Las familias y personas pobres no solamente tienen acceso limitado a los servicios de salud, sobre todo a los preventivos, de diagnóstico y tratamiento, también a otros factores que afectan su bienestar, señala Magdalena Sepúlveda, quien realizó un análisis para México Social.
A menudo, quienes tienen una situación más privilegiada en la sociedad no ven los obstáculos que enfrentan las personas que viven en situación de pobreza, y esto incluye a aquellos que tienen un rol directo en su bienestar, como gobernantes, legisladores, burócratas y jueces, señala
Como consecuencia, las políticas sociales o las decisiones clave que afectan el bienestar y los derechos de los más pobres tienden a ignorar los obstáculos que ellos enfrentan, contribuyendo a que se perpetúe la pobreza a través de generaciones, y muchas de las personas que viven en situación de pobreza se encuentran atrapadas en un círculo vicioso de desventajas sociales y económicas que impide que puedan salir de esta condición a través de su propio esfuerzo.
En materia de salud, por ejemplo, no solo tienen un acceso limitado a los servicios preventivos, de diagnóstico y de tratamiento, sino que esto ocurre cuando están expuestos a mayores factores de riesgo de mala salud como condiciones de trabajo peligrosas, vivienda insegura y acceso limitado a alimentos nutritivos.
Sus problemas de salud a menudo les impiden realizar una actividad productiva, profundizando sus dificultades, y, en caso de que tengan acceso a servicios médicos, los costos de estos tienen un impacto enorme en sus ya magros presupuestos.
Debido a que las consecuencias de estas condiciones inadecuadas para la salud se acumulan durante la vida, pueden transmitirse de una generación a la otra. Por ejemplo, los hijos de madres que viven en la extrema pobreza tienen más del doble de probabilidades de nacer con bajo peso, aumentando su riesgo de padecer futuros problemas de salud o de desarrollo.
Los desafíos son similares en otros derechos, como la educación. Un mal desempeño en la escuela, la disminución de la atención y problemas en el aprendizaje pueden estar relacionados con la desnutrición o con condiciones de hacinamiento en el hogar, socavando aún más la posibilidad de escapar de la pobreza.
Aunque quienes viven en pobreza no son un grupo homogéneo —cada uno tiene vulnerabilidades y desafíos específicos—, comúnmente enfrentan mayores obstáculos que el resto de la población para acceder a los servicios públicos e instituciones gubernamentales, incluyendo barreras físicas, económicas, administrativas y culturales.
Los obstáculos físicos están relacionados con el hecho de que por lo general los más pobres viven en zonas rurales o alejados de los centros urbanos donde están los empleos, los mercados y los servicios públicos. A menudo tienen que viajar grandes distancias -o por un mayor tiempo- para recibir atención médica y educación.
EL DATO:
muchas de las personas que viven en situación de pobreza se encuentran atrapadas en un círculo vicioso de desventajas sociales y económicas que impide que puedan salir de esta condición