En la calle Faisán de la colonia Pilar Blanco, la vida para los vecinos se ha puesto complicada debido a una fuga de aguas negras que les ha imposibilitado tener un día tranquilo, pues en cuanto sale el sol, el hedor se vuelve un martirio, a decir de los vecinos que padecen dicha situación, “en la mañana o medio día está más fuerte el olor” compartió Elizabeth.
La vecina del lugar, que externa a su vez que para sus nietos es un tremendo inconveniente estar en la calle, para despejarse luego de hacer la tarea, salir a jugar o alguna de las actividades comunes que tenían en la calle de su casa, antes de las inclemencias de la fuga.
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Por esta zona, además, hay mucha concurrencia, pues la esquina de Faisán con Águila, hace parada de camiones, situación que hace que las personas que tomarán la ruta se acumulen ahí, de manera normal, pero gracias a la fuga, la estancia dejó de serlo.
Los ciudadanos que usan el punto para trasladarse a su trabajo, comentan que se ha vuelto muy molesto pasar y estar por ahí, por el olor de las aguas de la fuga, y porque no pueden cruzar la calle sin pisar las aguas negras y traerse en las suelas de sus zapatos, resquicios de la sucia agua, “es incómodo, sucio y asqueroso” compartió Adán que a diario toma la ruta 8 ahí para ir a su trabajo en el centro.
Como el agua sale de una de las casas, que de hecho tiene domicilio comercial y es una tienda de abarrotes, no han logrado hacer mucho en cuanto a reportes, dado que es domicilio particular y las quejas, no han servido de nada.
Por otra parte, del lado de la Avenida Águila, en la misma esquina Isabel y Gustavo tienen su negocio familiar, una cenaduría, que si bien no abren en la hora donde el olor es critico, de igual manera se queda impregnado en la calle e indudablemente, comparten, han perdido clientes, precisamente porque afecta su giro, la comida.
“Es muy incómodo estará comiendo y que de pronto te llegue un extraño olor de la calle, nos favorece que al cocinar afuera, porque nuestro local es pequeño, el olor de las preparaciones predomina, pero si llegan vientecitos que traen el olor de la fuga y es muy desagradable, más si justo abres la boca para tomar el bocado, te dan ganas de vomitar”, aseguró Isabel, quienes tienen preocupación, no sólo por la pérdida de clientes, sino por lo antihigiénico de la situación.
Diversos vecinos de la colonia Pilar Blanco se pusieron en contacto con la redacción de El Sol del Centro para exhibir su situación, dada la nula respuesta de sus quejas y denuncias con la autoridad correspondiente.
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