En el arranque del mes de octubre, el Obispo de la Diócesis de Aguascalientes, dejó claro en su sermón de la misa de 10:00 en Catedral Basílica, que hay muchos motivos para alabar a Dios, haciendo alusión a Santa Teresita del Niño Jesús, la gran misionera que nunca salió del convento porque descubrió que su lugar en la iglesia estaba en el corazón de la misma, para desde ahí compartir la ternura, el amor, la confianza, así hacer que el evangelio llegara a todos los rincones.
“Iniciamos el mes del anuncio del evangelio, es un mes donde pedimos por todos los Misioneros y donde debemos tomar conciencia de la parte que tenemos de misión de la iglesia de llevar el mensaje a nuestros hermanos”, el Papa les pidió a los Obispos pedir por el próximo Sinodo, por la Sinodalidad de la Iglesia, siendo el próximo 4 de octubre, el miércoles, el inicio en Roma, donde se reunirá mucha gente, incluso laicos y personas de otros credos para analizar el caminar de la iglesia.
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Respecto a las lecturas, compartió que al hablar del dueño de la Villa, que va en búsqueda del primer hijo y le dice que vaya a trabajar, el primero le dice que si, pero no va, el segundo que también se dirige a él, le dice que vaya a trabajar a su villa y este le dice que no siendo honesto, sin embargo se arrepintió y si fue, Jesús les hace una aplicación al hablar a Fariseos y Escribas mientras el pueblo de Israel estaba dividido en dos bandos, los justos y los pecadores, y eso lo escuchamos en la primera lectura, el justo puede caer, la persona que se porta bien, puede caer al ser frágil, y no convertirse, por otro lado el pecador que sabe que está haciendo mal, tiene posibilidad de cambiar, ser mejor y recibir el perdón.
Uno de los hijos dijo “si voy”, con hipocresía y haciendo finta, con mentiras y falsedad, el Papa dijo “no solamente miente, es corrupto porque engaña a la gente”, estipulando que los fariseos se creían superiores y alardeaban de sus rezos, pero hacían desastres con la gente vulnerable, por otro lado los pecadores sabían que estaban mal.
“El señor nos invita a trabajar en su Villa” cuestionando, qué le va a decir el prelado y deseando que se tenga esta intención de cambio, ejemplificó el matrimonio donde se prometen amor para siempre, pero trabajar en la Villa del Señor, siendo fieles, trabajar en el amor, ser rectos, es difícil, ser justos.
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