y Somalia, donde afectaron considerablemente los cultivos, derivando en graves afectaciones en la economía local.
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Ahora, hace pocos días, esta plaga, que es considerada también como una epidemia, ha llegado a las zonas agrícolas de Kenia, Eritrea, Sudán, Tanzania y Uganda.
La presencia de estas langostas en cantidades descomunales, obedecer a la rápida reproducción de este animal, favorecida por la humedad de las lluvias que se han presentado; y por si esto fuera poco, el viento favorece el alcance del vuelo de las langostas, que es de 150 km diarios.
Aunque es prácticamente imposible vaticinar el impacto de esta plaga migratoria, se estima que podrían verse afectados alrededor de 13 millones de habitantes del noreste africano.
