En vísperas del cierre de año, Héctor Meza, presidente de Clínica SURÁ, que es un Centro de Atención Psicológica a la Diversidad, aseguró que en Aguascalientes no hay centros de conversión, pero en centros de rehabilitación y anexos, sobre todo manejados por grupos religiosos, principalmente cristianos, es donde más se dan este tipo de prácticas.
Asimismo, operan aceptando gente que disfrazan el “padecimiento” como una “adicción al sexo” con un fondo moral que señala como una perversión, pero asegura se justifica con esa rehabilitación, misma que si es una categoría clínica, ahí se encuentra la justificación del encierro y la terapia.
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Con esta tergiversación, se manejan los centros antes mencionados y también en la terapia psicológica privada se encuentra con frecuencia, más “nunca van a aceptar que trabajan con gays, con perversiones”, dijo.
Las terapias de conversión, también conocidas como ECOSIG (Esfuerzos para Corregir la Orientación sexual e Identidad de Género) son estrategias con el fin de convertir la orientación sexual de una persona mediante violencia física, psicológica y sexual, se efectúan por lo regular en personas que no se definen como heterosexuales.
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Una vez anexados se “tratan” con torturas, baños con agua fría, golpes, ayunos forzados; son las estrategias que usan, la cantidad de personas que están acercando es incierta, a decir de Meza, porque en la mayoría de los casos estos asuntos no se denuncian, por lo que es prácticamente imposible llegar a tener una cifra oficial.
En pacientes ha localizado personas que en su estancia encontraron a 5, 6, 10 personas más en esta misma situación, sin embargo, es difícil de detectarlos; de la misma manera, es complejo identificar a los psicólogos o pseudo psicólogos que incluso van a las escuelas para padres, a los colegios y le dicen a los papás que ofrecen el servicio de terapia psicológica para la reorientación sexual.
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Dentro de los criterios para el alta, una persona que está siendo torturada, aseguró “antes del mes va a cambiar completamente su discurso, va a decir que ya no, que ya no tiene intereses por las relaciones homosexuales, que ya está en el camino correcto y cosas así, al pasar los tres meses, el alta es automática y muchas personas quedarán con el estrés post-traumático que generará represión sexual, otros tantos continúan con su vida normal y la familia, si los descubren y los vuelven a meter, entonces por las recaídas, permanecen un año”, finalizó.
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